Es sabido que en China no rigen las mismas aplicaciones y redes sociales que en el resto del mundo: ni Facebook, ni Google, ni Airbnb, ni Instagram –por nombrar algunas– tienen habilitada la entrada. En su lugar hay copias muy similares avaladas por el gobierno local, pero hay un software en particular que se destaca: Wechat, una especie de Whatsapp pero que alberga muchas más opciones que un chat, como si fuera una cartera electrónica disponible para pagar en todo tipo de comercio, desde el más grande a un puesto en la calle.
“En ese sentido, China es el número uno, y cuando digo que vienen a 2.000 kilómetros por hora, a eso me refiero. En cinco años todos pagaremos por celular. No tiene sentido que no estemos haciendo lo que hace China”, auguró el empresario Nicolás Jodal, director de Artech, una empresa multinacional de software uruguaya. Invitado a “No es un cuento chino. ¿Cómo impactará China en nuestras vidas?”, un foro de discusión organizado por el Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT y Fesur, en relación a la revolución tecnológica que estamos atravesando como sociedad, sostuvo que el gigante asiático es “uno de los que mejor están resolviendo” la transformación digital que vivimos.
También coincidió con esta inexorable desaparición de tarjetas plásticas el economista y presidente del Banco Central Mario Bergara, quien además resaltó la necesidad de aprovechar las oportunidades que vienen desde China. Por un lado, dijo que el potencial en el terreno turístico es “enorme”, de, “a las risas, 300.000 chinos”, pero que deben superarse “barreras culturales y hasta en las formas de pagar”. Por otro, a nivel regional, sostuvo que buscan una mayor relación con América Latina y opinó que “lo ideal sería negociar en bloque” porque “no van a venir a regalarnos nada”.
Sobre esto último, el reconocido académico Enrique Iglesias coincidió: dijo que dada la similaridad de los flujos comerciales, “cualquier vinculación comercial con China debe contar con la autorización de los países vecinos”. Y agregó que si bien un tratado de libre comercio a nivel del Mercosur sería “la mejor opción para relacionarse” con el país asiático, un acuerdo preferencial en las áreas de comercio, servicios e inversiones se constituiría como una alternativa más viable.