Ingresá

Placa de la memoria vandalizada donde fucionó el Centro General de Instrucción para Oficiales de Reserva (CeGIOR), en la calle Victor Haedo.

Foto: Andrés Cuenca

Uruguay tiene su primera ley de sitios de memoria

2 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

La iniciativa fue votada el martes por el Senado; dos placas más fueron vandalizadas.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

La idea de tener una red de sitios de memoria se hizo realidad el martes. El senado aprobó la Ley de Sitios de Memoria Histórica, que determina el “recordatorio y reconocimiento de aquellos lugares donde las personas víctimas de terrorismo o accionar ilegítimo del Estado sufrieron violaciones a sus derechos humanos por motivos políticos, ideológicos o gremiales”, en el período que va desde 1968 a 1985.

Con esta iniciativa, se busca otorgar a estos sitios un “destino memorial”, protegerlos y preservarlos de posibles modificaciones, abrirlos a la ciudadanía y vincularlos a una “red de sitios” de memoria. Asimismo, esta iniciativa busca poner a tiro al Estado en materia de políticas de memoria, y en el cumplimiento de tratados internacionales en derechos humanos suscritos por el país, que lo obligan, según la exposición de motivos de la ley, a “adoptar medidas y políticas públicas que garanticen el derecho a la Justicia, a la Verdad, a la Memoria, a la reparación integral para las víctimas de violaciones a los derechos humanos y a condiciones de no repetición”.

Serán considerados sitios de memoria todos aquellos lugares donde ocurrieron “violaciones a los derechos humanos por parte del Estado”, así como esos espacios donde hubo actos de resistencia y lucha. También serán sitios de memoria aquellos asociados por las “víctimas, familiares o las comunidades” como parte de esos “acontecimientos” y que “han sido creados para construir y transmitir memorias”.

La iniciativa fue impulsada hace dos años por el entonces senador Marcos Carámbula, quien en diálogo con organizaciones sociales y de derechos humanos, puso el tema en la agenda parlamentaria. El ahora presidente de Administración de los Servicios de Salud del Estado relató a la diaria el recorrido de este proyecto y su importancia. “Lo más importante es que fue un proyecto que creció desde la sociedad, porque participaron todos los grupos de organizaciones sociales y derechos humanos, así como las instituciones de gobierno, y eso habla de que la sociedad viene planteando la necesidad de la verdad, de rescatar esos espacios y de saber lo que pasó en la dictadura”.

La ley creará una Comisión Nacional Honoraria de Sitios de Memoria, que será la encargada de “recepcionar, instruir y resolver” las solicitudes para declarar los sitios de memoria. El ex senador explicó que los sitios también serán espacios de investigación y de educación sobre el pasado reciente. “Es un nuevo mojón, que conquistó la sociedad, y apunta no solamente a recordar, sino a educar en derechos humanos”, agregó.

Para la senadora Daniela Payssé, esta ley le da carácter nacional a varias “cosas que se están intentando hacer, y avanza en todo lo que tiene que ver con la reparación y la dignificación de las personas”, así como “en la búsqueda de la toma de conciencia y en las garantías de no repetición”.

Pero todavía hay quienes se resisten a aceptar estos homenajes. Luego de que el coronel Carlos Díaz Vecino fuera condenado por la Justicia por vandalizar dos placas de la memoria recién instaladas, otras dos marcas de la memoria fueron manchadas de pintura. La República informó ayer que una fue la placa ubicada en el callejón de la Universidad de la República. La otra se ubica en la rambla 25 de Agosto, en el punto donde fue detenido Wilson Ferreira Aldunate luego de volver del exilio en 1984.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura