El salón de actos de la Facultad de Ciencias Sociales estaba lleno para el primer debate en el marco de la elección del rector, a cerca de un mes de que la Asamblea General del Claustro de la Universidad de la República (Udelar) tenga que votar entre los dos candidatos: el actual rector, Roberto Markarian, y Rodrigo Arim, ex decano de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración (FCEA). La comunicadora Eleonora Navatta fue la moderadora, encargada de hacer las preguntas que las agrupaciones de docentes, estudiantes, funcionarios y egresados de la facultad habían preparado. Si bien no se transmitía gran tensión entre los dos candidatos, Navatta fue explícita en aclarar que hasta sortearon quién comenzaría a responder.
Preguntas y respuestas
Uno de los primeros temas sobre los que fueron consultados los candidatos fue el de la vigencia de los principios de la reforma de Córdoba de 1918 y los modelos de universidad a los que aspiran, lo que motivó reflexiones acerca de la reforma de la Ley Orgánica (LO) de la Udelar. Markarian aseguró que es bueno mantener el cogobierno, la autonomía y la gratuidad, pero que “es un error” “creerse que Córdoba nos dará la respuesta para pensar la LO”. Recordó que la ley vigente fue aprobada “en medio de grandes luchas”, y apuntó que hoy las estructuras gremiales “son mucho más débiles” que entonces, de modo que “hay que ver si se logra en estos tiempos un movimiento que contenga los elementos contestatarios de debate”.
Arim coincidió en que es “un anacronismo” hacer un “traslado acrítico de la reforma de Córdoba al Uruguay de 2018”, aunque consideró que hay un conjunto de principios que siguen siendo válidos: “Más que nunca, Uruguay requiere una universidad abierta, participativa, capaz de proyectarse hacia adelante”, sostuvo, y planteó “una política activa y radical para democratizar el acceso y permanencia de los estudiantes”. “Eso requiere decisión, cambios en los planes de estudios –como fue enmarcado en la ordenanza de grado–; requiere reconocer las procedencias distintas de los estudiantes”, enumeró.
Sobre el proceso de descentralización de la Udelar, Arim mencionó que la institución aún es “frágil” fuera de Montevideo, y que debido a eso todavía se pueden “frustrar ciertos procesos” iniciados. Por ello propone implementar mecanismos de evaluación sistemática en este y otros temas, algo en lo que insistió durante todo el debate. Markarian consideró que la descentralización “está en consolidación”, y planteó como tema de discusión “si hay que tener más carreras de grado importantes y dejar de lado las carreras terciarias cortas, que son la mayoría”.
Otra de las preguntas fue sobre la reestructura del área de extensión, que Markarian consideró “un gran aporte”. “Que la extensión se hiciera más cerca de los servicios y los estudiantes es muy útil”, dijo, y destacó que se disminuyó a la mitad el aparato central en el área. También valoró que haya roto con “la posición monopolizadora de que la extensión es lo que yo digo”, sumando de ese modo “diversidad y miradas distintas”. Arim insistió en que es necesaria la evaluación “cuando discutimos el desarme de algunos programas”, y apuntó que “la personalización de las discusiones es dolorosa y compleja”, al fundamentar que fue “innecesario” discutir las renovaciones de docentes por pocos meses.
Al responder sobre los posgrados, el ex decano de la FCEA dijo que se exige que sean más accesibles, “pero no generamos las condiciones”; Markarian evaluó que la situación en ese terreno “es complicada”, e insistió en que hay que discutir sobre bases reales, ya que “si uno pudiera financiar todo, financiamos todo con dineros propios”. Destacó que durante su rectorado se duplicaron las becas de posgrado: “Lo anoto especialmente porque si no, parece que todo fue una porquería”, se quejó.
Acuerdos y divergencias
Los dos candidatos coincidieron acerca de algunos temas. Por ejemplo, en que sería un logro que se terminara de aprobar –como parece que ocurrirá– el Estatuto del Personal Docente, y en que el Hospital de Clínicas requiere una reforma urgente. En una de las cuestiones en las que marcaron matices fue en la de las medidas contra el acoso sexual y laboral: Markarian dijo que se viene invirtiendo más dinero y que el problema “no es explosivo” en la Udelar, mientras que Arim saludó que se hayan aplicado medidas porque “veníamos de un proceso de desacumulación”, con denuncias que pasaron hasta dos años sin resolverse a nivel central.
Ambos estuvieron de acuerdo en que las dificultades presupuestales van a persistir para la institución, y consultados sobre qué medidas tomarían con un incremento cero de presupuesto, Markarian respondió que discutiría la posibilidad de utilizar los recursos que llegan por el adicional del Fondo de Solidaridad para otros fines que no sean obras edilicias, y dijo que hay que discutir la “redistribución” de recursos entre los servicios. “Un segundo mandato permite hacer esto fácilmente”, dijo. Arim, por su parte, opinó que habría que “proteger” los programas de dedicación total y de enseñanza de grado, fundamentalmente en los primeros años.