Ingresá

Hugo Cayrús (archivo, marzo de 2015)

Foto: Daniel Cima

El embajador uruguayo en la OEA se preguntó cómo quedó tan desprotegido un presidente que acató las recomendaciones de la Secretaría General

2 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

“¿Qué tipo de garantías puede ofrecer la OEA a los gobiernos de la región y a su población?”, agregó.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

El embajador uruguayo ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Hugo Cayrús, habló este martes en la reunión extraordinaria del Consejo Permanente de esa organización. La reunión fue solicitada por Brasil, Canadá, Colombia, Estados Unidos, Guatemala, Perú, República Dominicana y Venezuela.

Cayrús dijo que los últimos acontecimientos en Bolivia “producen alarma y honda preocupación en el gobierno uruguayo”, en momentos en que América Latina “parecía haber conjurado el maleficio que le condenaba a la violencia y a los golpes de estado que avasallaban con frecuencia el orden constitucional”. El embajador agregó que en América Latina “siempre persistió una desigualdad irritante”, pero algo se había logrado “limar” y “se atendieron necesidades y derechos básicos de sectores sociales o colectivos históricamente postergados”. “Uruguay es por historia un país pacífico y democrático que ama la libertad y se mueve en el plano internacional con firmeza y moderación. Respetuoso de las normas y de los principios del derecho internacional y con pleno apego al estado de derecho. En esa condición el Uruguay saluda al estado de Bolivia en estas aciagas horas en las que atraviesa uno de los episodios más dolorosos de su historia reciente”, expresó Cayrús.

El diplomático uruguayo sostuvo que el más afectado por el “quiebre del estado de derecho” en Bolivia es “el pueblo” y añadió que “se forzó ilegalmente” la renuncia del presidente Evo Morales, cuyo mandato debía terminar el 22 de enero, “por la intervención de las fuerzas militares y policiales”. Agregó que hay “interpretaciones sesgadas de la realidad que intentan mostrar la salida” de Morales “como una renuncia”, y que “todo lo justifican en sus acciones previas”. “Hasta se ha dicho con desparpajo que en Bolivia las Fuerzas Armadas tienen la posibilidad de aconsejar al presidente en una situación de extrema tensión. ¿Aconsejarlo a que renuncie? ¿Desde cuándo una sugerencia de las fuerzas militares y policiales puede ser realmente considerada como tal? El eufemismo en este caso parece una burla”, indicó Cayrús.

El embajador se refirió a las responsabilidades del secretario general de la OEA, Luis Almagro: “Resulta evidente para mi país, que la Secretaría General no supo ni anticipar ni acompañar apropiadamente la crisis. Acá hay un doble rasero que se aplica, en desmedro de las formas y las instituciones, de acuerdo a las simpatías o antipatías de signo ideológico que se profesan, aprobando aquí lo que se desaprueba allá, o a la inversa”. Y enseguida se preguntó: “¿Como puede quedar tan desprotegido un presidente que se allanó voluntariamente a las recomendaciones de la Secretaría General de la OEA? Con este antecedente, ¿qué tipo de garantías puede ofrecer la OEA a los gobiernos de la región y a su población? ¿En cuánto hemos contribuido a la trágica situación que la hermana Bolivia está viviendo?”.

Finalmente, Cayrús dijo que Uruguay, “fiel a su historia y tradición, hace un llamado para que en Bolivia se restaure el orden institucional, la paz, y la democracia por los mecanismos y en los plazos establecidos en su constitución y sus leyes, y mediante la inmediata convocatoria a elecciones, fiscalizadas por observadores internacionales, que aseguren las más estrictas garantías de transparencia”.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura