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La Quinta, asentamiento en el Barrio Maroñas (archivo, mayo de 2016).

Foto: Javier Calvelo

Montevideo, Canelones y Artigas tienen las mayores cantidades de asentamientos, según Techo Uruguay

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La organización relevó la existencia en el país de 656, que suman 60.191 viviendas.

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La organización Techo Uruguay presentó ayer un informe sobre la situación de los asentamientos en Uruguay, a partir de un relevamiento realizado de marzo de 2018 a enero de este año. Registró en todo el país 656 asentamientos que suman 60.191 viviendas, con 82% en Montevideo (61%), Canelones (15%) y Artigas (6%). Flores es el único departamento en el que no identificaron ninguno.

Laura Posada, directora territorial de Techo Uruguay, dijo a la diaria que en 2011, según información de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), 13,4% de la población de Artigas vivía en asentamientos, un porcentaje “por lejos mucho más alto que el resto del país. Ahora se confirma que es un departamento con mucha segregación urbana, histórica. Habría que hacer un estudio en profundidad que logre explicar si eso tiene que ver con enclaves económicos u otro tipo de relaciones”, comentó.

Según el relevamiento, en Rivera, Paysandú, Salto y Maldonado la mitad de los asentamientos cuenta con “organización interna” (organizaciones vecinales formales o actividades que impliquen la reunión de vecinos para trabajar en temas específicos), por encima de una media nacional de uno cada tres. 89% de las reuniones fueron para trabajar en infraestructura.

La directora ejecutiva de Techo, Belén González, dijo que hay que reivindicar el trabajo de la comunidad, “un ejercicio de participación que los que vivimos en ciudad formal no realizamos”.

Sobre el tamaño de los asentamientos, el informe define a 45% de ellos como “pequeños” (con menos de 40 viviendas), 34% como “medianos” (de 40 a 120), 125 como “grandes” (de 120 a 200) y 6% como “macro” (con más de 200 viviendas).

Los investigadores indagaron sobre las razones por las que quienes residen en asentamientos informales se instalaron en ellos, y hallaron que esa fue la única posibilidad de acceder a un terreno y una vivienda. En Montevideo, 79% de los consultados dijeron que habían buscado permanecer en el mismo terreno que sus familiares.

En cuanto a los servicios, 33% de los 656 referentes o vecinos con antigüedad consultados dijeron que no tenían acceso a agua potable, 41% que no contaban con energía eléctrica de forma regular, y 85% que carecían de conexión segura al saneamiento. En materia de servicios educativos, había un centro CAIF en 76% de los asentamientos o a no más de un kilómetro, y una escuela en 75% de los asentamientos o a no más de un kilómetro. En lo que refiere a la educación secundaria, 42% contaba con un liceo a no más de un kilómetro, 36% con uno a distancias entre uno y tres kilómetros, y 3% con uno dentro del propio asentamiento.

El trabajo identificó una “buena cobertura” en cuanto al servicio de transporte público: 16% de los asentamientos incluía por lo menos una parada de ómnibus, y 74% tenía una a menos de un kilómetro. 89,29% de los asentamientos contaba con un centro de salud en su territorio o a menos de tres kilómetros.

Según las personas consultadas, en 22% de los asentamientos hubo un incendio en el último año, y en 41% una inundación en el último año.

González explicó que la organización está trabajando junto con el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, en especial con el Programa de Mejoramiento Barrial (PMB), para cruzar información. El ministerio monitoreó el trabajo para este relevamiento y Techo usó información del Instituto Nacional de Estadística y la Unidad de Evaluación y Monitoreo del PMB para complementar sus propios registros.

González aclaró que la organización sigue construyendo módulos habitacionales de emergencia, que son ante todo un “resguardo del exterior”. “En Argentina, la Universidad de Buenos Aires estudió el impacto de las viviendas que construimos, y llegó a la conclusión de que 85% de las personas dormía mejor después de acceder a ellas. No hay duda de que puede ser perfectible, pero es una vivienda de emergencia”, afirmó. De todos modos, Techo prepara un nuevo prototipo de construcción. “Una diferencia puntual es que será modular: generamos un sistema que se puede adaptar, dependiendo del terreno y de la cantidad de personas que integren la familia. La aislación es mejor y la conexión eléctrica es segura”, destacó la directora ejecutiva. También adelantó que les acercarán los resultados del relevamiento a todos los partidos para que los tengan en cuenta en sus programas, ya que Techo considera que esta problemática se debe afrontar con una política de Estado de largo aliento.

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