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Partido Independiente propone “shock de competitividad” y topear la ejecución presupuestal para frenar el déficit

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Según Iván Posada, ANCAP tiene varios proyectos prescindibles, entre ellos Alur y la producción de cemento.

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Con el mensaje de aumentar la competitividad del país, el Partido Independiente (PI) tuvo ayer su primera Junta Federal del año. Según el senador Pablo Mieres, esa colectividad política, que integra la coalición La Alternativa, se compromete a bajar el gasoil al precio de paridad de importación y reducir las tarifas de energía eléctrica en caso de llegar al gobierno.

“Pusimos el foco en los problemas de competitividad. El Partido Independiente y La Alternativa han definido proponer medidas en materia de competitividad. Para el caso de que nos tocara a nosotros gobernar, queremos decirle a la ciudadanía que hay que generar un shock de recuperación de competitividad”, dijo Mieres en declaraciones a Canal 12. Según el senador, el país necesita reducir su gasto público, “pero no en las áreas sociales, sino en todas las gorduras y despilfarros que tiene hoy el funcionamiento del Estado”.

En diálogo con la diaria, Iván Posada, diputado del PI, sostuvo que “Uruguay está muy por debajo de la media histórica en materia de competitividad” y que es necesario “tomar medidas de manera urgente”, entre ellas, bajar el precio del gasoil a lo que cuesta importarlo. Acerca de la reducción del gasto, sostuvo que ANCAP, por ejemplo, debería cerrar áreas de negocios, como la producción de cemento o su subsidiaria Alcoholes del Uruguay (Alur), de modo que eliminar sus pérdidas permita bajar el precio de los combustibles. Posada estimó que el precio del gasoil es hoy alrededor de 20% más que el de importación y que la diferencia comenzó a aumentar a partir de 2007. “Este cambio como consecuencia de la gestión es notorio”, afirmó. No obstante, explicó que no tiene claro cuánto exactamente podría ahorrarse ANCAP si se deslindara de esos negocios. “Hay opacidad en esa información”, aseguró.

Posada también dijo que el próximo gobierno deberá “topear” la ejecución presupuestal antes de reducir el gasto cuando se apruebe el próximo presupuesto quinquenal, porque de lo contrario, “si se mantiene la inercia, durante el primer año de gobierno va a haber un déficit aun mayor que el 4%” actual. “Es lo que tendría que hacer el gobierno ahora”, consideró.

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