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Fernando Pereira y Mario Bergara, ayer, en La Huella de Seregni.

Foto: Federico Gutiérrez

Bergara dijo que la relación de los gobiernos del FA con las Fuerzas Armadas le dejó “gusto a poco” e “insatisfacción”

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El precandidato hizo un acto junto a sindicalistas para presentar ideas sobre el trabajo del futuro.

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“A Mario lo conozco de chiquito...”. El precandidato a la presidencia, sentado al lado de quien hablaba, se puso el dedo índice sobre los labios, exigió silencio –“¡Shhhh!”– e hizo reír a todos. “Hemos estado enfrentados muchas veces: él en el Banco Central del Uruguay [BCU], yo en AEBU [Asociación de Bancarios del Uruguay]”, dijo Milagros Pau. La dirigente sindical hablaba de Mario Bergara, de quien destacó la honestidad, la franqueza y el hecho de que siga “los principios de Liber Seregni”. Lo mismo resaltó el histórico dirigente de la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado Luis Iguini, que junto con Pau, Carlos Bouzas, Mara Paracampo, Liliana Grajales, Pedro Stéffano (presidente de AEBU) y el presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, se sentaron en la mesa con el ex presidente del BCU para hablar de los desafíos del trabajo del futuro y escuchar las propuestas del precandidato sobre el tema. Pereira aclaró, por si acaso, que participaba en calidad de invitado y que iba a ir a todos los actos a los que lo invitaran precandidatos de cualquier partido. Después señaló dos cosas que considera méritos de Bergara: la cantidad de ideas y propuestas que había “tirado sobre la mesa”, y su voluntad de debatir con los otros participantes en la campaña electoral.

A su turno, el precandidato comenzó haciendo un análisis de la realidad económica mundial y regional, para desembocar en la situación particular de Uruguay. Destacó que si bien el crecimiento anual de la economía fue ahora 2%, y no 6% o 7% como no hace tanto, el país nunca había crecido de este modo “si uno mira los últimos 50 años”. También señaló que la actual revolución tecnológica está impactando en el mundo del trabajo y en las relaciones laborales, y afirmó que la clave, desde un punto de vista de izquierda, está en tratar de que nadie quede excluido. Para Bergara, hay que aplicar políticas para reconvertir a los trabajadores, revalorizar la educación técnica, analizar cuáles son las profesiones del futuro y adecuar la educación para capacitar y formar con ese horizonte. “Antes todos queríamos trabajar en Sudamtex, estar 40 años en la misma empresa, hacer carrera ahí adentro y jubilarnos. Ahora eso es impensable. Ninguna empresa dura tanto: es más, las empresas que van a liderar los mercados dentro de diez años todavía no nacieron”, aseguró, antes de apuntar que ahora los llamados millennials no se imaginan trabajando más de dos años en la misma empresa, y que los millonarios del mundo actual “no tienen ni siquiera una máquina”.

El precandidato defendió los Consejos de Salarios como una herramienta para distribuir la riqueza y generar equidad, y resaltó que, cada vez con mayor frecuencia, la negociación colectiva incorpora aspectos no salariales, como las cláusulas de género, la capacitación y lo relacionado con la salud laboral.

Las tres D y el videíto

Sobre el final de su intervención, Bergara se refirió a la filmación publicada por el ex comandante en jefe del Ejército Guido Manini Ríos, después de que fue destituido por el presidente Tabaré Vázquez. Habló de “las tres D” que son “derechos, democracia y deberes”, y agregó que valía la pena “detenerse en la D de democracia”. “Yo creo que no hay un [Jair] Bolsonaro en Uruguay, y que el sistema político uruguayo tiene fortalezas para evitar” que haya uno, sostuvo, pero acotó: “¿A quién no le resultó preocupante el videíto del día de ayer [por el miércoles]. Tenebroso por donde se lo mire, grave, inaceptable, porque, una por una, fue despreciando las instituciones de la democracia: que la Justicia procesa sin pruebas y por cuestiones ideológicas, que en el gobierno hay burócratas incapaces, que el Ejército es la esperanza de los desprotegidos... O sea, visiones mesiánicas de las Fuerzas Armadas como los salvadores del país y de la pobreza. Ya la vivimos y sabemos que no termina bien”.

Sobre el fondo del asunto, el precandidato opinó que hay que preguntarse qué hacer en relación con las Fuerzas Armadas, y afirmó que él esperaba “un relacionamiento un poco diferente” con estas por parte de los gobiernos del FA. “Se han hecho cosas, por supuesto [...], pero está claro que a pesar de los avances uno tiene la sensación de gusto a poco, de insatisfacción, de que hubiéramos esperado resultados más amplios”, agregó. Bergara sostuvo que “en 14 años de gobierno” del FA no se pudo aprobar la ley orgánica militar, y que incluso el proyecto que se está discutiendo en el Parlamento no es el que debería aprobarse. Además, advirtió: “No creamos que hicimos la reforma de la Caja Militar, porque no se reformó en aras de darle sustentabilidad al sistema de seguridad social militar, ni se reformó de manera tal que aporte al proceso financiero que dio origen a la discusión”. El precandidato propuso discutir el vínculo con las Fuerzas Armadas “de manera multipartidaria, al igual que otros temas, como la seguridad social, la seguridad, el empleo o la educación”, e “ir hacia una reforma de la ley orgánica militar”.

A la salida de La Huella de Seregni, donde se llevó a cabo el acto, una camioneta pintada con propaganda de Bergara sostenía una bombita de luz gigante que se prendía y apagaba constantemente, simbolizando aquello por lo que lo felicitaron casi todos adentro: se podrán compartir o no, pero ideas tiene.

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