El diputado nacionalista Nicolás Olivera solicitó la comparecencia del canciller Rodolfo Nin Novoa a la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara de Representantes, para que dé explicaciones sobre la postura de Uruguay ante el proyecto votado en la Organización de Estados Americanos (OEA), reiterando un llamado al gobierno de Venezuela para que permita el ingreso de ayuda humanitaria.
Ese proyecto fue apoyado por 19 países y rechazado por cinco (entre ellos Uruguay), y hubo ocho abstenciones. El diputado nacionalista dijo a la diaria que la intención del llamado es conocer “de primera mano” por qué la representación de nuestro país votó así. “Entendemos que Uruguay ha tenido una posición vacilante y poco firme en lo que tienen que ser estos planteos vinculados a la ayuda humanitaria. Ha llegado el momento de que Uruguay tome la decisión que tiene que tomar: a las dictaduras hay que condenarlas, a la violación de los derechos humanos también”, expresó Olivera, en cuya opinión el Poder Ejecutivo ha estado mirando “para el costado” y es cómplice del “dictador [Nicolás] Maduro”.
El diputado frenteamplista Roberto Chiazzaro, que preside la comisión, comentó por su parte que la ayuda humanitaria sólo puede ser canalizada en el marco de las normas del derecho humanitario internacional. “Esos principios se recogen en la resolución de la 78º sesión plenaria de Naciones Unidades, del 19 de diciembre de 1991”, en la que se estableció que deben cumplirse determinadas condiciones, señaló Chiazzaro, pero eso, “por supuesto, no lo está contemplando la OEA”. El legislador explicó que, según esa normativa aprobada por la ONU, “la ayuda debe brindarse en relación con las necesidades de la población que viva en una situación límite; no puede contemplar ninguna condicionalidad ni buscar otros objetivos; no puede servir de propaganda antigubernamental para cambiar el escenario político, intentando crear a partir de su distribución una legitimidad paralela”.
Según Chiazzaro, los intentos de ingresar ayuda humanitaria a Venezuela en nombre de la comunidad internacional han buscado crear una conmoción a partir de la cual se pueda justificar una invasión o un movimiento insurgente. “Nosotros entendemos que la ayuda humanitaria no se puede transformar un caballo de Troya”, sostuvo, y reiteró que tiene que ser brindada en “forma absolutamente neutral”, pero que la OEA no tiene la “acreditación suficiente para que se pueda decir que es un organismo que actúa de forma neutral” ante la situación venezolana.