“Está como loco con [Julio María] Sanguinetti, a todo el mundo le decía”, comentaba una señora, en la esquina de Millán y Camino Lecocq, sobre las ganas que tenía su nieto, de nueve años, de saludar al ex presidente. “Yo puedo ser tu amigo”, le dijo el niño, y lo abrazó. Eran cerca de las seis de la tarde y acababa de terminar un pequeño acto, para no más de 15 personas, en el marco de un recorrido de Sanguinetti liderado por Fitzgerald Cantero y su lista 1985, del Partido Colorado (PC), que apoya la precandidatura del ex presidente.
Minutos antes, un joven se había referido a la inseguridad en el barrio. Dijo que en la parada les han robado a los vecinos que se levantan a las seis de la mañana para ir a trabajar, y que por eso tienen que ir en grupo. Además, sostuvo que en un club de adultos mayores, en el que se hace tai chi y se juega a la conga y a la lotería, quienes asisten también deben ir en grupo, ya que cuando van solos o de a dos, “los terminan robando”. “No sé cómo carajo llegamos a esta situación en este barrio, porque no era así. Sabemos que es mucha la rabia y la impotencia, pero creemos que las ganas y el compromiso son valores mucho más poderosos para poder cambiar la situación”, afirmó. Por último, el joven subrayó que lo que se necesita para poder cambiar la situación es “mucha política”.
“Eso es fundamental, porque si no es la política, ¿qué?”, señaló Sanguinetti, al inicio de su discurso. Subrayó que en la democracia no hay otro mecanismo que la política para “defender el estado de derecho y la legalidad” y “lograr un clima mejor”. Luego reiteró una de las afirmaciones sobre las que más insiste en todos sus actos: que el estado actual de inseguridad empezó en el primer gobierno de Tabaré Vázquez (2005-2010), cuando el Ministerio del Interior estuvo a cargo de José Díaz primero y luego de Daisy Tourné, ambos del Partido Socialista (PS), quienes sostenían la teoría de que el delincuente “era una víctima de la sociedad capitalista, y entonces se produjo la llamada humanización [de las cárceles], que terminó con 700 rapiñeros en la calle, y a partir de ahí la cosa se hizo cada vez más difícil”. “Ahora han cambiado un poquito los criterios, están reconociendo un poquito más la realidad, pero justamente el PS anunció que lo que hay que hacer es volver al primer gobierno de Vázquez, así que si hoy la situación es mala, peor será la perspectiva [de futuro]”, indicó Sanguinetti.
Luego señaló que “lo mismo pasa con la droga”, ya que el gobierno del Frente Amplio no la “asume como un tema propio”. Dijo que la sociedad uruguaya está “muy perturbada por el tema de la droga”, ya que “hay chicos que caen” y “es difícil recuperarlos”. “Los centros de rehabilitación del Estado están superados completamente, y los privados son muy caros y también están superados. Tengo amigos que trabajan en esos lugares, y todos dicen lo mismo. Hay una caída grande de la percepción del riesgo que representa la droga”, alegó. Mientras Sanguinetti seguía hablando, una señora lo interrumpió y dijo que los jóvenes “van a los psicólogos” y estos les dicen que la marihuana “es algo legal”. El ex presidente le contestó que piensan que “si es legal es porque es bueno, y si es recreativo es porque es divertido”, al tiempo que se genera la idea de que “el tabaco es aburrido y de derecha”, y eso es “gravísimo”, ya que “lo importante es saber”. “El tabaco lo tenemos claro. Cuando yo iba al liceo, nadie sabía que era cancerígeno, fumábamos para sentirnos importantes”, comentó Sanguinetti.
El ex presidente también destacó que hoy “la actitud de la delincuencia es otra”, y recordó que, cuando hacía sus recorridas como diputado (1963-1973) llegó a entrar en algunas “tabernas complicadas”, donde los ladrones le decían “usted sabe, diputado, nosotros tenemos códigos: la maestra y el doctor no se tocan”. En cambio, en la actualidad se incrementó “la crueldad”, y el delito tiene “una psicología distinta”, opinó. Al final, Sanguinetti subrayó que está “luchando” por todos estos temas y que el PC “va a decidir el cambio”, que “tiene que ser para bien”. Dijo que a veces se “asombra” de que se sigan discutiendo algunos temas; por ejemplo, cuando oye a “gente del gobierno” que “sigue luchando contra una dictadura que se fue hace 35 años”. “Y dale con la dictadura. [Son] temas que no dejan de tener su importancia histórica, nadie lo discute, pero que no son el tema de hoy”, agregó. Por último, aseguró que está “para renovar” y “para pasarles la pelota a los más jóvenes, que son los que tienen que correr y enfrentar estos temas”.
Se bajó
El ex diputado colorado Aníbal Gloodtdofsky, que había lanzado su precandidatura en febrero –antes seguía a José Amorín Batlle–, anunció ayer que apoyará a Sanguinetti en las internas. Su sector, Somos Todos, informó en un comunicado que adoptó esa posición por “la necesidad de fortalecer la figura” del ex presidente como líder del PC, “a fin de contribuir a su elección como presidente de la República”. En la puerta de la Rural del Prado, Sanguinetti dijo a la prensa que Somos Todos es “un grupo de amigos que estaba muy cercano”, y que a la dirigente Consuelo Pérez, de esa agrupación, la conoce desde “chiquilina”, por lo que siente “mucha alegría” ante la nueva incorporación.