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Gonzalo Abella (archivo, marzo de 2019).

Foto: Alessandro Maradei

UP quiere obtener más bancas para que un bloque de izquierda “arme quilombo” en el Parlamento

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La alianza también rechazó la reforma Vivir sin Miedo, impulsada por Jorge Larrañaga.

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“Estamos acá porque es necesario que estemos, y no sólo es necesario, es urgente. El río Santa Lucía está muriendo y los malos gobernantes rezan para que la catástrofe se precipite después de las elecciones [...]. Ese río que nos están matando es una señal clara del modelo perverso que impera en nuestro país”, dijo el precandidato a la presidencia de Unidad Popular (UP), Gonzalo Abella, el sábado en el 10º Encuentro Nacional de Militantes de esa alianza, integrada por el Movimiento 26 de Marzo, el Partido Comunista Revolucionario, el Partido Humanista, el Movimiento en Defensa de los Jubilados, el Movimiento Avanzar, Cabildo Abierto Artiguista y Compromiso Socialista, y que compite bajo el lema Asamblea Popular. Abella afirmó que el “tratamiento de lodos” del río habría “costado la tercera parte del Antel Arena” y que eso ayudaba a “pensar qué eligen nuestros gobernantes y de qué lado están, del circo o de la gente”. Aseguró que “si colapsa el Santa Lucía, colapsa el agua para un 1.800.000 uruguayos”, y que hoy no es sólo una cuestión de “justeza”, sino de “emergencia”, la necesidad de “una gran bancada” de UP que “arme el lío, en el buen sentido, en el sentido más original, el quilombo que tenemos que armar para que no nos sigan matando”.

En el mismo sentido, la declaración final del encuentro sostiene que “la caída de los precios internacionales de los productos de exportación del país se ha trasladado a un ajuste sobre el pueblo trabajador, que se buscará profundizar por parte del próximo gobierno”, por lo que “es necesario también un bloque de parlamentarios de izquierda que se enfrente a estas propuestas con firmeza, que acompañe al movimiento social organizado y que impulse los grandes debates nacionales”. “Hemos ya saldado que el objetivo electoral concreto para la Unidad Popular es obtener más bancas en el Parlamento. Queremos que en estas elecciones todos quienes han compartido años de militancia social y de lucha en las calles confluyan en apoyar el crecimiento de la izquierda independiente y consecuente. Para esto, es necesario que la Unidad Popular haga un llamamiento amplio a que todos y todas los uruguayos honrados, de izquierda, coherentes, encuentren su lugar en nuestra organización”, dice el documento.

Sin miedo

El encuentro también expresó su rechazo a la reforma constitucional planteada por la campaña Vivir sin Miedo, del precandidato nacionalista Jorge Larrañaga. “Esta propuesta de reforma viene a representar un hito más en el historial de aumento sistemático de la fuerza represiva del Estado en los últimos años, avalado por la mayoría del sistema político que gobierna nuestro país. Esto lo podemos ver en el incremento de efectivos para las fuerzas de seguridad, un aumento sostenido de su presupuesto, la inversión en equipamiento cada vez más tecnificado, la creación de nuevos cuerpos de seguridad cada vez más especializados, y todo un marco legal y reglamentario que avala su desarrollo. Este es un nuevo embate de los sectores de la derecha tradicional, que quieren poner a los militares nuevamente en las calles, experiencia nefasta que recorrió el país y desembocó en el golpe militar fascista de 1973 y la posterior dictadura, que aplicó el terrorismo de Estado contra el pueblo por 12 años”, dice la declaración. Para UP, esta iniciativa “viene a la luz de las elecciones y se enmarca en un discurso de demagogia punitiva”.

“En un contexto donde avanza la derechización política en la región y una parte del espectro político de nuestro país busca posicionarse más a la derecha también, se promueven medidas en busca de pedir más represión y aumentar desmedidamente sanciones penales, que nunca han demostrado disminuir las acciones delictivas en el mundo”, señala el documento. En cambio, el grupo sostiene que “las soluciones de fondo van por otro lado”: “solventar las políticas de trabajo genuino, mejores condiciones de vida y más oportunidades para los jóvenes, y así combatir a fondo las mafias del narcotráfico, el lavado de activos, la explotación de niñas y la trata de mujeres, como marca el Programa de la Unidad Popular”.

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