La delegación uruguaya se retiró este jueves de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) en rechazo a la acreditación de delegados por Venezuela que representan al líder de la oposición Juan Guaidó. También se opusieron a la participación de esta delegación los representantes de México, Bolivia, Nicaragua y los países del Caribe.
Antes de retirarse de sala, el subsecretario del Ministerio de Relaciones Exteriores, Ariel Bergamino, indicó que la situación “desnuda un progresivo y sistemático vaciamiento de la institucionalidad y la normativa de esta organización”, informó la agencia de noticias Efe. El representante uruguayo recalcó que no se trata de una salida de Uruguay de la OEA, ya que el país está “profundamente comprometido” con los principios de la organización. “La única forma de practicar esos principios y de ser reales en nuestro compromiso con la institucionalidad y con la normativa de la OEA es retirarnos de una sesión en la que esos principios y esos valores, a nuestro entender, están siendo vulnerados”, afirmó.
Luego, en el programa Más tarde o temprano, que emite la radio El Espectador, Bergamino dio su opinión sobre lo que sucedió en la asamblea y dijo que, en su opinión, la presencia de delegados de Guaidó responde a “golpes de impulso” que promueve el secretario general de la OEA, Luis Almagro. Sobre el rol de Almagro en el organismo, el subsecretario sostuvo que “tiene casi una obsesión temática”, y cuestionó: “¿Qué rol tuvo la OEA en el proceso de paz en Colombia? Ninguno. Parece que hay preocupación selectiva. Tenemos que ser más equilibrados en nuestras angustias”, añadió.
La oposición no tardó en cuestionar la actitud del gobierno uruguayo. Uno de los primeros fue el precandidato nacionalista Luis Lacalle Pou, quien escribió en su cuenta de Twitter:
Triste final del gobierno uruguayo en el ámbito internacional. Una vez más del lado equivocado en relación al régimen Venezolano. El silencio es cómplice.
— Luis Lacalle Pou (@LuisLacallePou) 27 de junio de 2019
Por su parte, el precandidato colorado Ernesto Talvi dijo que lo ocurrido es “la perla que faltaba” y que la “sumisión de nuestro gobierno a la dictadura militar de Maduro es total”.
El diputado nacionalista Rodrigo Goñi declaró a la diaria que, desde su partido, “condenan y reprochan” la actitud del gobierno, porque “en acuerdo o desacuerdo”, Uruguay nunca se había retirado de una asamblea del organismo. Asimismo, contó que la oposición venezolana manifestó una gran “desazón” porque Uruguay nuevamente mostró su no reconocimiento a Guaidó y su apoyo a Nicolás Maduro.
En tanto, el diputado frenteamplista Roberto Chiazzaro defendió la resolución del gobierno y afirmó que fue una decisión “digna, correcta y sujeta al derecho internacional”. Para el legislador, se trató de una reacción que apuntó a cuidar la “institucionalidad de la OEA de actitudes intempestivas, intolerantes y totalmente fuera de un contexto internacional”. La decisión de Uruguay, añadió, puede hacer “reflexionar a los países integrantes de la OEA para que un personaje como Almagro no sea reelecto”.