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El ex fotógrafo policial Nelson Bardecio, ingresando al juzgado de la calle Misiones (archivo, noviembre 2009).

Foto: Iván Franco

Vecinos realizan vigilia frente a la casa de un integrante de los escuadrones de la muerte

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Organizaciones de derechos humanos reclaman que se le retire la prisión domiciliaria a Nelson Bardecio.

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Este sábado a las 11.00, vecinos de la zona e integrantes de la Coordinación 25 de Julio llevarán a cabo una vigilia en Martín C Martínez y Garibaldi, frente al edificio donde vive Nelson Bardecio, integrante de los escuadrones de la muerte, condenado por el asesinato de Héctor Castagnetto, en agosto de 1971.

El semanario Brecha informó que Bardecio tiene el beneficio de prisión domiciliaria y una autorización para salir de su apartamento tres veces por semana. El ex policía y fotógrafo -que colaboró con la CIA- está condenado a 15 años de prisión y, según las pericias psicológicas a las que accedió ese medio, no presenta ningún tipo de remordimiento sobre sus acciones; al contrario, muestra “falta de consideración hacia los otros” y “cualquier capacidad de culpa o remordimiento por su conducta”. Estas consideraciones figuran en el informe que elevó la perita a la Suprema Corte de Justicia (SCJ) ante el pedido de liberación anticipada de Bardecio. La solicitud fue rechazada por el organismo judicial el pasado 20 de mayo.

Juan Ludzcanoff, integrante de Coordinación 25 de Julio, contó a la diaria que los vecinos de la zona se acercaron al colectivo tras conocer su verdadera identidad y denunciaron que lo veían salir continuamente de su casa. El colectivo, que organizó una concentración frente a la casa de José Nino Gavazzo en Parque Miramar a principios de abril, busca evidenciar que “no corresponde la prisión domiciliaria a genocidas acusados de delitos de lesa humanidad”. Según Ludzcanoff, la movilización es una “forma de denunciar para que el poder político y judicial actúe, porque la situación de impunidad general a estas alturas es insultante”. El colectivo reclama que se le quite el beneficio de la prisión domiciliaria, porque existe la posibilidad de que “salga, se tome un ómnibus y se escape”. “Si sos un denunciante o víctima te lo podés encontrar en la esquina de tu casa. Esa no es la reparación que el Estado les tiene que dar”, subrayó.

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