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Salón de Honor del Ministerio de Defensa Nacional (archivo, agosto de 2016).

Foto: Javier Calvelo, adhocFOTOS

Nuevo comunicado del periódico Nación y un mensaje al gobierno electo: “Con paños tibios nada se puede construir”

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Militares enumeran “los males” que dejó el FA y cuestionan a los “predicadores de la muerte” que defienden derecho al aborto.

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En la edición de enero de Nación, un periódico que publica la Cooperativa de Ahorro y Crédito de los Oficiales de las Fuerzas Armadas (CAOFA), se publica un editorial con el título “Nada de paños tibios para tratar con los males que dejó el Frente Amplio” (FA). Una vez más, el Centro Militar difundió el contenido.

Allí señalan que, luego de “tres infaustos períodos de señorío marxista”, se abre “por fin un espacio de esperanza redentora” que podría “sacar al país del peligroso fango en el que lo ha hundido la perversión frenteamplista”. Pero, según los editorialistas de Nación, la “salvación de la Patria” no será tarea sencilla y para ello hacen recomendaciones: llaman a no recurrir a organismos internacionales y proponen “restaurar” la defensa de la familia, con el alejamiento de la “ideología de género”. Al respecto, señalan a los promotores de la interrupción voluntaria del embarazo como “predicadores de la muerte”, y la lucha en contra del aborto “no debe conocer concesiones”. “No debe dejarse llevar por los pragmatismos tutelares de los grandes intereses que buscan por todos los medios controlar el crecimiento de la población”.

Otro punto a “restaurar” es la defensa de la Constitución, que ha sido “violada flagrantemente en varias decenas de ocasiones” por el FA. De acuerdo al editorial, valores como “el respeto, la cortesía, la buena educación, la urbanidad” fueron suplantados por “una cultura de lo barato, de lo superficial, de lo insolente, de lo mal hablado, de lo sucio, de lo socialmente irresponsable, de esa atrevida soberbia que confiere la impunidad”.

Para finalizar, plantea que en la actualidad hay una “emergencia”, y aunque considera a la “moderación” como una “virtud”, llama a entender que “con paños tibios nada se puede construir”. “Habrá que empeñar mucha abnegación para sacudirnos de encima todo el daño que ha dejado el marxismo inoculado en la conciencia y en las entrañas de vastos sectores de nuestra sociedad”, concluyó.

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