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Rivera Elgue.

Foto: Mariana Greif

Rivera Elgue, futuro subsecretario de Defensa: si las Fuerzas Armadas “hubiesen actuado mal” en dictadura, “tendría que haber muchos más desaparecidos”

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¿Van a seguir habilitando el ingreso a los batallones para la búsqueda de restos de detenidos desaparecidos?

Sí, ya está coordinado con el ministerio saliente y ya tuvimos una reunión con la Institución Nacional de Derechos Humanos. Ya hay estructuras aceitadas de coordinación que ellos nos manifestaron que funcionan bien y que estaban conformes con el trabajo que estaban realizando.

¿Cuál va a ser la política respecto de los archivos en dependencias militares?

La política va a ser darle trámite a los pedidos que vienen de la Justicia.

¿Va a haber una sintonía mayor de este ministerio con las Fuerzas Armadas, teniendo en cuenta que usted forma parte de Cabildo Abierto [CA] y que este sector tiene una cercanía mayor con los militares que el Frente Amplio [FA]?

Creo que la relación con el Ministerio siempre es fluida. A veces es más fácil entender los problemas si uno los conoce, evidentemente. Hay problemas que no me van a sorprender; hay otras cosas sobre las que voy a aprender. Pero sin dudas hay un montón de cosas que van a facilitar [la relación]. Cuando se creó el FA, ¿cuántos militares tenía alrededor suyo [Liber] Seregni? El núcleo cercano a Seregni eran todos militares, y la política de defensa del FA se ha ido apartando del pensamiento de Seregni.

¿Por qué?

Es un tema ideológico, han primado otras posturas más ideologizadas.

¿En qué aspectos se ha apartado?

Yo creo que él tenía definiciones claras sobre las Fuerzas Armadas que queremos. En el FA hay posturas que apuntan a la eliminación de las Fuerzas Armadas, y Seregni no tenía dudas de que eso no era así. Incluso Seregni tampoco estuvo de acuerdo en cuanto al pedido de perdón. Dijo claramente que él entendía que [las Fuerzas Armadas] no tenían que pedir perdón.

¿Por lo que pasó en la dictadura?

Sí. Él entendía que no.

¿Y usted también entiende que las Fuerzas Armadas no tienen que pedir perdón?

Yo creo que estas Fuerzas Armadas no tienen nada que ver con lo que pasó.

Pero me refiero a pedir perdón como institución, no las personas.

Sí, bueno, pero la institución es algo permanente, y durante los más de 200 años que tienen las Fuerzas Armadas han pasado un montón de hechos. Y cada uno se hizo responsable de lo que pasó en su momento, pero las Fuerzas Armadas en sí no tienen por qué pedir perdón.

Capaz que ese pedido de perdón sería un mensaje para las nuevas generaciones de militares.

Pero también sería un mensaje de que sólo hubo un culpable, y yo no creo que haya un solo responsable de todo lo que pasó.

Claro, pero uno se hace cargo y pide perdón por lo que le compete.

Bueno, pero ahí, como dijo Jorge Batlle, tiene que haber un estado del alma en conjunto, y que queramos pedir perdón, reconciliarnos, y mirar para adelante. Si sólo lo hace un actor y el resto no...

Y usted no percibe que exista ese estado del alma.

No, está claro que no.

¿Hay revanchismo?

Sí, creo que hay una postura permanente. Entiendo que no existe un estado del alma en el conjunto de la sociedad. Creo que mayoritariamente sí, pero hay un relato que ha permeado en una parte que evita mirar para adelante y llegar a ese estado del alma.

¿Y eso se ha reflejado en las políticas del FA hacia las Fuerzas Armadas?

Sí. Por ejemplo, hubo diferencias importantes entre el proyecto de Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas que mandó el Ministerio de Defensa del gobierno del FA y el proyecto que aprobó la bancada del FA; fueron modificaciones que se hicieron sin consultar y sin respetar el asesoramiento. Y también hay grupos que se alimentan de eso, viven de eso porque les da crédito: cuanto más radical contra las Fuerzas Armadas, hay un sector que encuentra respaldo. Y así fue descalificado [el ex ministro Eleuterio] Fernández Huidobro.

Más allá del pedido de perdón, no parece haber una condena clara de las Fuerzas Armadas a lo que pasó en dictadura, un reconocimiento de que lo que se hizo estuvo mal. De hecho, voceros de CA se refieren a lo sucedido sin condenarlo. ¿Usted considera que la institución actuó mal?

Yo creo que la institución en su conjunto no actuó mal. Hubo hombres que se equivocaron y actuaron mal.

Pero la institución, no.

No, si no no habría solamente 32 desaparecidos en Uruguay [esta cifra refiere exclusivamente a los detenidos desaparecidos en Uruguay y no toma en cuenta las víctimas desaparecidas en el marco del Plan Cóndor]. Si la institución hubiese actuado mal, tendría que haber muchos más desaparecidos. Muchos estuvieron presos, pero hoy están vivos y están en libertad, y fueron reparados. Pero no hay miles de desaparecidos en Uruguay.

Más allá de lo que pasó dentro de las cárceles, la institución ocupó el poder y no había democracia.

En ese aspecto fue un deterioro del sentimiento democrático que había en toda la sociedad. De hecho, hay encuestas que muestran que en 1972 mucha gente no estaba de acuerdo con la clase política. Había un desprestigio importante, y eso generó un enfrentamiento entre cierta política –porque también había políticos que apoyaban a las Fuerzas Armadas- y la postura de las Fuerzas Armadas. Fue un degeneramiento, en parte porque no tuvimos una clase política que asumiera un rol preponderante en enfrentar a la subversión. Y lo tuvieron que asumir las Fuerzas Armadas. Si la clase política se hubiera enfrentado duramente y en primera línea contra la subversión, ahí capaz que no hubiese pasado el quiebre institucional. Tenemos que aprender de lo que pasó para que no vuelva a pasar, pero tenemos que hacer un aprendizaje completo, no parcial, porque si sólo entendemos que hubo algunas responsabilidades, vamos a entender que algunas cosas estuvieron bien. Y no estuvieron bien. No estaba bien que hubiera un movimiento subversivo que robara armas, que atacara, que secuestrara, que matara. No estaba bien eso. Tampoco estaba bien que en la Universidad de la República se fabricaran bombas. Yo he estado en algunas misiones de paz, y cuando vos ves que la vida no se respeta, después, el límite... no hay límite. Si la vida humana no tiene valor, a partir del momento en que decidimos quitar una vida, después el espiral es muy difícil que se contenga. Creo que en esa época los límites no se establecieron.

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