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Actividad en el asentamiento 12 de Diciembre, en el barrio Bella Vista (archivo, enero de 2010)

Foto: Alessandro Maradei

Comité de los Derechos del Niño advierte sobre “efecto físico, emocional y psicológico” de la pandemia en los niños

2 minutos de lectura
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Plantea que “el aprendizaje en línea no exacerbe las desigualdades existentes ni reemplace la interacción alumno-maestro”

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El Comité de Derechos del Niño, que preside el uruguayo Luis Pedernera, advierte sobre “el grave efecto físico, emocional y psicológico de la pandemia covid-19 en los niños, y hace un llamado a los Estados para proteger los derechos de los niños” que establece la Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada por la Organización de Naciones Unidas en 1989. Para el comité, estos efectos se dan “especialmente en países que han declarado estados de emergencia y bloqueos obligatorios”.

En la declaración del comité, dada a conocer este miércoles, se insta a los Estados “a respetar los derechos de los niños al tomar medidas para hacer frente a la amenaza a la salud pública que representa” la pandemia de covid-19, y se pide particularmente considerar “los impactos sanitarios, sociales, educativos, económicos y recreativos de la pandemia en los derechos del niño”.

“El comité reconoce que, en situaciones de crisis, el derecho internacional de los derechos humanos permite excepcionalmente medidas que pueden restringir el disfrute de ciertos derechos humanos para proteger la salud pública. Sin embargo, tales restricciones deben imponerse sólo cuando sea necesario ser proporcionadas y mantenerse al mínimo absoluto”, dice la declaración.

Si bien se reconoce que la pandemia puede tener “un impacto significativo y adverso en la disponibilidad de recursos financieros”, estas dificultades “no deben considerarse como un impedimento para la implementación de la Convención, y los Estados “deben garantizar que las respuestas a la pandemia, incluidas las restricciones y las decisiones sobre la asignación de recursos, reflejen el principio del interés superior del niño”.

Además, en el marco de la emergencia sanitaria o cuarentena obligatoria, según el país, el comité propone que se deben explorar “soluciones alternativas y creativas para que los niños disfruten de sus derechos de descanso, ocio, recreación y actividades culturales y artísticas”, que deben “incluir actividades supervisadas al aire libre al menos una vez al día”, respetando los protocolos “de distancia física y otras normas de higiene”, e incluir también “actividades culturales y artísticas para niños en la televisión, la radio y en línea”.

El comité recomienda que hay que asegurarse “de que el aprendizaje en línea no exacerbe las desigualdades existentes ni reemplace la interacción alumno-maestro”, y que si bien es una “una alternativa creativa al aprendizaje en el aula”, plantea “desafíos para los niños que tienen acceso limitado o nulo a la tecnología o internet, o que no cuentan con el apoyo adecuado de los padres”.

Se plantea también que se debe “garantizar que los niños reciban alimentos nutritivos durante el período de emergencia, desastre o encierro, ya que muchos niños reciben su única comida nutritiva a través de esquemas de alimentación escolar”, y que hay que “mantener la provisión de servicios básicos para niños, incluyendo atención médica, agua, saneamiento y registro de nacimientos”.

El comité propone que se debe “definir los servicios básicos de protección infantil como esenciales y asegúrese de que sigan funcionando y disponibles, incluidas las visitas a domicilio cuando sea necesario, y proporcionar servicios profesionales de salud mental para niños que viven en confinamiento”, y que hay que proteger a los niños cuya “vulnerabilidad se incrementa aún más por las circunstancias excepcionales causadas por la pandemia”. “Estos incluyen niños con discapacidades; niños que viven en la pobreza; niños en situaciones de calle; niños migrantes, solicitantes de asilo, refugiados y desplazados internos; niños de minorías e indígenas; niños con afecciones de salud subyacentes, incluido el VIH/sida; niños privados de libertad o internados en centros de detención policial, cárceles, centros de atención segura, centros o campos de detención de migrantes; y niños que viven en instituciones”, se detalla.

Finalmente, plantea que hay que brindar “oportunidades para que las opiniones de los niños sean escuchadas y tomadas en cuenta en los procesos de toma de decisiones sobre la pandemia. Los niños deben comprender lo que está sucediendo y sentir que participan en las decisiones que se toman en respuesta a la pandemia”.

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