El presidente de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (Copppal), Alejandro Moreno Cárdenas, pidió a los candidatos a presidir del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que presenten un plan de recuperación para la economía de ambas regiones.
Moreno señala que en los próximos años el BID deberá “centrar su debate en torno a la inversión que se llevará a cabo en la región” para “generar empleo de calidad bien remunerado, ayuda para vivienda y pago de créditos”, así como para obtener “mayores recursos para universalizar la salud y la educación, y construir infraestructura”. Un lugar central en cualquier plan de recuperación debe ser “la renegociación de la deuda en la región bajo un esquema de flexibilización de los pagos” para que las economías puedan sostenerse. Si no se adoptan medidas en este sentido, advirtió en un comunicado, se enfrenta “el riesgo” de que en los próximos meses aumente la migración desde los países de la región hacia Estados Unidos y los países de la Unión Europea.
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El presidente de la Copppal también recordó los índices de desempleo y pobreza que se prevé que dejará la pandemia en la región y señaló que se trata de “una situación de emergencia que las naciones deben resolver”, pero no tienen recursos para hacerlo porque están “inmersos en la atención de la pandemia”. Por eso, apuntó, “se hace necesario que el Banco Interamericano de Desarrollo, mediante un plan como el planteado por la Copppal, provea dinero fresco y barato para reactivar la economía”.
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Nombre y fecha
El comunicado de la Copppal llega mientras varios países buscan postergar la fecha de la elección del próximo presidente del BID, a la vez que reivindican que debería tratarse de un latinoamericano.
Este señalamiento llega porque, en un paso poco habitual, Estados Unidos presentó la candidatura de Mauricio Claver-Carone, quien era el director de Estados Unidos en el Fondo Monetario Internacional cuando se aprobó el préstamo a Argentina durante el anterior gobierno, el de Mauricio Macri.
En entrevista con Infobae, Claver-Carone dijo que Estados Unidos decidió presentar una candidatura porque “la región está viviendo una de las contracciones económicas más profundas de su historia” y precisa “más que nunca” un “liderazgo nuevo, dinámico y eficaz” en el BID. El candidato tendría la cantidad de votos necesaria para ganar las elecciones, ya que recibió el respaldo de la mayoría de los gobiernos de la región que están aliados, más o menos abiertamente, a Estados Unidos: el de Jair Bolsonaro en Brasil, Iván Duque en Colombia, Mario Abdo Benítez en Paraguay, Jeanine Áñez en Bolivia y Lenín Moreno en Ecuador. A ellos se les suma Uruguay.
El Frente Amplio (FA) pidió en julio al gobierno de Luis Lacalle Pou que revea su apoyo. Considera que “tiene que haber un candidato de consenso que cumpla con un requisito histórico, político, que es que el presidente debe ser latinoamericano”, indicó a la diaria Martín Clavijo, presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales del FA.
La propuesta del FA, que ve en el apoyo a Claver-Carone un alineamiento del gobierno uruguayo con Estados Unidos, es que se genere un ámbito multipartidario para que se reconsidere la posición de Uruguay. También propone que se convoque a esta instancia a Enrique Iglesias, quien presidió el BID durante dos mandatos entre 1988 y 2005, “para que aporte su visión y experiencia en la materia” con el objetivo de “definir un posicionamiento que esté a la altura del papel que ha jugado Uruguay en la región históricamente”.
La Unión Europea, México, Argentina y Chile se han manifestado tímidamente en el mismo sentido, pero sí han insistido con postergar las elecciones para marzo de 2021, o sea, después de las elecciones estadounidenses de noviembre en las que, según las encuestas, Donald Trump podría perder la Casa Blanca.
Actualmente las elecciones están previstas para setiembre y Estados Unidos ha rechazado la posibilidad de postergarlas.