Tras la polémica por el recorte y los cambios en la organización del Instituto Uruguay XXI —que tiene por cometido la promoción de inversiones y de la marca país en el exterior—, el canciller Francisco Bustillo se refirió al tema en el Parlamento y sostuvo que la menor asignación fue definida por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Sin embargo, respaldó los cambios institucionales y dijo que hay funciones “que se superponían” con tareas que realizan la cancillería o el MEF.
Luego de conocidos los artículos del proyecto presupuestal que elevó el gobierno la semana pasada al Parlamento, surgieron críticas a los cambios en Uruguay XXI por parte de los funcionarios del organismo, que elevaron una carta a los legisladores, y por parte del Frente Amplio. Daniel Caggiani, diputado del Movimiento de Participación Popular, dijo que es “el más maltratado de los institutos por parte de este presupuesto con recortes”.
Consultado este miércoles al asistir a la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda, el canciller comentó: “Muchas veces llegaba Uruguay XXI a hacer una presentación [en el exterior] y la verdad es que con los interlocutores sucedía como con los testigos en el Registro Civil. Muchas veces las personas que escuchaban la presentación de Uruguay XXI eran como los testigos que se reúnen a poco de comenzar el casamiento, para sacar una foto”.
Sostuvo que observó situaciones así “en reiteradas oportunidades” y es algo a “atender cuando hablamos de un eficiente uso de los recursos”. A su vez, mencionó un caso concreto: “Durante el Mundial de fútbol en Moscú hubo una presentación de Uruguay XXI que no atendió las inquietudes que le planteó la embajada con respecto a que no era el momento ni el lugar; se hizo una gran presentación en un hotel, con un alto costo, y lo cierto es que se terminó convocando a interlocutores como a los testigos en el Registro Civil para que escucharan la presentación”.
El canciller señaló que la orden de reducir los gastos a nivel general del gobierno “nos obliga a todos a ser más eficaces, más eficientes y, sobre todo, a coordinar más, que es lo que nos debemos y nos debe Uruguay XXI, tanto al MEF como a la cancillería”. Bustillo dijo que ese fue el mensaje que le transmitió, junto a Azucena Arbeleche, ministra de Economía y Finanzas, al director ejecutivo de Uruguay XXI, Jaime Miller —designado para el cargo por el ex canciller Ernesto Talvi—.
“Acá nadie está planteando la desaparición de Uruguay XXI. Creo que tiene un rol fundamental a cumplir. Simplemente, la coordinación permanente es lo que nos debíamos, y es lo que procuramos”, agregó el titular del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Uno de los cambios organizativos resueltos por el gobierno es suprimir del consejo de dirección de Uruguay XXI a los representantes externos —del sector privado, como la Unión de Exportadores, del sector cooperativo y de los trabajadores— y formar un consejo asesor con menos facultades. Esto responde “a la ejecutividad y eficiencia que pretendemos llevar adelante; lo que se pretende hacer es una estructura más dinámica”, porque “era un consejo con muchísimos actores, pero definitivamente eran pocas las veces que se reunía”.
El jerarca leyó un informe que elaboraron funcionarios de cancillería sobre las modificaciones legales, y aclaró que el presupuesto “si bien reduce asignaciones a Uruguay XXI, no por ello descuida las tareas que anteriormente se asignaban al instituto, dado que muchas de ellas se continuarán cumpliendo en otras áreas, evitando así duplicaciones”. En ese sentido, planteó que “debe analizarse el monto total que se dedicará a la promoción de inversiones y exportaciones y no solamente lo asignado a un instituto específico”.
Finalmente, en la comparecencia ante la comisión legislativa, el canciller elogió al anterior director de Uruguay XXI durante el gobierno frenteamplista, Antonio Carámbula, y subrayó que no tiene “ninguna objeción con el manejo que se ha hecho en anteriores administraciones; sé de la honestidad y la transparencia con que han actuado siempre”.