El próximo lunes, la Junta Departamental de Soriano resolverá si autoriza inaugurar un monolito que se instaló en el centro de José Enrique Rodó, en Soriano, hace un año. La obra, que pesa cerca de dos toneladas, fue encargada por el alcalde Washington Loitey al picapedrero Uruguay Guerrero y tiene los nombres de los integrantes del primer concejo municipal local, instalado en 2015, y del entonces intendente nacionalista Agustín Bascou.
Loitey lleva adelante su segundo mandato consecutivo como alcalde de Rodó. Explicó que encargó ese monumento antes de finalizar el primer ejercicio “para que quede en la historia la primera conformación del Municipio de Rodó, porque soy un gran defensor de las cosas antiguas”. “Yo vi algo parecido en un pueblito de Italia, que recordaba la conformación del primer gobierno local, y pensé que era una buena idea para copiar aquí. Y mis compañeros del anterior gobierno me acompañaron con esta idea”, explicó el alcalde a la diaria.
Sin embargo, esa iniciativa no fue bien recibida por los otros integrantes del municipio. Los concejales, pertenecientes al Partido Nacional (PN) y al Frente Amplio (FA), enviaron una nota a la Junta Departamental en la cual manifiestan “desacuerdo con el descubrimiento y permanencia del monolito” en el paseo céntrico.
Loitey admite “haber metido la pata, por ignorancia de la ley”, al no solicitar la autorización previa a la Junta Departamental. También dijo que respeta la opinión de sus actuales compañeros del municipio local, pero reclamó que “también se respete” lo resuelto en el período anterior y aseguró que ese monolito también fue votado por los representantes del FA.
Enrique Scala, exconcejal frenteamplista, cree que “se está perdiendo mucho tiempo con esta discusión”, y asegura que no acompañó la idea original de Loitey. “Yo le propuse hacer, a lo sumo, una galería con una foto recordatoria en el municipio, tal como se hace en otras instituciones”, dijo a la diaria.
Al igual que ocurre en esa localidad, en la Junta Departamental de Soriano las opiniones también están divididas. El FA votará en contra de la permanencia del monolito, “porque respetamos lo que dicen los locatarios”, señaló el edil Jorge Cardona, y agregó: “En primera instancia lo vemos como un masaje al ego del alcalde”. “Capaz que esta situación se podría enmendar llevando el monolito al municipio o agregándole una placa en que se recuerde la ley de creación de los municipios, que es algo muy importante para el FA”, añadió.
El edil nacionalista Nicolás Azanza también votará en contra de la permanencia del monolito en el centro de Rodó. Azanza, que vive en esa localidad, criticó al alcalde “por la costumbre de colocar autorreconocimientos por toda la ciudad”. En el período anterior “inauguró obras en el Parque 33 Orientales, hizo un miniestadio de fútbol infantil y ahí puso su nombre junto al del exintendente Agustín Bascou; inauguró una cancha de fútbol de arena y también puso un monolito; en el municipio también puso una placa con su foto y de los cuatro concejales restantes”.
Finalmente, dijo Azanza, “a este monolito lo ubica al lado de José Rodó, que es la figura más importante en la identidad del pueblo. Se le ha ido la mano; sistemáticamente ha ido dejando autohomejanes en todo el pueblo”.
En tanto, el edil José Lavista, también del PN, señaló que, más allá de las diferencias internas, la mayoría del oficialismo votará a favor de la permanencia del monumento todavía sin descubrir. “Si bien mucha gente de Rodó no está a favor de un monolito que se hizo en la misma gestión de quien organiza el reconocimiento –que a los vecinos les parece un autohomenaje-, nosotros lo vemos como un hecho consumado. Dejaremos constancia de nuestras críticas al respecto pero votaremos a favor de la inauguración”, adelantó el edil a la diaria.
Loitey aguarda una votación favorable a sus intereses. Insiste con que sacar el monolito sería muy dificultoso y que una maniobra mal realizada podría romper la piedra. “Queremos que pase a la historia. Mañana nos morimos todos y el monolito va a quedar ahí”, remató.