En su habitual reunión de los lunes, la bancada de senadores del Frente Amplio (FA) analizó la polémica en torno al ministro de Turismo, Germán Cardoso, luego de que el miércoles se conociera que, por medio de llamadas telefónicas, le pedía favores a un jerarca policial de Maldonado que fue imputado con prisión por cinco delitos. La bancada definió que se solicite a los diputados del FA que convoquen a Cardoso a la Comisión Especial de Seguridad y Convivencia de la cámara baja, “a los efectos de que él explique en qué contexto se dieron esas llamadas”, indicó a la diaria el senador de la oposición Charles Carrera.
La bancada de diputados del FA analizará este martes la convocatoria para afinar detalles. El representante Gerardo Núñez, del Partido Comunista, dijo a la diaria que el accionar de Cardoso “no corresponde, a priori”, teniendo en cuenta la información que se conoció por intermedio del fiscal del caso, Jorge Vaz, por lo tanto, “al menos amerita un análisis y una interrogante sobre si eso constituye o no un abuso de funciones”. “Es muy difícil disociar la persona y el vínculo de amistad supuesto entre Cardoso y el policía respecto de la jerarquía que hoy tiene Cardoso, en tanto ministro de Estado. De hecho, el funcionario policial le pidió una especie de saludo a la Policía por su calidad de ministro”, subrayó.
Núñez agregó que el oficialismo últimamente ha querido “minimizar este tipo de situaciones”, ya que “distintos legisladores han intentado quitarles valor a los cuestionamientos éticos que han surgido desde el FA”, pero “hay un aspecto ético que al menos merece una interrogante acerca de si constituye o no abuso de funciones”, insistió.
A su vez, el diputado del Movimiento de Participación Popular (MPP) Nicolás Lorenzo –que integra la comisión que citará a Cardoso– dijo a la diaria que “si hay una cuestión que tenga que ver con un hurto, cualquier ciudadano de este país debe llamar a la seccional más próxima y comunicar debidamente”. Por lo tanto, “llamar directamente a un comisario” con el que tenía “un vínculo de amistad, para pasar por arriba de lo normal”, no es “algo bueno desde el punto de vista ético”.
“El MPP entiende que la política se hace en beneficio de la sociedad en su conjunto y no se debe usar un privilegio para hacer ciertas denuncias. Más allá de lo jurídico, que puede ser discutible, el tema pasa por el punto de vista ético del lugar que se ocupa. No podemos ocupar un lugar para beneficiarnos, todo lo contrario”, subrayó.
Agregó que la oposición quiere “que se esclarezcan todas las dudas y todas las interrogantes, a modo de transparentar qué sucedió”. “Todos sabemos que si un ministro llama a un jerarca policial, hay una presunción de que está llamando y la persona que está del otro lado muchas veces se siente coaccionada de acatar propuestas que hacen los jerarcas. Entonces, existe una relación dispar. Nosotros queremos saber si mediante su influencia fue que llamó por teléfono. Eso no es ético”, finalizó.
La “hipocresía del sistema”
En tanto, el diputado del Partido Colorado y exfiscal Gustavo Zubía, integrante de la Comisión Especial de Seguridad y Convivencia, dijo a la diaria que no le ve “sentido” a la citación y subrayó que el tema de Cardoso “no tiene trascendencia penal”. Además, opinó que el caso fue “mal manejado” por el fiscal Vaz, porque, según su criterio, los fiscales, cuando hacen declaraciones a la prensa, “es porque se está investigando o se pidió una formalización”.
“En el caso del ministro, el fiscal dice que no hay ilícito; sin embargo, refiere a una serie de conversaciones que, de todas ellas, la única que podría haber tenido alguna trascendencia es la información referida a que le solicitó información de una amiga de la señora sobre una espirometría. Pero eso que solicitó es información. Otra cosa diferente hubiera sido que le hubiera solicitado alguna conducta al respecto”, sostuvo. Acotó que esa llamada “no tiene trascendencia penal”, pero “es la que a alguien puede llamarle la atención”, sin perjuicio de que “el no haber hecho ningún pedido ubicado en esa situación quita cualquier responsabilidad”.
Zubía agregó que Vaz cometió “un error” y dijo que tiene ejemplos “hasta de escuela”, ya que en su época de fiscal, cuando supo impartir algún curso sobre el oficio, enseñaba que deben abstenerse “de cualquier tipo de calificación de un eventual testigo o, en este caso, ni siquiera testigo, porque era una persona que había hablado con el imputado”. “Porque si no, se posibilita, como en algún caso que he tenido, donde se indaga, que la mujer de Fulano llama a Sultano, y empezás a darle a la prensa información de cosas que no tienen trascendencia penal... La conducta del fiscal, a mi juicio, fue completamente equivocada, al dar información referente a conversaciones que no tienen trascendencia penal, como él mismo lo dijo”, insistió.
Además, Zubía resaltó la “hipocresía del sistema, de cualquier partido político”, a raíz de su experiencia como fiscal “durante 40 años”. Puso como ejemplo que siempre hubo “llamadas a la Policía, al conocido o a un pariente en Antel para preguntarle cómo se hace este trámite”. “Yo he sido consultado muchas veces, incluso como fiscal, por algún conocido sobre cómo va esto o lo otro, y eso estuvo lejos de que yo sienta que hubo una presión o que quiso haberla”, señaló.
Por último, Zubía dio otro ejemplo de su época como fiscal: “Una vez pedí el procesamiento de un militar de alto grado por el delito de contrabando, y me llamó otro militar conocido de ese militar, que a su vez a mí me contactaba porque mi familia está llena de milicos. El tipo simplemente me preguntó, porque la mujer estaba nerviosa, si yo había pedido el procesamiento con o sin prisión –lo pedí con prisión–. Yo no sentí que hubiera ningún planteo ético porque una persona me llamara, invocando un conocimiento con mi familia, para preguntarme eso”.