Continúa el trabajo de los rescatistas en Miami, Estados Unidos, luego de que este jueves se derrumbaran 55 apartamentos de un edificio residencial de 12 pisos. Entre las víctimas fatales, que hasta el momento son diez según las autoridades locales, se encuentra una mujer de 74 años, nacida en Uruguay y que hace más de 40 años vivía en el extranjero, según confirmaron a la diaria fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Esta mujer tenía doble nacionalidad, porque también contaba con el pasaporte venezolano, por lo que las autoridades del estado de Florida no la habían enlistado dentro del grupo de uruguayos desaparecidos; de hecho, nadie se comunicó con el cónsul uruguayo para consultar sobre el estado de salud de esta mujer, por lo que se presupone que no tenía familiares en Uruguay. Por el momento, según datos que tiene la cancillería, continúa la búsqueda sin resultados de un matrimonio que estaba de visita en Miami y una adulta mayor que residía en el edificio.
Este lunes viajan a Miami cuatro familiares de los uruguayos que aún no fueron encontrados, luego de que la aerolínea Easter Airlines les brindara los pasajes, informó el secretario de Turismo, Remo Monzeglio.
Según informa este lunes la agencia Efe hay 151 personas desaparecidas y se encontraron con vida 135 personas. La alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, prometió llegar “hasta el fondo” en la investigación para determinar responsabilidades en el derrumbe del edificio inaugurado en 1981, con un total de 136 apartamentos.
Por su parte, el alcalde de Surfside, Charles Burkett, añadió que aunque han pasado cinco días del derrumbe, esperan encontrar personas con vida, como “ha sucedido en terremotos y catástrofes similares”. En esta tarea hay rescatistas estadounidenses pero también llegaron equipos de apoyo desde México e Israel.
El diario Miami Herald publicó este lunes que tras un informe de 2018, donde ya se advertía el peligro de una plancha de aislamiento mal colocada, que permitía filtraciones de agua, un funcionario a cargo de estos temas en la alcaldía en ese momento dijo que el edificio estaba “en una condición muy buena”.
La primera demanda contra la Asociación Champlain Towers, gestora del edificio, fue presentada el mismo día del derrumbe por una firma de abogados que representa a los propietarios, por “no haber sido capaz de asegurar y salvaguardar las vidas y la propiedad”, en la que se reclama una suma de cinco millones de dólares a cada uno.