“Por sus características y por los montos, el programa de atención a la primera infancia constituye un hito histórico en el apoyo a las políticas sociales”, aseguró este lunes la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, en una conferencia de prensa en la que se presentó el programa previsto en la Rendición de Cuentas que todavía está en debate en la Cámara de Diputados.
Arbeleche detalló que en la Rendición de Cuentas se incluye un presupuesto extra anual para la atención a la primera infancia de 50 millones de dólares porque el gobierno busca poner “todas sus baterías” en los más chicos. “Ese apoyo es lo que les va a permitir iniciar la vida y tener mayores oportunidades”, agregó.
Para dar forma al programa se creó un grupo de trabajo integrado por los ministerios de Economía y Finanzas, Desarrollo Social y Vivienda, la Administración Nacional de Educación Pública y la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE), la Oficina de Planeamiento y Presupuesto y el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay.
Este grupo de coordinación definió que “los 65.000 hogares de contextos más vulnerables que tengan niños de entre 0 y 3 años” reciban un bono de 2.500 pesos, acumulables con el Plan de Equidad recibido a través de Asignaciones Familiares, indicó el titular del Ministerio de Desarrollo Social, Martín Lema. El pago de este bono va a ser acompañado por “estrategias de incentivo” para que ese dinero “se traduzca en elementos que ayuden a una mejor crianza” de los niños. Arbeleche detalló que este no será un apoyo transitorio, sino que se va a mantener en el tiempo.
Otra de las medidas es “fortalecer” el trabajo de “acompañamiento y seguimiento de esos hogares”, indicó Lema, para “orientar y estar cada vez más cerca”. Se busca que “el bono crianza se optimice al máximo” y que el acompañamiento “ayude a tomar mejores decisiones”, agregó. Especificó que todavía no están definidas las contraprestaciones que se exigirán por el pago de esos 2.500 pesos.
Además, se incrementarán las becas para el acceso a la educación privada de aquellos niños que no vivan cerca de un CAIF o jardín de infantes “que permita lograr un desarrollo”, informó Lema. Estas becas buscan “diversificar las opciones y flexibilizar el acceso a una educación, en este caso a través de una opción privada”, añadió. En paralelo, se crearán nuevos centros CAIF con el objetivo de que tengan “una mayor presencia en lugares de contexto de extrema vulnerabilidad” y se van a “fortalecer las acciones que puedan determinar una mayor atención” para los niños de menos recursos.
Lema también dijo en la conferencia que el Mides y ASSE buscarán trabajar en “la captación de riesgo social y sanitario desde los controles en el embarazo”. La cartera “quiere tener cuanto antes información de cuál es el contexto social en el que se encuentran las diferentes embarazadas” para “dar una mayor respuesta” a eventuales vulnerabilidades.
El gobierno espera que el programa de atención a la primera infancia tenga “un impacto significativo” en la incidencia de la pobreza, que afecta a 20% de los niños de 0 a 3 años, dijo Arbeleche. “Es una situación que tenemos que frenar y revertir”, concluyó.