“Durante la guerra fría de la segunda mitad del siglo XX, la religión tuvo un papel relevante en la vida social, sindical y política en Uruguay. Analizar la teología detrás de los discursos políticos, fueran estos autoritarios o revolucionarios, democráticos o militaristas, nos ayuda a comprender una dimensión de la realidad sociopolítica de nuestro país y el recorrido vital de algunos de los protagonistas de esos años”. Este párrafo de la presentación de ¿De qué lado está Cristo? nos invita a repasar esta inédita investigación de Dahiana Barrales Palacio y Nicolás Iglesias Schneider, que interpela no sólo a los cristianos, sino también a toda la sociedad uruguaya y a su sistema político intentando echar luz sobre un tema en el que poco se ha profundizado.
Uno de los aspectos más novedosos del libro es que presenta como actores de esa época a los cristianos y a las iglesias que combatieron a la izquierda, a la teología de la liberación (sobre la que sí se ha escrito bastante) y apoyaron a la dictadura desde credos católicos y también evangélicos.
“En Uruguay existía una producción académica en torno al tema iglesias y dictadura, pero muy enfocada en relatos testimoniales, como la de [el pastor metodista] Ademar Olivera, la de [el sacerdote católico Luis] Perico Pérez Aguirre, la de [el arzobispo de Montevideo Carlos] Parteli o la de algún referente de la comunidad judía, algo de los valdenses. Pero no había nada de la producción en torno a los actores de la derecha religiosa. Visto desde una relación geopolítica, lo que pasaba en Uruguay era parte de una disputa cultural, política y religiosa de narrativas que se daba a nivel mundial. Por un lado, una narrativa que hablaba, como la teología de la liberación, de un Cristo del lado de los pobres, de los obreros, los campesinos, que quiere cambiar la realidad de la injusticia social, y por ese lado aparece la ‘opción por los pobres’, y por otro lado, un uso de Cristo, de la fe, de las imágenes religiosas y de textos bíblicos que defendía o apoyaba a los dictadores, o al que recurrían estos para legitimar su poder”, explica Iglesias.
En la investigación se introduce, como contraposición a la teología de la liberación, el concepto de teología de la seguridad nacional, que fue desarrollado, entre otros, por el filósofo argentino Rubén Dri. “Es la teología o el discurso religioso que, de alguna manera, establece que ese orden, esa defensa de la sociedad occidental y cristiana tiene una legitimidad religiosa, en tanto que esos militares [golpistas] son los que vienen a resguardar el orden querido por Dios frente al caos y la anarquía que significa la teología de la liberación y la infiltración comunista en la educación, los sindicatos, la cultura y en todos lados. Esa teología, entre lo profético y lo sacerdotal monárquico, entre el centro del poder y el borde, estuvo en toda la historia del cristianismo, en la que hubo dos iglesias, una del lado de los pobres, en el borde, y una atada al poder”, dice Iglesias, explicando el planteo de Dri.
Iglesias agrega que esa iglesia que “defiende el poder establecido” durante las dictaduras llegó incluso a justificar la tortura, las muertes y las desapariciones de personas. “En Uruguay eso no es tan claro, pero en el caso argentino –estamos hablando de una iglesia católica estatal, financiada por el Estado– hubo actores de esa iglesia legitimando la tortura”.
Pero el trabajo de Barrales e Iglesias también investiga el rol de las iglesias protestantes. “En el caso evangélico, la clave conservadora es más la visión de que Estados Unidos tiene un destino manifiesto. Estados Unidos es la nación elegida por Dios para llevar la libertad a todo el mundo. Eso es lo que más guía la concepción teológico-política de la derecha evangélica de esos momentos. La Unión Soviética era el mal, el ateísmo marxista, y Estados Unidos era la nación elegida por Dios”, sostiene Iglesias.
Los archivos de Irene Shepherd
Uno de los insumos fundamentales para la investigación del accionar de estos sectores protestantes es el archivo de Irene Shepherd, una profesora angloargentina que lideraba la iglesia Emanuel, y que fueron hallados cuando Iglesias trabajó en el documental Fe en la resistencia, un antecedente de este libro. “La iglesia Emanuel era una comunidad de habla inglesa, que se reunía en la iglesia ubicada en Guayabos y el callejón de la Universidad de la República [hoy perteneciente a la Iglesia de Cristo Científico], desde 1925 hasta 1976. Fue propiedad de la iglesia metodista, primero de la estadounidense y después de la uruguaya. El material es muy grande y aborda muchos de los vínculos entre la incipiente derecha evangélica en Uruguay, las primeras tareas de lobby e incidencia en la política, sus vínculos con lo partidario, y después el apoyo a la dictadura”, cuenta Iglesias.
“Todo ese material recién ahora lo estamos pudiendo procesar más en profundidad. En el libro hay una presentación tanto del catolicismo integrista como de la derecha evangélica, pero estamos procesando en profundidad el material del archivo”, añade, como prometiendo una continuidad de la investigación y nuevas publicaciones para el futuro.
Uno de los datos que el archivo permitió comprobar es la presencia del jefe de la CIA en Montevideo entre 1965 y 1968, John R Horton, y del embajador estadounidense de la época en la iglesia Emanuel.
“Esa comunidad se separa de la iglesia metodista por diferencias políticas y teológicas, ya que esta iglesia estaba del lado de la resistencia a la dictadura y con los movimientos sociales y populares”, concluye.
Teologías revolucionarias y cristianos armados
En la época analizada, hubo cristianos que fueron encontrando parecidos entre Jesús, Ernesto Che Guevara y el sacerdote católico colombiano Camilo Torres, que optó por hacerse guerrillero del Ejército de Liberación Nacional.
Barrales se ha dedicado a estudiar este tema en profundidad. La antropóloga cuenta que siempre le interesó el cristianismo, por su propia experiencia en Tambores, el lugar donde nació, en el departamento de Tacuarembó. “Me parecía que el cristianismo ocupaba, por lo menos en Tambores, un lugar importante en la sociedad para la integración social de las personas, más allá de la creencia, más allá de la fe. Si no estabas en un grupo de jóvenes cristianos era muy difícil que te integraras”, expresa.
Por ese interés terminó estudiando Antropología, “haciendo la tesis sobre umbanda, por los devenires, pero siempre quedó esto del cristianismo”. Por una pasantía en el Museo de la Memoria se acercó al tema “del pasado reciente”, afirma. “No sabía nada [de ese tema] porque estaba con la idea de que la dictadura no había pasado, por lo menos en Tacuarembó”, y conoció al Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T) guiando a las visitas.
Cuando se presentó a la maestría en Historia y Memoria en la Universidad de la Plata, Argentina, eligió como tema a los cristianos en la izquierda, algo que para ella “era una novedad, porque venía de otro contexto, no tanto religioso, de una tradición cristiana y de una tradición política distinta, no de izquierda”.
“Empecé a indagar dónde había cristianos en la izquierda y me encontré con el Partido Demócrata Cristiano, con la fundación del Frente Amplio y, para mi sorpresa, en ese momento me encontré con los cristianos del MLN-T y dije ‘voy a hacer de esto mi tema de investigación’, porque empecé a hacer entrevistas y vi que había algunas dificultades narrativas para hablar de la experiencia de integración de los cristianos al MLN-T”.
“Mi aporte al libro fue trabajar con las experiencias de las personas, porque la maestría tiene un énfasis muy importante en los testimonios y en trabajar con lo que las personas vivieron y cómo contextualizar eso en un presente, porque la persona está hablando en la actualidad, está construyendo algo en este momento, pero refiriéndose a algo que ya no es. Eso fue lo más lindo y todo un desafío”, añade.
Su tesis es sobre los cristianos que se integraron al MLN-T “o se vincularon”, porque hace “esa distinción”, entre los que estuvieron en los Comandos de Apoyo Tupamaro o “tuvieron simpatías por el MLN-T, por el 26 de Marzo”. “Lo que trato de mostrar en una parte del libro y en mis trabajos en cuanto a la trayectoria de los cristianos es que no se levantaron un día y decidieron integrarse al MLN-T, sino que son procesos que se van dando de forma gradual e incluso son procesos que se dan en movimientos previos que derivan en una integración a los tupamaros y en discusiones gigantescas de si es posible que un cristiano se integre o no al MLN-T”. “Estos cristianos discutieron un montón sobre si la violencia era o no factible para los cristianos con base en diversos textos sociológicos y religiosos, y cómo las figuras del Che y Cristo van convergiendo en esas direcciones, y cómo en las narrativas actuales aparecen ciertas dificultades de expresar esta trayectoria, esta vinculación con el MLN-T”, concluye.
El libro contiene mucho más que estos adelantos: un repaso por la actuación de cristianos en los movimientos sociales y políticos de la época, las juventudes organizadas, el papel de algunos laicos y religiosos en la vida política, y hasta un capítulo dedicado a los cristianos asesinados o detenidos desaparecidos por el terrorismo de Estado. Un material imprescindible para comprender mejor el pasado reciente desde una perspectiva desde la que no se había mirado aún.
Autores
Dahiana Barrales Palacio (Tacuarembó, 1991) es licenciada en Ciencias Antropológicas por la Universidad de la República y maestranda en Historia y Memoria por la Universidad Nacional de La Plata (Argentina).
Nicolás Iglesias Schneider (Montevideo, 1983) es licenciado en Trabajo Social y maestrando en Historia Política por la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República. Es director del proyecto sobre fe y derechos humanos Fe en la Resistencia y del documental del mismo nombre, y dirige el portal Los dioses están locos.
¿De qué lado está Cristo? Religión y política en el Uruguay de la guerra fría. Dahiana Barrales Palacio - Nicolás Iglesias Schneider. Fin de Siglo, junio de 2021. Proyecto financiado por el Fondo Concursable para la Cultura de la Dirección Nacional de Cultura del Ministerio de Educación y Cultura.