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Mario Cayota y Carolina Cosse, ayer, en la Intendencia de Montevideo.

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Libro “homenaje” del escritor Mario Cayota sobre el “pensamiento y acción” de Tabaré Vázquez

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A la presentación asistieron distintas personalidades políticas; Rodolfo Nin Novoa recordó el carisma del histórico líder frenteamplista, lo que lo transformó en “el depositario” de las esperanzas de la gente.

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En la sala Ernesto de los Campos del edificio sede de la Intendencia de Montevideo, el escritor Mario Cayota presentó su libro sobre el “pensamiento y acción” de Tabaré Vázquez: “Un pasado que se conjuga en futuro”. La actividad contó con la oratoria del autor, así como del exvicepresidente Rodolfo Nin Novoa, el politólogo Daniel Chasquetti y el historiador Gerardo Caetano. Entre los asistentes estuvieron familiares del exjefe de Estado y autoridades del Frente Amplio (FA), como el presidente de la fuerza política, Fernando Pereira, la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, y el intendente de Canelones, Yamandú Orsi.

El primero en dirigirse a los presentes fue Cayota, quien comenzó compartiendo una “aparente paradoja”. Según contó, trató mucho y poco con Tabaré: la mayoría de las veces lo trató por llamada telefónica, pero llegó a tener tres o cuatro encuentros de larga duración y de mayor intimidad. Fueron esos contactos los que llevaron a que el expresidente le pidieran que escribiera el libro.

La obra recoge “los objetivos y las metas alcanzadas por el FA en los dos períodos de gobierno presididos por Vázquez” y “relata los principios que guiaron el que fue y seguirá siendo su rumbo”. El autor destacó el concepto de humanismo como central en el pensamiento de Vázquez y señaló que el expresidente sabía que ese humanismo podía desembocar en el desarrollo de “fuertes lazos comunitarios” en la sociedad uruguaya.

El siguiente en hablar fue Nin Novoa, que recordó los 30 años de compañerismo que compartió junto con el expresidente y en los que consolidó una “relación muy cercana”. Señaló que Vázquez tenía un carisma que le permitía ser el “depositario” de las esperanzas de la gente. Visiblemente emocionado, el exvicepresidente cerró diciendo que “Tabaré fue una chispa que prendió una luz” y que “esa chispa la vamos a seguir manteniendo encendida ¡Viva Tabaré!”.

Chasquetti, a su turno, afirmó que “cuesta mucho encontrar tamaña audacia en las reformas en la historia uruguaya”. Señaló que muy pocos logran ser recordados por el colectivo, pero que hay algunos elegidos que consiguen lo que el resto no puede: “Ingresó en el panteón de los grandes hombres de la historia del país”.

Caetano fue por la misma línea y planteó que el exmandatario “tendrá sus saberes y sus debes, pero no cabe duda de que su figura prevalecerá desde su historia, que es impactante”. Recordó los orígenes de Vázquez en la Teja, un “barrio humilde”, donde en un hogar muy modesto vivió con sus padres y hermanos, y argumentó que sus “vivencias de barrio y con la gente” se pueden ver en muchos actos de su gobierno.

Caetano indicó que al expresidente “no le gustaba perder ni en la bolita” y que “cuesta imaginar una vida política más exitosa: fue el primer intendente de Montevideo en la historia del Frente Amplio y el primer presidente del Frente Amplio”. Marcó que su primera presidencia fue “descollante” y señaló que el segundo gobierno “no fue igual, tuvo falencias y Tabaré las admitió”. Finalizó remarcando que Vázquez queda en lo mejor de la historia del país y que el libro de Cayota “es una contribución al mejor Uruguay”.

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