En la Junta Departamental de Paysandú los ediles del Frente Amplio (FA) y el Partido Colorado intentaron analizar la situación de la empresa constructora Indre, cuyo dueño es el empresario Mario Macri, que comenzó a trabajar en las obras para la expansión de su planta original en una zona destinada a ser de residencias en las que no puede construir.
En un comunicado que emitió el FA el jueves se explica que las bancadas intentaron tratar el tema “de forma grave y urgente”, sin embargo, los representantes del Partido Nacional, con la presencia de su correligionario, el intendente Nicolás Olivera, votaron en contra, “impidiendo que se pudiera tratar el tema y aprobar una resolución para que el intendente suspenda la obra”.
Desde el FA se “condena este accionar” y se sostiene que no se debe “seguir adelante con la instalación de una nueva industria en clara violación al Decreto de Ordenamiento Territorial vigente”.
El problema es que la empresa de Macri comenzó las obras en la Zona Urbana Norte 1, a dos kilómetros de su planta original, un espacio que por decreto está destinado únicamente para uso residencial, quedando prohibida la instalación de nuevas industrias, aunque se permite operar a las preexistentes.
Los vecinos alegan que no se trata de algo que ya estaba en el barrio, sino que es una nueva planta industrial que se quiere instalar, mientras que la empresa dice que está en su derecho, en tanto se trata de una “planta auxiliar” a la que ya tiene Indre sobre el río Uruguay, puesto que “la creciente del río desaloja” a la empresa de su “planta madre”.
Según informó a la diaria el intendente y el director de Obras de la Intendencia de Paysandú, Horacio Marsico, el permiso de construcción para la obra todavía no está aprobado por la comuna, a la espera de los informes de viabilidad.