En 2013, a pedido del gobierno uruguayo, comenzó a discutirse en la Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP), organismo binacional para la gestión del Río de la Plata, el dragado del canal de acceso al puerto de Montevideo, que requiere el aval del gobierno argentino.
La obra inició su primera etapa a 13 metros pero luego las autoridades uruguayas presentaron un nuevo proyecto que implica extender el dragado a 14 metros, proceso que comenzó en 2021. De concretarse, Uruguay mejoraría la competitividad respecto a Argentina -uno de los objetivos de la Administración Nacional de Puertos (ANP)-, dado que el puerto de Buenos Aires tiene 12 metros de calado.
Sin embargo, la obra no parece estar cerca de concretarse, según se desprende de una nota firmada por el presidente de la Delegación Argentina de la CARP, Diego Tettamanti, enviada el 24 de mayo a su par uruguayo, Alem García, en la que le informó que por el momento la solicitud fue rechazada y pidió más información. “Mientras Uruguay no presente la documentación completa sobre dicho proyecto, no comenzará a correr el plazo de 180 días previsto para que la parte argentina se expida sobre el mismo”, indicó.
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“La documentación presentada del Proyecto de Profundización y Extensión del Canal de Acceso al Puerto de Montevideo a 14 metros [...] es incompleta y resulta insuficiente para que la parte argentina pueda hacer una evaluación del efecto probable que la obra ocasionará a la navegación o al régimen del río”, expresa el jerarca argentino en el documento.
Según planteó, está pendiente la presentación “del plan de dragado de mantenimiento de la profundidad a 14 metros”, en el que se defina la modalidad de ejecución de las tareas en cada etapa del proceso. Asimismo, dijo que no se presentó un estudio de impacto ambiental definitivo en el que “queden claramente establecidas todas las conclusiones ambientales sobre aumento de la turbidez durante la ejecución del dragado, la evaluación toxicológica de los sedimentos para su disposición, la dispersión de los sedimentos en el vertido del material dragado, las modificaciones en los patrones de circulación en la zona de proyecto y los efectos sobre la biodiversidad del río”.
El estudio de impacto ambiental que presentó Uruguay es el mismo que utilizó para el dragado a 12 metros, “por lo cual no corresponde su consideración”, indicó la parte argentina en el texto. Además, señaló que Uruguay deberá remitir un plan de gestión ambiental con los “parámetros medioambientales a monitorear durante la ejecución del dragado de apertura y mantenimiento del canal de acceso a Montevideo”.
Entre la información requerida, falta también la firma de autoridades, la versión impresa de la documentación que acompañe el formato digital, la traducción del inglés al español del estudio de suelos, el informe final con los resultados de los estudios correspondientes a la licitación abreviada 25.314 de la ANP, especificar las normas internacionales que se tomaron en cuenta para determinar los márgenes de seguridad adoptados y las limitantes operativas, así como detallar los materiales y el volumen a dragar.