Ingresá

Gerardo Caetano y Magdalena Broquetas, en la presentación del Tomo 3 de Historia de los conservadores y las derechas en Uruguay, el 14 de junio, en la sala Athaualpa del teatro El Galpón, en Montevideo.

Foto: Javier Calvelo, adhocFOTOS

Un libro para “romper un sentido común instalado, o que algunos querían instalar” posdictadura

6 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

Se presentó Pasado reciente: legado y nuevas realidades, tomo final de la trilogía de estudios académicos sobre las derechas y los conservadores en Uruguay.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Este miércoles, en la sala Atahualpa del teatro El Galpón, se realizó la presentación del tercer tomo de la serie “Historia de los conservadores y las derechas en Uruguay”, titulado Pasado reciente: legado y nuevas realidades. El libro fue coordinado por los doctores en Historia Gerardo Caetano y Magdalena Broquetas.

Los coordinadores dedicaron más de una hora a reflexionar sobre los contenidos de la flamante obra y completaron un análisis de la política uruguaya y sus relaciones internacionales y nacionales con los legados y las heridas heredadas del período posdictatorial y de apertura a la democracia. Allí serán protagonistas las posturas antagónicas de la memoria y de “mirar hacia adelante”, como expresan en el texto.

Broquetas agradeció a quienes leen por su “enorme avidez por estos libros, que también hicieron posible que una obra que busca tender puentes entre la historia investigada y la historia divulgada circulara en este, que es un medio pequeño y modesto en cuanto a cantidad, pero que evidentemente tiene mucha avidez por entrar en estas discusiones”.

Por su parte, Caetano dijo que “en Uruguay cuesta hablar de las derechas” y que, a pesar de que junto a Broquetas coordinan un grupo de estudios sobre ellas, “como a casi todas las cosas, se llegó tarde”.

Ambos coincidieron en que el público objetivo es la ciudadanía en general. A pesar de reconocer que es común que se crea que los investigadores escriben para sus colegas de la academia, Caetano confrontó: “No es así, nunca fue así y no debe ser. Escribimos para discutir, no desde un discurso de la verdad, para la gente, para mejorar la sociedad y para eso es importante recoger nuevas preguntas y nuevos documentos sobre el pasado que pueden brindar un esclarecimiento diferente sobre el presente y sobre el futuro”.

En la misma línea, Broquetas aseveró que el sentido de la obra responde a una coyuntura actual que “presenta mucha urgencia por entender a las derechas, también desde el ámbito académico y las preguntas no siempre coinciden”. Este libro sintetiza investigaciones, “tiene la voluntad de divulgar, de llegar al público amplio, no es un libro para expertos, colegas o universitarios estrictamente y se estructura en torno a preguntas analíticas”, sentenció.

Legados

Desde el título, el libro plantea la cuestión de los legados que el pasado reciente dejó. “Propone un recorrido por la historia más reciente, cargada de herencias y de asuntos del pasado. El vínculo entre pasado, presente y futuro siempre es muy imbricado, pero en algunas coyunturas el cierre de etapas no es tan evidente, como en este período de la historia”, desarrolló Broquetas.

La historiadora sostuvo que algunos de estos legados eran el resultado de 12 años de dictadura y de la década previa, por ejemplo: “Los cambios en la economía, que se había dolarizado, que el país se había transformado en una plaza financiera para los capitales golondrina, la compra por parte del Estado en carteras incobrables, el desplome salarial, y podríamos nombrar algunos más. Un país que tenía una esfera pública muy golpeada que venía de tres lustros de censura, autoritarismo y falta de libertades”.

Otros legados son resultado de “la feroz represión que había sido la norma en la década anterior, y de la manera en que se quiso evitar la identificación de responsabilidades de las altas esferas del gobierno de facto y en los años previos del autoritarismo”, apuntó Broquetas. Por esto, al comienzo de este tomo, Uruguay era un país que “cargaba con algunas mochilas: la de la tortura, aplicada de manera masiva generalizada desde 1968 y hasta el último año de la dictadura, 1984, con la mochila de los secuestros y la prisión arbitraria, de las persecuciones”.

En suma, “un país que se enfrentaba a una recuperada democracia con una experiencia de violencia estatal y de violación a los derechos humanos que no tenía parangón en el siglo XX y, por lo tanto, en la memoria de los uruguayos”, concluyó Broquetas.

De izquierdas y derechas

Caetano se enfocó en que quien estudia a la derecha y a la izquierda “no estudia dos esencias inmutables que pueden definirse por esencias que se repiten. Estudia sí una categorización dialéctica relacional y contextual que cambia con el tiempo y que aún en una misma época puede tener -y esto ocurre particularmente hoy- rasgos muy diferentes de acuerdo a las culturas, los continentes, la geopolítica de cada territorio”.

En esa perspectiva, esta obra aporta una mirada distinta sobre la historia uruguaya, “no necesariamente es la historia del bien y del mal. Es de confrontación de intereses, ideas, de concepciones de visiones de la vida y de antropologías”, argumentó.

Pero esa clave relacional existe y persiste. El libro se posiciona contra un sentido común que se quiso instalar a finales del siglo XX “tratando de destruir la confrontación de ideologías y llegando a la noción del fin de la historia, con el pronóstico un poquito equivocado de Francis Fukuyama de que después de la caída de la URSS [Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas], en el siglo XXI vendrían tiempos aburridos”, contrastó Caetano, y dejó en claro que “la historia continúa porque siempre hay conflicto, siempre hay debates, ideas, corrientes cargadas de filosofía, de antropología, de visiones ideológicas alternativas que defienden intereses contrapuestos y que confrontan”.

Para el historiador, “el primer signo de esta aventura colectiva es romper un sentido común instalado, o que algunos querían instalar”, por esto, los tres tomos aportan “evidencia fundamental respecto a que la historia continúa y que hay horizontes de expectativas y que suponen una confrontación cambiante, histórica, siempre a construirse, pero que implica un contraste entre izquierdas y derechas”.

Neoliberalismo y el sentido común

Este tomo nos invita a viajar al derrumbe del llamado socialismo real, del colapso de la URSS, un momento a nivel global que dispone del escenario auspicioso para las derechas. “Se extendió con éxito la idea de que se estaba al final de las ideologías, que no era viable pensar en un sistema alternativo al capitalismo y muchos principios que eran de las derechas y habían tenido detractores ganaron terreno con una velocidad inusitada”, contó Broquetas y ejemplificó: “La idea de que no hay como el mercado para asignar bienes y recursos o la idea de la imprescindible apertura al exterior. En América Latina, con distintos grados de virulencia, el neoliberalismo avanzó y apuntaló esos principios”.

La historiadora explicó que el proyecto neoliberal no implica aspectos meramente económicos, sino que apuntan a un proyecto refundacional que atraviesa todos los órdenes de la vida. “Si los 90 son tan fermentales para este proyecto es porque desde entonces el discurso hegemónico es neoliberal. Bajo ese paraguas y bajo esa atmósfera de época es que fue ganando terreno un tipo de discurso que es posideológico, que nos dice que es ridículo hablar de izquierdas y derechas, que es ridículo introducir la idea de las ideologías”, describió.

Caetano, por su parte, eligió detallar los vínculos del neoliberalismo, el militarismo, la religión, los derechos humanos, el descubrimiento de los restos en el Batallón 14, las claves internacionales y muchos aspectos que remiten a la época inicial del libro y a la final, que es contemporánea. “Todo eso está en el libro, que aporta en clave transversal para discutir profundamente una sabiduría convencional instalada, que vemos cotidianamente siendo divulgada una y otra vez y que aplican la clave autoritaria de un sentido común frente al cual solamente caben errores conceptuales”, explicó.

Sobre los discursos presentes actualmente comentó que el tomo es una invitación a “romper el sentido común”. “Romper el sentido común de decir 'yo defiendo la libertad', no me alcanza, hay necesidad de discutir de qué libertad hablamos, o cuando se dice 'yo soy demócrata', discutamos entonces a qué democracia apuntamos”, desarrolló Caetano. Para él, “lo peor es la instalación más contumaz de la política de la mentira, con la que digo una cosa el lunes, la cambio el martes, la vuelvo a cambiar el miércoles”, agregó.

En cuanto al panorama actual, diagnosticó que “no todo se define en la clave izquierdas y derechas”, puesto que “hay una clave que va primero, que es la clave democracia-autoritarismo y que lleva la batalla cultural a una confrontación entre nosotros y ellos”, en la que no importa la verdad, sino la identidad de cada postura.

Finalmente, Broquetas afirmó que “parece que sí hay bastante para decir de las derechas” y que “la verdadera historia esconde una voluntad transformadora y es con ese compromiso ciudadano que hemos encarado esta propuesta”.

La presentación concluyó con una reflexión de Caetano que sentenció: “La historia de las derechas, entre otras cosas, desde una visión fuertemente académica pero también ciudadana, desde el máximo pluralismo de la teoría y también de la república, es también una contribución, un aporte, para algo que está más allá de ideas de partidos, de filosofías o de religiones. Nunca más”.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura