La Junta Departamental de Montevideo (JDM) homenajeó en vida a la defensora de los derechos humanos María Bernabela Belela Herrera, este martes, en el edificio del legislativo departamental. A pocos días de cumplir 97 años, despacio y con la ayuda de un andador, la ciudadana ilustre de Montevideo ingresó este martes sobre las 14.00 a la sala de sesiones del Palacio Gómez, donde la esperaba, entre otras figuras públicas, el excanciller Enrique Iglesias. Allí recibió el premio Montevideanas, que la JDM otorga cada año a “mujeres de destacada trayectoria y gran aporte a la sociedad”. “¡Viva Belela!”, exclamaron algunos de los presentes, en su mayoría de pie, como bienvenida.
El evento fue apoyado por todos los partidos políticos con representación en la Junta. La presidenta del cuerpo legislativo, la edila del Frente Amplio (FA) Patricia Soria, dijo que Herrera “ha sido un faro de esperanza en diversas partes del mundo”, desde “sus primeros días en la lucha de los derechos humanos en Chile” hasta “su incansable labor” en la Agencia de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). Herrera, sostuvo, “se expuso una y mil veces” a lo largo de su vida, “pensando primero en el otro, en la otra, y vaya si en estos tiempos de individualismo eso no es una gran lección”, reflexionó.
Sentada a la izquierda de Herrera, la edila del FA dijo que “Belela siempre nos ha enseñado que la lucha por un mundo más justo, más humano y más empático no es sólo una responsabilidad individual, sino también una responsabilidad colectiva”. Afirmó que el “ejemplo inspirador” de la homenajeada “ha guiado a muchos y muchas, no sólo en Uruguay sino en el mundo, a comprometerse con la causa de los derechos humanos y la justicia social”.
En nombre de la Junta, Soria sostuvo que la vida y la obra de Herrera “son un testimonio viviente de que incluso en los momentos más oscuros siempre habrá esperanza y justicia”. Manifestó que su figura “encarna a la perfección aquello de que hacer es la mejor forma de decir”.
A su turno, la edila del Partido Nacional (PN) Analía Pereira eligió compartir una reflexión personal. “Quisiera destacar algo que me marcó leyendo la historia de Belela”, expresó, y leyó la respuesta que dio Herrera en una entrevista ante la pregunta de si en algún momento “sintió miedo o frustración”. La respuesta de Herrera fue: “Cuando no podía resolver las cosas me quedaba muy frustrada, [pero] miedo no. Es raro porque yo siempre fui miedosa, nunca fui valiente. Hice lo que tenía que hacer. Fui audaz”, consignó Pereira.
Pereira dijo que Herrera fue audaz cuando “priorizó salvar vidas y dar oportunidades a personas que estaban viviendo una época muy oscura”. Por eso, “la vida de Belela para nosotros es un legado” y “este reconocimiento es importante para no olvidar, para recordar lo que personas como Belela pasaron, y como una forma de seguir construyendo una sociedad en paz”, resaltó.
En representación del Partido Colorado (PC) habló la edila Deborah Hollander, quien, sorpresivamente, citó declaraciones de la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, en ocasión de un homenaje que el Correo Uruguayo le realizó a Herrera en 2015. Hollander recordó que en aquel entonces, siendo ministra de Industria, Cosse definía a Herrera con “las palabras de 'tierna valentía', y dijo lo siguiente que me gustaría compartir: 'la palabra valentía, en su concepción más profunda, más humana y más firme, está encarnada en ella'”, rememoró la edila del PC. “Me pareció muy emocionante. Creo que nos ayuda a entenderla y conocerla un poco más”, añadió.
Belela Herrera, el 19 de marzo, en la Junta Departamental de Montevideo.
Foto: Alessandro Maradei
Luego Hollander le dijo directamente a la homenajeada: “Visibilizarla a usted, Belela, es visibilizarnos a todas, por eso estoy muy emocionada de poder compartir con usted, agradecerle y felicitarla por su gran lucha”.
Zaffaroni: “Siempre serán pocos los homenajes”
Fue justamente Enrique Iglesias quien convocó a Herrera para trabajar en Acnur en Chile en 1973. Allí permaneció hasta 1980, período en el cual, “con tan sólo un pasaporte diplomático y un pequeño Fiat 600 [de color rojo], salvó la vida de cientos de chilenos que golpeaban a su puerta buscando protección tras el golpe de Estado de [Augusto] Pinochet”, recuerda la JDM en un comunicado oficial.
Algunos años después, en 1983, Herrera también fue “testigo de la recuperación de la democracia en Argentina”, donde “colaboró con el reencuentro de muchas familias después de años de exilio”, además de ayudar en la búsqueda y el hallazgo de niños y niñas desaparecidos durante la dictadura.
Más tarde, Herrera militó en la Comisión Nacional Prorreferéndum por el voto verde para revocar la ley de caducidad, y en el primer gobierno del FA fue designada subsecretaria de Relaciones Exteriores por Tabaré Vázquez. “Podríamos estar meses y creo que no nos daría para una biografía tan vasta”, apuntó Hollander durante su intervención.
Luego de recibir el premio, Herrera dio las gracias por “la caricia al alma” que dijo sentir esta tarde, y aseguró que “el pueblo uruguayo ha sido muy generoso” con ella. “Yo no voy a estar mucho más en esta vida, porque ya tengo muchos años y es hora de que el Señor me llame. Yo soy cristiana, seguí la teología de la liberación y eso me ha ayudado mucho en la vida para poder seguir adelante”, expresó.
Acerca de su trabajo como diplomática, Herrera dijo que “son cosas que pasaron antes y uno las hizo en un momento en que tenía que hacerlas”, aunque también admitió haberse sentido “muy frustrada” cuando no pudo ayudar.
En diálogo con la diaria, Elena Zaffaroni, referente de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, que estuvo en el evento, afirmó que “siempre serán pocos los homenajes que se le hagan a Belela”, a quien definió como “un ejemplo para la humanidad” por su “solidaridad, compromiso y sencillez”. Para “las viejas” de Madres y Familiares, sostuvo, “ha sido siempre una hermana, alguien más de nuestra lucha, al igual que todos los familiares”. “Todo el reconocimiento que se le hace me parece importantísimo”, consideró.