El escenario donde el Frente Amplio (FA) conmemoró un nuevo 26 de marzo, este martes, se ubicó en la plazuela Francisco Araucho, con el Palacio Legislativo de fondo. El tradicional acto recuerda cada año la primera convocatoria masiva de la fuerza política, en 1971, y este año estuvo atravesado por la campaña electoral, tanto en el discurso del presidente de la fuerza política, Fernando Pereira, como de sus cuatro precandidatos: Yamandú Orsi, Carolina Cosse, Mario Bergara y Andrés Lima.
Pereira, que cerró el acto, centró el discurso en los “pilares” para construir una victoria electoral del FA en este 2024. “Uno es la gente” que “en cada ciudad sale a militar”; el segundo “es la fortaleza” de las candidaturas del FA y el tercero “es el programa de cambios”, enumeró. En rueda de prensa, detrás del escenario, preguntó luego dónde podría leer el programa de “los que pedían [al FA] que mostrara un programa”. “Yo estoy interesado en leer, como leí el Compromiso por el País”, a partir del cual llegó “a la conclusión de que habían fracasado, porque de los compromisos que hicieron en ese documento que firmaron cinco partidos prácticamente han fallado en la mayoría de ellos”, aseguró Pereira.
“Uruguay no es más seguro por frases grandilocuentes como ‘se acabó el recreo’”, apuntó el dirigente. El país, según Pereira, “tiene una cantidad de violencia como nunca se había visto”, lo que se traduce, a su entender, en “muertes con cuerpos descuartizados, con cuerpos calcinados, niños baleados”. Entonces, apuntó, “lo que precisa Uruguay es una certeza de que va a venir un gobierno y va a cambiar sin grandilocuencias, sin insultos, sin agravios, sin campañas sucias”.
En su discurso Pereira también habló de que la elección será “entre el herrerismo y el FA”, y durante la rueda de prensa lo reafirmó: “La elección es entre el herrerismo y el FA”, aunque consideró que hay sectores en la coalición que “están jugando fuera de puesto”, en referencia a quienes “se definen como centroizquierda” y que “no tienen nada que hacer en un gobierno de derecha”.
Cuando subió al escenario, Orsi definió el estado del país como “cada vez más chato”, con “360.000 uruguayos que están por debajo de la línea de pobreza” y donde “todos los días vemos personas revolviendo la basura”. En síntesis, lo describió como un país “mucho más desigual, donde pobreza e infancia parecen casi sinónimos”, y que es “cada vez más inseguro”.
De cara a la campaña, dijo que los equipos de los precandidatos del FA “están dispuestos a comerse la cancha”, y para cerrar sacó a relucir una edición de El Popular del 8 de noviembre de 1971, en la que se hablaba del atentado contra el general Liber Seregni en el contexto de esa campaña electoral, con el fin de ver “de dónde venimos y hacia dónde vamos”. “Acá estamos los cuatro, acá están los sectores, está la institucionalidad del FA”, cerró.
Nueva era
El concepto clave de Cosse, en tanto, fue el “cambio de era”. Comenzó recordando que Seregni, en 1971, “les decía a los frenteamplistas que el FA estaba abriendo una nueva época en la vida del Uruguay” y ahora “estamos viviendo una nueva era en todo el mundo, por lo tanto, es tiempo, una vez más, de que el FA abra de vuelta esa nueva era acá en el Uruguay”, manifestó.
“Estos cambios que se están viviendo en el mundo no nos permiten con el pensamiento del siglo XX hacerles frente. No está escrito en piedra nuestro futuro, ni siquiera los grandes especialistas pueden explicar fenómenos que se están dando en los países en un mundo que tiene una ciencia que está yendo a una velocidad nunca antes vista”, insistió Cosse, y en cambio señaló que se debe “recurrir a algo que no ha cambiado: nuestra condición humana y humanista”.
Esa “es la forma” de “preparar al Uruguay para transformarlo como país, no para transformarlo para una élite o para unos pocos”, reflexionó Cosse. “No nos resignemos a que la realidad tiene que ser así” porque “si nos hubiésemos resignado, no tendríamos el Sistema Nacional Integrado de Salud ni el Plan Ceibal”, acotó. Ahora, enfatizó, toca hacer “un esfuerzo colectivo de adaptación y de cambio, plantearnos un paradigma diferente” para iniciar ese “cambio de era”.
Lecciones aprendidas
A su turno, Bergara habló de trabajar “para adelante” y, en caso de ganar, ya no hablar de “gobiernos en disputa”. En rueda de prensa, planteó la necesidad de “dejar en claro que el gobierno es un gobierno de todo el FA, que ya no podemos pensar en lógicas que a veces pasaban porque pensábamos que teníamos las elecciones ganadas para siempre”, y criticó que el FA se daba “el lujo de plantear un gobierno en disputa o de más de un equipo económico”.
Bergara entendió que el FA “ya ha aprendido esas lecciones” y, por lo tanto, dio “por sentado” que en un eventual nuevo gobierno frenteamplista se va a “hacer mejor”. “Uno ve la imagen de Danilo [Astori] y de cómo él condujo la gestión económica en los gobiernos del Frente y está claro que hubo períodos en donde hubo mucha discusión en la interna”, donde “no era, de alguna manera, aceptada la línea astorista en gestión económica”.
Finalmente, “la vida demostró que era la línea correcta y que el Frente, de hecho, fue exitoso en la gestión económica y en la gestión social”, señaló Bergara, esto porque “se logró instalar un enfoque astorista en todo ese tema” y quien gane la interna tiene que tener en cuenta que “el enfoque de la gestión económica tiene que ser el de la prudencia”, de “entender las restricciones” y “tener claros los objetivos”.
“No queremos más a este gobierno que ha priorizado a los malla oro, a los más privilegiados, es un gobierno que permanentemente nos miente, desde la campaña electoral que nos está mintiendo”, lanzó Lima en su oratoria, con un tono mucho más confrontativo que el resto de los precandidatos.
Además de enumerar las que consideró promesas incumplidas de la coalición, señaló que se trata de “un gobierno que está entregando nuestra soberanía, y no tienen problema en hacerlo; son vendepatria”. Desde ese punto de vista, consideró que es el FA el que “puede evitar que en el futuro esta historia vuelva a repetirse”.