Ingresá

Campaña electoral, ayer, fuera de la Rural de Prado.

Foto: Ernesto Ryan

Entre puestos, banderas y folletos, militantes de todos los partidos llevan la campaña electoral a la Criolla del Prado

5 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

Dirigentes de oficialismo y oposición destacan la “convivencia democrática, pacífica y alegre” entre adversarios políticos, que “no se ve en ningún otro país del mundo”.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Este audio es una característica exclusiva de la suscripción digital.
Artículo para escuchar

Tu navegador no soporta audios HTML5.

Tu navegador no soporta audios HTML5.

Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Apenas se dobla por Agraciada hacia Buschental se ve el largo río de autos estacionados que desemboca en Lucas Obes, y allá a lo lejos, bien en la esquina, ya se divisa un caleidoscopio de banderas, colores y más colores. Por estos días en el predio de la Rural del Prado tiene lugar la tradicional Criolla, a la que se le sumó, como suele suceder en cada año electoral, la no menos tradicional hilera de puestos de todos los partidos políticos que colman la vereda y llaman la atención de los que pasan, estimulando varios sentidos, sobre todo la vista y el oído –y hasta el tacto, con el reparto de folletos–.

En la esquina de Lucas Obes y Buschental se amontonaron los puestos de los sectores que apoyan al precandidato del Partido Nacional (PN) Álvaro Delgado: la lista 404 (Aire Fresco), Espacio 40 (que se destaca por el amarillo furioso de sus banderas) y la novel lista 5, de D Centro, el grupo de Beatriz Argimón, Pablo Abdala y Valeria Ripoll. Resulta curioso que los puestos nacionalistas no están todos juntos: luego de los “delgadistas” vienen los del Frente Amplio (FA), y recién después nos topamos con los blancos que apoyan a Laura Raffo (lista 71, herrerismo) y a Jorge Gandini (lista 250, Por La Patria).

Abdala, actual subsecretario del Ministerio del Interior, que estaba conversando con los militantes, subraya que lo que se vive acá es “la confirmación de la identidad de los uruguayos y del país que tenemos”, porque “la convivencia democrática, pacífica y alegre de todos los sectores de todos los partidos en una extensión de 100 metros, no se ve en ningún otro país del mundo”. Abdala cuenta que la separación entre los puestos blancos fue una casualidad, que se debió a una “estricta ley del mercado”, ya que a medida que fueron llegando ocuparon los lugares. “Podríamos decir, risueñamente, que los tenemos rodeados [a los frenteamplistas]”, dice.

Foto: Pablo Vignali

A pocos metros de Pablo Abdala hay otro Abdala: Marcelo, el presidente del PIT-CNT, que recolecta firmas para habilitar el plebiscito sobre la seguridad social. El sindicalista comenta que la gente que pasa, firma, “y si no firma, pide información”. “Y si no, incluso, también hay un buen diálogo. Obviamente que hay distintos planteos, que ya son estrictamente de campaña político-electoral, pero nosotros no participamos, porque esto es para toda la ciudadanía”, aclara.

Cada puestito tiene su parlante tamaño familiar pasando música a un volumen que por momentos hace que una canción tape a la otra, y viceversa, y nunca se sabe muy bien de dónde sale qué. “Yo tomo licor, yo tomo cerveza / y me gustan las chicas, / la cumbia me divierte y me excita”, son los versos de “Yo tomo licor”, de Amar Azul, que suena en la esquina. A pocos metros, el espacio sonoro lo invade “La vida es un carnaval”, de Celia Cruz. En uno de los puestos del FA no para de sonar un enganchado de viejas canciones de El Cuarteto de Nos, y más de una vez se escucha el tema “Tupamaro”. En el puesto de Raffo suena a todo volumen “You Shook Me All Night Long”, himno de AC/DC, y al lado, en el de Gandini, un militante se entusiasma y empieza a mover la pierna al ritmo de la música. “Uh, cambiaron”, dice, resignado, cuando en forma abrupta la canción se corta para pasar a “Cinco minutos y nada más”, de Lucas Sugo.

Foto: Mara Quintero

El nivel de la folletería también es para todos los gustos, tanto desde el punto de vista estético –tamaños, colores y tipos de papel– como conceptual –cantidad y calidad del mensaje–. Por ejemplo, el folleto de Identidad Soberana –más chico que el promedio pero de coqueto papel satinado–, el partido del abogado Gustavo Salle, contiene varias preguntas. Por ejemplo, pregunta al lector si sabe que la Organización de las Naciones Unidas “está promocionando leyes para sexualizar a los niños desde el jardin de infantes, fomentar el cambio de sexo en preadolescentes, autorizarlos a mutilarse irreversiblemente y autorizar la pedofilia por ley”.

Hay otros que le buscan la vuelta con la tecnología imperante, como el folleto de la lista 5, en la que se puede leer que “las razones para elegirnos no entran en un pasacalle ni en un volante”, por eso incluye un código QR para ver un video de Argimón. También están los más tradicionales, que destacan lo hecho, como el del precandidato del FA Yamandú Orsi, que consigna varios puntos de su dos períodos al frente de la Intendencia de Canelones, como que la caja de la comuna canaria tuvo “siempre superávit”.

“Para los que dicen que en Uruguay hay grieta”

El senador del FA Alejandro Sánchez entrega volantes en el espacio del Movimiento de Participación Popular (MPP). Comenta que al haber muchos puestos a veces la gente “queda un poco aturdida, porque hay mucha propaganda”, pero también resalta que “se vive un buen clima de convivencia”. “Para los que dicen que en Uruguay hay grieta: acá hay militantes de todos los partidos, de todos los sectores, sin ningún drama, cada uno repartiendo sus materiales”, subraya.

Sánchez dice que la gente es de consultar bastante y que, en el caso de su sector, tienen “una gran demanda de balconeras” y también les piden pegotines, pero en general les transmiten pocas palabras y de aliento. “Es muy cortito, porque la gente viene como apurada para entrar a la Rural y pasar por el pasadizo de cientos de militantes repartiendo materiales, no es como un espacio para que la gente se detenga a conversar mucho”, subraya.

Foto: Pablo Vignali

Aunque el FA quedó ubicado de casualidad entre los puestos nacionalistas, Sánchez bromea con que ellos ayudan para que los blancos “no se peleen”. Dice que los gazebos del Espacio 609 los armaron dos días antes de que arrancara la Criolla y siempre se ubican en el mismo lado, casi enfrente a la parada del ómnibus. “Eso más o menos se va ordenando, el que llega primero se pone más cerca de la puerta, y así van buscando lugares, pero fue una casualidad”, subraya.

Al igual que Pablo Abdala, Sánchez dice que en otras partes del mundo es muy difícil ver imágenes como las que se dan a la salida de la Rural, de armonía entre militantes y dirigentes de todos los partidos. “Uruguay tiene esa cultura de la amabilidad, quizás porque somos poquitos, todos nos conocemos. No digo que no haya cavadores de grieta, pero en realidad lo que hay son dirigentes muy estridentes que generalmente utilizan el agravio y discursos de odio; pero abajo la gente razona de otra manera. La gente acá, cuando es de otro partido y le vas a dar un volante, te dice 'no gracias', y ya está”, finaliza Sánchez.

Foto: Mara Quintero

Los Rodríguez

En el puesto de la lista 71 está el diputado Juan Martín Rodríguez. Dice que como están entre la boletería y la entrada “hay una circulación más importante de gente”, y también resalta la “buena convivencia en general”. Además, sostiene que la lucha por el espacio en realidad se da en la previa al evento, porque como es un espacio público, hubo algunos que “primerearon y se quedaron con la esquina”, que es “un lindo lugar, porque cuando venís por Buschental te das de frente contra lo que está ubicado, pero no tiene sombra y además no es tanta la circulación de gente”.

Pasando la entrada al predio, más lejos, en la otra esquina, donde Lucas Obes se cruza con la avenida 19 de Abril, hay un par de puestos del Partido Colorado, uno del precandidato Andrés Ojeda y otro del precandidato Gabriel Gurméndez. El diputado Conrado Rodríguez, que apoya a Gurméndez, reparte volantes de la lista 29000 con un sombrero colorado a tono. “Nosotros históricamente estamos en esta esquina. Ya son varias elecciones que nos apostamos acá. Vemos siempre una Buschental muy copada por el PN y el FA, donde ocurren algunas desavenencias. Nosotros preferimos estar alejados de esas desavenencias y poder conversar con tranquilidad con la gente”, bromea Rodríguez, que a los pocos minutos se fue al otro extremo para conversar un buen rato con Abdala (el blanco).

Foto: Mara Quintero

.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura