Este lunes, los senadores del Frente Amplio Óscar Andrade (Partido Comunista de Uruguay [PCU]) y Constanza Moreira (Casa Grande), ambos electos por el Espacio 1001, dieron el puntapié inicial para una discusión que se promoverá dentro del Frente Amplio (FA) para analizar la propuesta del PIT-CNT de gravar con un 1% del patrimonio al 1% más rico del país, con la intención de recaudar 1% del PIB para combatir la pobreza infantil.
La propuesta de la central de trabajadores, promovida a nivel político por el PCU, cuenta también con el apoyo del Partido Socialista (PS) –cuyo senador, Gustavo González, participó en el evento que sirvió de arranque para esta discusión, este lunes en el anexo del Palacio Legislativo–. El encuentro contó con la presencia de Andrade, Moreira, el economista Mauricio da Rosa, el politólogo Gabriel Delacoste y la representante de la central de trabajadores Carolina Spilman.
La senadora Moreira planteó la necesidad de avanzar en una “segunda o tercera” reforma tributaria, dado que se proyectan “temporadas de crecimiento estático” y se deben buscar otras fuentes de financiamiento para atender la política. “Es importante saber dónde nos podemos apoyar para la política pública y muy especialmente para el tema de la pobreza infantil”.
“La alta dependencia del ciclo económico, que es un problema para toda América Latina, nos lleva a buscar soluciones distributivas en el margen de la riqueza que ya tenemos. Así que la alternativa del 1% vale por esta razón”, señaló.
Moreira parafraseó al economista francés Thomas Piketty al señalar que la “desigualdad es producto de elecciones políticas e ideológicas”, y ejemplificó con las declaraciones que dio hace unos días el empresario argentino Juan Carlos López Mena cuando cuestionó esta iniciativa de gravar al sector más privilegiado de la sociedad. “La idea es que el empresario es el que produce la riqueza y el trabajador sólo consume”, comentó.
La senadora señaló que la discusión sobre el impuesto a los superricos es algo que está en el “debate mundial” y que está llegando a Uruguay. “A mí me parece increíble que se esté produciendo”, reconoció, y subrayó que la intención no es gravar los ingresos, sino la riqueza.
“En esta discusión se discute la oportunidad, si es el momento de hacerlo, si no es el momento de hacerlo. Yo diría que es el momento de hacerlo, la discusión ha alcanzado escala global. ¿Cuánto se recaudaría? No sé”, dijo la senadora, pero destacó que “lo que no se debe discutir” es que es una iniciativa “justa”.
“Primero me parece justo y después veo el impacto económico, pero primero me parece justo. Lo que no se discute como principio de justicia es el fondo del asunto. Es decir, no existe un uruguayo o uruguaya capaz de justificar sin más la desigualdad, la legitimidad de la desigualdad”, comentó.
“Con desigualdad no hay pública felicidad”
El senador Andrade dijo, en tanto, que hay un primer debate que debe darse y es el de que “con desigualdad no hay pública felicidad”. “No hay ninguna posibilidad”, señaló el dirigente comunista, y aseguró, al contrario de varios de los que integraron la mesa, que el empresariado uruguayo “no va a venir a defender esta iniciativa”. El economista Da Rosa dijo en su intervención que sería bueno saber qué piensan los sectores empresariales de esta propuesta, y ejemplificó que hay megamillonarios del mundo que han disertado a favor de este tipo de impuestos.
Andrade consideró que “sería un error subestimar” la “reacción conservadora” y destacó la “resistencia” que tuvo el debate sobre la implementación de las asignaciones familiares. “¿Quién va a estar en contra de que las asignaciones familiares toquen a los hogares más pobres? En el papel parecía que no iba a tener resistencia, en la práctica tuvimos un problema gigante, y no un problema gigante con la aristocracia del 1%, un problema gigante con compañeros, con vecinos”, dijo.
El legislador dijo que allí hay un “desafío político-cultural”, ya que “cualquier propuesta económica coloca un terreno de tensión”. De todos modos, dijo que, “en principio”, el problema “no será para el gobierno del Frente Amplio ni para el Frente Amplio”. “No debería ser un problema. Yo lo miro más como un aporte, porque la cultura, la tradición política del FA de todas sus tribus y tolderías tiene un ADN común que es el de ponerse del lado del oprimido”, enfatizó.
Moreira señaló que el programa del FA plantea de forma genérica la intención de redistribuir y mejorar el esquema tributario. “Hay que buscar reformas tributarias para evitar seguir gravando el consumo y gravar el patrimonio”, valoró la senadora.
Este evento marcó el puntapié inicial de la discusión que promoverán los senadores comunistas dentro del FA. La intención, según ellos mismos plantearon en el encuentro, es que, más allá de si la discusión culmina con un proyecto de ley específico, se pueda avanzar en dar la “batalla cultural” que haga hincapié en que “no son tolerables” los actuales niveles de desigualdad.
La propuesta del PIT-CNT ya fue comentada por el presidente Yamandú Orsi, quien en declaraciones a la prensa a fines de junio señaló que durante este gobierno no se crearán nuevos impuestos. “Nosotros, por ahora, no estamos pensando en nuestro mensaje presupuestal ningún recargo”, enfatizó el presidente, pero aclaró que sí se está “analizando” la aplicación del impuesto mínimo de la renta global.
Orsi recalcó que la implementación de este tributo no puede significar “pérdida de ingresos, desestímulo a la inversión” y, “fundamentalmente, no puede jamás significar que el uruguayo pierda poder de compra”. Da Rosa señaló que “no hay evidencia”, o es muy marginal, de que un impuesto del estilo que están promoviendo genere un desestímulo a la inversión.