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Rodrigo Arim, Liliam Kechichian, Martín Vallcorba y Mario Bergara, el 10 de setiembre, en la sede de Fuerza Renovadora.

Foto: Alessandro Maradei

Arim: “No hay un viento de cola que asegure el crecimiento económico a las tasas de los dos primeros gobiernos del FA”

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“Este gobierno tiene la obligación de ser capaz de construir políticas de izquierda en contextos relativamente adversos”, dijo el director de la OPP en un acto sobre el presupuesto en la sede de Fuerza Renovadora.

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En el marco de las jornadas que está realizando el Frente Amplio (FA) para informar sobre el proyecto de Ley de Presupuesto, ayer, cuando caía la tarde, en la sede de Fuerza Renovadora tuvo lugar un acto con parte del equipo económico del gobierno: el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Rodrigo Arim, y el subsecretario del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Martín Vallcorba.

Arim fue el encargado de abrir la charla. Dijo que un programa de gobierno y un presupuesto quinquenal no se elaboran en el vacío, ya que “hay contextos que obligan a pensar cuáles son las medidas que pueden permitirnos caminar hacia esos objetivos”. En ese marco, subrayó algunos aspectos que le parecen claves y que deberían incorporarse en la reflexión política.

Recordó que es la primera vez que la izquierda ejerce el gobierno sin contar con mayorías parlamentarias, por tanto, “el contexto político es distinto al que históricamente el FA estaba acostumbrado”. Entonces, hay un “desafío político” que hay que construirlo “desde la fuerza política, el Poder Ejecutivo y el Parlamento”, que es “convencer a parte de la oposición de que es importante acompañar este presupuesto”.

“El segundo elemento es que el contexto internacional también es distinto al que caracterizó fundamentalmente a los dos primeros gobiernos del FA [2005-2015], porque no estamos en un momento en donde haya un viento de cola que asegure el crecimiento económico a las tasas que estuvimos acostumbrados en los dos primeros gobiernos del FA, y estamos insertos en un mundo en donde los marcos de los vínculos entre los estados a nivel internacional están cambiando”, agregó.

Como ejemplo de esto, el jerarca señaló que, “por primera vez desde la segunda posguerra”, los aranceles “son utilizados como herramienta de presión política”, cuando antes lo eran “de manera subterránea”. “Estamos en el marco de una guerra arancelaria cuyo resultado final todavía no conocemos, por lo tanto, la inestabilidad política y económica es un rasgo que nos va a acompañar a lo largo de estos cinco años”, agregó.

Así las cosas, Arim sostuvo que “este gobierno tiene la obligación de pensar ser capaz de construir políticas de izquierda en contextos relativamente adversos en algunos casos o, por lo menos, cargados de una enorme incertidumbre”. Explicó que esto quiere decir “no convertirse solamente en un gobierno responsable desde el punto de vista de las finanzas públicas, sino que las finanzas públicas responsables son el sustento para construir políticas de izquierda”.

Más adelante, Arim reivindicó las modificaciones tributarias incluidas en el Presupuesto, por ejemplo, el IVA para los envíos exprés (el llamado, coloquialmente, impuesto Temu), que “implica un tratamiento equitativo con respecto a las pequeñas y medianas empresas que comercializan en Uruguay”.

“Estamos aplicando los principios que están en el programa en términos tributarios, para generar un flujo de ingresos que le den viabilidad a este programa de gobierno, y que dé la esperanza de que somos capaces de construir políticas que avancen en un sentido de equidad, aun en contextos de mayores restricciones e incertidumbres”, finalizó.

Vallcorba: “Estos niveles de déficit no son sostenibles”

Por su parte, Vallcorba siguió la línea de Arim, y también subrayó que “es fundamental tener en cuenta el contexto”, porque “la situación fiscal que tenemos hoy es bastante más restrictiva” de la que se podían imaginar “hace un año”. “Cuando el equipo económico de la anterior administración presentó su Rendición de Cuentas a mediados del año pasado, la proyección del déficit que manejaba para este año era de 2,8%, y vamos a terminar en el orden del 4,2%. Son porcentajes que de repente nos dicen poco pero equivalen a más de 1.000 millones de dólares”, subrayó.

Por lo tanto, el jerarca dijo que diseñaron el presupuesto en ese marco, “con una condición, que estos niveles de déficit que tenemos no son sostenibles”; “como pasa en el hogar de cualquiera de nosotros: si sistemáticamente estamos gastando muy por encima de los ingresos que tenemos, eso se financia con más deuda. Puedo hacer eso durante un período pero no de manera sistemática, porque llega un momento en el que esa deuda no la puedo pagar. Esto, también desde una perspectiva de izquierda, es muy importante, porque si algo nos ha demostrado la historia es que con las crisis económicas quienes más sufren son los más desfavorecidos”, finalizó.

Bergara sin el “sombrero de intendente”

Al final también habló —aunque menos tiempo— el intendente de Montevideo Mario Bergara, líder de Fuerza Renovadora, aunque antes aclaró que haría uso de la palabra, “pero no con el sombrerito de intendente, sino más bien como parte de los anfitriones de esta instancia”. Recordó que “la explicación del presupuesto es parte de una visión que arrancó con Danilo [Astori], en 2005”.

Subrayó que como no podrán hacer “todo junto y todo a la vez”, tienen que “poder explicar” por qué avanzan “en ciertas cosas antes que en otras”. “Esa determinación de prioridades tiene un componente político y sobre todo ideológico, y nosotros lo reivindicamos. El mismo numerito de déficit no siempre significa lo mismo. Porque el déficit es el resultado de impuestos menos gastos. ¿Pero cuántos impuestos y a quiénes se les cobra? ¿Y cuánto gasto y hacia dónde se sesga? Siempre fuimos en la dirección de cargar con impuestos a quienes más podíamos pagar y de sesgar el gasto público hacia quienes más lo necesitaban, y esa es una definición ideológica”, insistió.

Bergara —que fue jerarca del MEF durante los dos primeros gobiernos del FA— dijo que “es cierto, quizás sea la formulación presupuestal de gobiernos del FA con más restricciones, la realidad así lo impone, lo que se recibe, más la perspectiva del contexto global y nacional”. Por lo tanto, dijo que “obliga a avanzar al ritmo que ese panorama permite”.

Por último, Bergara recordó que ya en el presupuesto de 2005, en el primer gobierno del FA, luego de la crisis de 2002, también hubo planteos sobre que “había que poner todo lo que se había prometido y que todo había que resolverlo a la carrera”. “Y en aquel momento también tuvimos que plantear ‘hay restricciones, tenemos que ir de a poco’. ¿Pero saben qué pasó después? Cumplimos. La sociedad nos puede creer porque lo hicimos”, finalizó.

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