Prácticamente 12 horas después del atentado contra la fiscal de Corte subrogante, Mónica Ferrero, y luego de reunirse con el Comando de la Dirección General de la Policía, el ministro del Interior, Carlos Negro, dio una conferencia de prensa este domingo en la sede de la cartera. “Hoy estamos lógicamente preocupados, pero fundamentalmente ocupados, por los hechos con los cuales amanecimos en el día de hoy”, manifestó en primer lugar el jerarca.
En la madrugada de este domingo, aproximadamente a las 5.00, dos personas ingresaron a la casa de Ferrero y efectuaron disparos. Posteriormente se fugaron en una camioneta; el vehículo fue encontrado incendiado sobre el mediodía en la zona del arroyo Miguelete, cerca del Cementerio del Norte. En el domicilio de Ferrero se registraron varios daños y en el patio se encontró un pozo, en el que se investiga si los atacantes dejaron o quisieron colocar un artefacto explosivo. No hubo ningún lesionado.
Negro señaló que “pocas horas” después del ataque la Policía “ya estaba tras la pista cierta y segura de dónde podían provenir los autores de este cobarde atentado”. “Lo primero que hay que decir ante este episodio es que no nos moverán. Ni un centímetro nos van a mover. Y van a caer. Ya empezaron a caer, ya hay dos personas detenidas, señaladas, [porque] las evidencias los indican como partícipes de estos hechos. No son los únicos ni serán los últimos en caer”, afirmó.
Según informó el director nacional de la Polícia, José Manuel Azambuya, quien también participó en la conferencia de prensa, las dos personas detenidas hasta ahora son un hombre y una mujer. Fuentes del caso explicaron a la diaria que estas dos personas estaban en otro vehículo como “soporte” y no en la camioneta que apareció incendiada, en la que habrían estado tres personas (un chofer y las dos personas que entraron a la finca).
Las personas que ingresaron al patio, señalaron las fuentes, llevaron incluso un tablón que les facilitó el ingreso desde una casa lindera, un dato que mostraría que hubo “inteligencia previa” en la zona donde vive Ferrero.
El ministro Negro respaldó y se solidarizó con Ferrero “ante este cobarde atentado en su contra”. Dijo que, como fiscal de estupefacientes, la fiscal de Corte subrogante “ya conoce” y “ya sabe cuáles son las estrategias de los grupos criminales y del narcotráfico para tratar de impedir que el Estado cumpla con su función”. “No van a poder mover ni un centímetro ni el actuar de la Fiscalía, ni el actuar de la Justicia, ni el accionar de la Policía Nacional”, subrayó Negro.
Los ataques previos y los “patrones comunes”
El 9 de mayo de 2020, Ferrero, en aquel entonces fiscal especializada en Estupefacientes de primer turno, recibió personalmente una amenaza en su celular, al día siguiente del atentado contra la Brigada Antidrogas.
Ese mensaje, que fue enviado desde un teléfono perteneciente al contratista de fútbol Gerardo Arias y era utilizado por su hijo, estaba firmado con las siglas PCU, correspondientes al Primer Cártel Uruguayo. La firma apareció en varios ladrillos de cocaína incautados en varios países de la región; además de estar tatuadas en la muñeca derecha del narcotraficante uruguayo Sebastián Marset.
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En la conferencia de prensa, el ministro también recordó que en 2024 hubo un atentado contra Luis Mendoza, quien sufrió “un atentado en su contra en las dependencias del INR [Instituto Nacional de Rehabilitación]”. Por este ataque resultó condenado el narcotraficante Luis Fernando Fernández Albín, líder del grupo que opera en Cerro Norte.
“Hay que destacar que estos hechos reconocen patrones comunes con otros que han ocurrido en el pasado en nuestro país”, afirmó Negro, en referencia tanto a “las armas utilizadas” como “los objetivos”. “Esta forma de cometer estas advertencias, amenazas, atentados, contra la vida y las instalaciones de las instituciones que están vinculadas a la represión del tráfico de drogas tienen diferentes formatos y se adaptan a diferentes modalidades, pero reconocen patrones comunes”, resaltó.
El ministro subrayó que se han detectado “patrones comunes entre este episodio del día de hoy y otros que son protagonizados, quizás, por algunas personas que pueden llegar a repetirse”. Dijo que hay “algunos nombres que se repiten y, fundamentalmente, el modus operandi, es decir, el tipo de armamento utilizado en otras ocasiones, con respecto a objetivos, que están todos vinculados a la represión del narcotráfico”.
Negro dijo que el narcotráfico “reacciona frente al trabajo y a los resultados de las investigaciones de la Policía Nacional”. En tal sentido, recordó que a principios de agosto la Policía incautó 2.200 kilos de cocaína en Punta Espinillo, un cargamento “equivalente a casi 15 millones de dólares en Uruguay y quizás a más de 70 millones de dólares en los destinos adonde estaban destinados a viajar”.
En ese operativo se detuvo a seis personas que estarían vinculadas al grupo criminal Los Albín, que opera en Villa Española, Cerro y Cerro Norte. Esta organización opera en coordinación con Marset, quien sigue prófugo.
De todos modos, consultado específicamente sobre si existe un vínculo entre el atentado contra Ferrero y Marset, Negro respondió: “No corresponde que hagamos un adelanto de esas características; hay que dejar trabajar a la Fiscalía, que está haciéndolo, y de una manera muy intensa”.
En esa línea, Azambuya señaló que “esto puede ser el principio de una investigación compleja”. “Como todas las investigaciones que nosotros hemos hecho de relevancia contra estos grupos, tenemos que ser muy cuidadosos en el momento de dar la información, porque también nosotros respondemos a un fiscal, que también marca el camino en el que nosotros tenemos que avanzar, y nosotros somos custodios de los indicios y de la información que tenemos para garantizar el éxito de la investigación que nosotros proponemos”, expresó.
En la tarde del domingo, informaron fuentes policiales a la diaria, hubo requisas en varias celdas del Penal de Libertad vinculadas al grupo de Los Albín y se incautaron varios celulares. En uno de esos teléfonos, señalaron las fuentes, habría información vinculada a movimientos que realizó Fernández Albín tras la incautación de las dos toneladas en Punta Espinillo, incluyendo algunos contactos con Marset.
Reforzaron la seguridad de Ferrero
Semanas atrás, cuando compareció ante el Parlamento en el marco del tratamiento del proyecto presupuestal, Ferrero afirmó haber sufrido varios ataques de organizaciones criminales por su labor como fiscal de Estupefacientes. “Yo voy y doy la cara. Tengo a los narcos al lado haciéndome todo tipo de señas de muerte y, sin embargo, sigo adelante. En una falsa rapiña me sacaron un brazo, en otra me amenazaron de muerte”, expresó, según consta en la versión taquigráfica de la sesión. Negro indicó este domingo que la seguridad de Ferrero fue reforzada tras el atentado en su domicilio.
Azambuya dijo que en la madrugada de este domingo no hubo ningún tipo de enfrentamiento entre los atacantes y los custodios de Ferrero. Con respecto a la posible utilización de un artefacto explosivo, Azambuya confirmó que a nivel del Servicio de Material y Armamento se está analizando “algo que podría ser un artefacto explosivo o una deflagración”, pero no dio mayores detalles.
“Hay muchos elementos que hemos recogido en el corto tiempo de investigación”, gracias a que el accionar policial “ha sido muy profesional y muy efectivo”, afirmó el director nacional de la Policía.
Negro comentó que mantuvo contacto con Ferrero “desde las primeras horas de la mañana” y “en forma intermitente” durante la jornada, “transmitiéndole la información que íbamos recolectando”, al igual que al presidente de la República, Yamandú Orsi. Está previsto que el presidente se reúna este lunes a las 10.00 en la Torre Ejecutiva con Ferrero, Negro y la ministra de Defensa Nacional, Sandra Lazo.
Según el ministro, “esto también es un síntoma de que estamos trabajando y vamos a seguir trabajando, porque ningún explosivo, ninguna amenaza, ninguna advertencia va a poder ni con la Fiscalía, ni con la Justicia, ni con la Policía Nacional”.