El sábado se hizo el 4º Encuentro Nacional de Clasificadores, organizado por la Unión de Clasificadores de Residuos Urbanos Sólidos (UCRUS), bajo la consigna: “Por un paso más para mejorar la calidad de vida de los clasificadores”. En la instancia Patricia Gutiérrez resultó electa presidenta de la UCRUS. El jueves se formalizará la distribución del resto de las responsabilidades y se redactarán las actas de las resoluciones del encuentro.
En diálogo con la diaria, Gutiérrez dijo que lo primero por lo que va a trabajar es “el reconocimiento de los clasificadores”, porque, si bien “hay clasificadores que tienen un sueldo de la intendencia [de Montevideo, IM], trabajan en planta o en el vertedero, y es la IM la que les entrega la materia prima, no tienen un reconocimiento”. Además, planteó que otra de las reivindicaciones –“que no es nueva”– es obtener “un salario digno” de 30.000 pesos, ya que actualmente cobran “en la mano” alrededor de 16.000, lo que no alcanza a ser “la cuarta parte de una canasta familiar básica”.
“La semana pasada tuvimos una reunión con la IM. Ellos dicen que las plantas no están produciendo, pero el problema es que los camiones no traen materia prima como la gente. El escombro no se vende, las ramas no se venden, los perros muertos no se venden. Entonces, claro que no van a producir las plantas”, se quejó Gutiérrez. Advirtió: “A partir de ahora vamos a ver adónde está yendo a parar la materia prima, porque tampoco va a la Usina 5. Entonces en algún lado esos camiones se están desviando”.
La dirigente dijo que “el sindicato estaba de cabeza” y que va “a tratar de darlo vuelta, a empezar despacito a caminar hacia adelante”, porque, por ejemplo, todos saben de “la situación de los carreros” (recolectores): “Les pusieron mucha zona de exclusión; están trabajando en los barrios de donde no pueden sacar nada”. “Queremos que los compañeros carreros vuelvan a tomar la confianza, porque siempre se utilizó al carrero para las marchas, para hacer los cortes de calle, pero para ellos nunca se consiguió nada. Mi meta es tratar de conseguir algo para ellos, para que tengan un recorrido digno, que puedan llevarse un sueldo para la comida para sus hijos y que no sigan poniendo esos contenedores antipobre, que nos están matando a todos”, agregó. En la plataforma de la UCRUS figura la reivindicación de poder acceder “a todos los residuos valorables para clasificarlos y producir con ellos, no más represión a los carros, eliminar las zonas de exclusión, ley de reconocimiento del oficio del clasificador y apoyo para una Ley Nacional de Residuos para que se clasifique en origen en todo el país y se dé prioridad a los clasificadores para el manejo de los residuos clasificados”.
Gutiérrez dijo que los residuos de oficinas y comercios del Centro y la Ciudad Vieja, “la zona más rica, por el papel blanco y el cartón”, están siendo recolectados por empresas privadas y que hace dos períodos la UCRUS hizo un convenio con la IM que les permitía ingresar a la Ciudad Vieja entra las 17.00 y las 22.00, pero que “eso se cortó”. “Se metieron esos contenedores y no pudimos entrar más. Hicimos muchos convenios de palabra, pero de ahora en más va a ir todo por escrito”, añadió.
Consultada sobre las posibilidades que maneja la IM de ir hacia la compactación e incineración de los residuos, Gutiérrez dijo que está “totalmente en contra de eso”. Sostuvo que en el caso de la incineración “para poder mantener las máquinas” se debería manejar un volumen de residuos tal que implicara “comprar basura en otros países”, y en el caso de la compactación, “tendrían que estar compactando todo, tanto residuos secos como húmedos, y eso demora muchos años para llegar a generar gas metano. Entonces, mientras tanto es contaminación”.
Gutiérrez dijo que después del jueves, cuando queden designadas todas las autoridades del sindicato, comenzarán “una nueva lucha” para que “el clasificador tenga derecho como cualquier ser humano a trabajar dignamente para llevar la comida a su casa”.
Según la presidenta de la UCRUS, en el encuentro participaron delegados de las cuatro plantas de clasificación, de las cooperativas, de las departamentales y 14 carreros.