En una asamblea multitudinaria, el Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca), por “inmensa mayoría”, aprobó este miércoles un convenio colectivo con la empresa finlandesa UPM.
En agosto finalizó el primer convenio colectivo y los trabajadores comenzaron a negociar por mejoras salariales y profundización de beneficios sociales, pero no lograron un acuerdo con la empresa. Dos meses después, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social convocó a un ámbito de negociación superior.
El presidente del sindicato, Daniel Diverio, valoró en diálogo con la diaria que el convenio se consiguió “con la participación de la totalidad de trabajadores de la planta organizados”, después de “más de 40 días de lucha”, en una negociación bipartita y en el propio centro de trabajo. “Aclaramos esto porque hubo una convocatoria del ministro el otro día y en realidad esa convocatoria fue formal, no se avanzó nada. Después de esa reunión nos sentamos nuevamente a discutir y resolvimos encontrar un preacuerdo”, señaló Diverio.
El convenio colectivo alcanzado, que estará vigente hasta que culmine la obra, avanza en la profundización de beneficios sociales. Por ejemplo, se dispuso un aporte a la sociedad -de 11 pesos para la empresa y de cuatro pesos para los trabajadores- para que cuando se termine la obra se destine a “distintos espacios sociales, como “la policlínica, la escuela, el centro de atención en primera infancia”, dijo Diverio. La suma de este aporte será de unos 500.000 dólares, calculó.
Otro de los puntos que el sindicato destaca como importante es lo que tiene que ver con los criterios para la contratación de mujeres, personas con discapacidad y personas del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente y la Dirección Nacional de Apoyo al Liberado. “Eso también es un componente que es pesado y que ayuda a que una obra tan importante desparrame en la sociedad”, agregó Diverio.
Se incluyó, además, la priorización de la mano de obra nacional y la promoción de capacitación de los trabajadores. “Va a haber un número importante de compañeras y compañeros que van a hacer talleres de capacitación que les permiten, si vienen de categorías inferiores o de otro tipo de trabajo, hacerse un oficio para poder mañana reintegrarse en otra obra”, señaló el dirigente.
Asimismo, se dispuso nuevos beneficios de alimentación y traslados y se incorporó un “premio económico” por avance de obra. Diverio explicó que se trata de una obra que implica un “costo extra” para el trabajador, ya que muchas veces no sólo implica el traslado, sino también pagar su propio alojamiento. “Parte de tu salario se quedaba ahí para poder trabajar y eso menguaba la posibilidad de llevar más plata a tu casa”, dijo. Se acordó entonces que la empresa brinde alojamiento a quienes “vayan a trabajar desde 80 kilómetros o más”.