El 25 de agosto de 2025, el Palacio Legislativo cumplirá un siglo. El histórico edificio está en proceso de restauración, con intervenciones tanto internas como externas, a cargo de cooperativas de trabajadores. Construsul y Nueva Celeste son dos de las que participan en el proceso y sus historias reflejan no sólo cómo llegaron hasta allí, sino también los desafíos cotidianos de sostener el trabajo colectivo y autogestionado.
Esta forma de trabajo no es ajena para el edificio. En el siglo pasado, su construcción fue intervenida por una cooperativa llamada Mosaiquistas de Venecia, así contó a la diaria el cooperativista integrante de Construsul Camilo Ortelli, según información que le brindaron en el propio edificio.
En 2021, el Instituto Nacional del Cooperativismo (Inacoop) firmó un nuevo convenio con el Palacio Legislativo e impulsó un llamado público a cooperativas del rubro de la construcción en el marco de los 100 años del edificio. Construsul fue una de las que se presentó. “También se presentó otra cooperativa de construcción, pero decidió no cotizar porque entendía que la infraestructura no le daba”, recordó el cooperativista.
Otra de las cooperativas de trabajadores que se involucraron en la restauración del Palacio es Nueva Celeste. En diálogo con la diaria, la integrante Estela Caballero comentó que gracias al convenio con Inacoop, la cooperativa comenzó a funcionar. Antes, por la falta de trayectoria, no había logrado ingresar a otros llamados y licitaciones, a pesar de que, según Caballero, cada uno tenía experiencia particular.
“Hacer una cooperativa como corresponde”
Nueva Celeste fue forjada en 2018 por personas que ya habían sido parte de diferentes cooperativas de trabajo, en búsqueda de crecimiento y aprendizaje. En esa línea, la cooperativista explicó que decidieron continuar con la metodología de trabajo que conocían, aunque la inserción laboral fue difícil: “Recién en 2022 pudimos conseguir trabajo en el Palacio Legislativo, fue nuestra primera oportunidad laboral y hasta ahora estamos ahí” , remarcó.
Nueva Celeste se dedica a la limpieza, la albañilería y la pintura, entre otros rubros. Con un equipo de seis mujeres y dos hombres que ahora están inactivos. “Aunque cada una tiene su punto fuerte, pero si hay que revocar o pintar todas lo hacemos”, enfatizó Caballero. En el Palacio Legislativo, la cooperativa se dedicó a la restauración y limpieza del edificio.
De los integrantes que estaban al comienzo, sólo quedan un par que provienen de otra cooperativa: “Algunas personas soportamos la espera de trabajo y otras no pudieron”, detalló Caballero. Sin embargo, el tiempo dio resultados valiosos. La cooperativista señaló que la idea de formar una cooperativa como Nueva Celeste fue, desde el comienzo, “hacer una cooperativa como corresponde”, lo que implicaba para la grupalidad fomentar la participación, el aprendizaje, incursionar en varias áreas y tener la oportunidad de crecer.
En relación con la inestabilidad económica que desafía la sostenibilidad del trabajo cooperativo, Caballero mencionó que desde 2022 renuevan contrato cada tres meses con el Palacio Legislativo por sus 100 años. “En agosto de este año no sabemos qué puede pasar porque el convenio con Inacoop es hasta los 100 años”, declaró la cooperativista, aunque destacó que desde Inacoop le comunicaron que había posibilidades de continuar con otras obras: “no nos cerraron las puertas, puede haber continuidad”, comentó. Caballero aseguró que la búsqueda, tanto en instituciones públicas como privadas, continúa: “carpetita abajo del brazo y vas golpeando puertas”, concluyó.
De las “changas” a restaurar un ícono nacional
Construsul nació en 2014, conformada por cinco trabajadores que hacían “changas”, según Ortelli, quien no formaba parte del grupo inicial. “De los primeros sólo queda un compañero”, agregó. Con el tiempo, la cooperativa creció y comenzó a enviar una serie de postulaciones a compras directas de organismos como la Intendencia de Montevideo y el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial.
En 2018, UTE e Inacoop firmaron un convenio para la regularización de asentamientos e instalaciones intradomiciliarias, un programa que aún se mantiene vigente y que permitió a Construsul estabilizar su plantilla de trabajo. Actualmente, la cooperativa cuenta con 58 socios, la mayoría contratados a través de ese convenio.
Construsul también participó en el proyecto Convive, impulsado por la Intendencia de Montevideo en 2023, que buscaba conformar una cooperativa en Piedras Blancas. En lo que respecta a su labor en el Palacio Legislativo, los trabajadores se encargaron, entre otras tareas, de la limpieza de la fachada del edificio y la restauración del mármol, que presentaba humedad y manchas de moho, indicó Ortelli.
El cooperativista aseguró que hubo una “serie de imprevistos” con respecto a los tiempos estimados para el trabajo en la explanada del lado oeste del edificio y agregó que, más allá del buen trato con la institución y los funcionarios, la experiencia “no fue muy buena”, porque no cuentan con un respaldo económico “tan amplio” para cubrir este tipo de imprevistos. A pesar de las adversidades, el trabajo continuó y se extendió la obra hacia el otro lado, donde se sacó la herrumbre de las rejas, se las lijó y restauró, indicó Ortelli.
Tanto Caballero como Ortelli coinciden en la idea de que una cooperativa es una forma de trabajar que fomenta el compañerismo, el sentido de pertenencia y el aprendizaje. En esa línea, Caballero compartió que la mayor dificultad es perdurar: “El tema es tener constancia, arrancar es lo más fácil, lo complejo es sostenerse en el tiempo y ser fuertes”. Llevar a cabo una cooperativa de trabajo implica reuniones, tareas full time y, entre otras cosas, generar movimiento para “no perderse en el camino”, aseguró Caballero, y agregó que “no es sólo conseguir un empleo y trabajar ocho horas”, sino que esta forma laboral requiere de una gran dedicación para ver resultados favorables.
La restauración del Palacio no sólo implica recuperar un edificio histórico, sino también conectar con el valor del trabajo cooperativo y la importancia de tener un Estado activo que brinde oportunidades a esta forma de construir en comunidad: desde la solidaridad, la autogestión y el trabajo colectivo.