Después de una reunión entre la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el primer ministro albanés, Edi Rama, en Roma, ambos anunciaron en una conferencia de prensa conjunta en Roma que Albania acogerá temporalmente a los solicitantes de asilo mientras sus solicitudes estén siendo procesadas.

Según explicó Associated Press, Italia financiará dos centros de asilo para inmigrantes, ambos con capacidad de hasta 3.000 personas, entre los cuales no habrá niños ni mujeres embarazadas ni otras personas vulnerables.

Según el acuerdo al que llegaron los mandatarios, Albania también aceptó proporcionar seguridad exterior en ambos centros de inmigración.

Los inmigrantes cuyas solicitudes de asilo sean rechazadas por las autoridades italianas serán deportados de Albania.

Una fuente de la oficina de Meloni dijo que el objetivo del acuerdo era reducir las salidas de inmigrantes y combatir la trata de personas, y que sólo los inmigrantes rescatados en el mar por la guardia costera o la marina italiana serían conducidos hacia Albania, no así los rescatados por las organizaciones no estatales que trabajan en el Mediterráneo. La misma fuente afirmó que el gobierno italiano no pagará nada a Albania por acoger los centros.

La idea es que estas instalaciones para los migrantes estén disponibles para la primavera boreal de 2024, y el gobierno italiano espera acoger allí a 36.000 inmigrantes cada año. Meloni describió el acuerdo con Albania como “europeo de verdad”. Y agregó: “Quiero decir que esto muestra que es posible trabajar juntos en la gestión de flujos migratorios”, según informó Reuters.

La dirigente ultraderechista expresó también su apoyo a la adhesión de Albania a la UE y agregó que, aunque este país todavía no es miembro de la UE, “ya se está comportando como tal.”

Por su parte, Rama, primer ministro de su país desde 2013 y presidente del Partido Socialista de Albania desde 2005, afirmó que los dos países tienen una relación especial, sobre todo por su proximidad geográfica y su historia colonial -durante el período fascista la nación albanesa fue invadida y estuvo bajo el control del gobierno de Benito Mussolini entre 1939 y 1943- y declaró que “ofrecer una mano, en este caso, significa ayudar a gestionar una situación que todos consideran difícil para Italia”.

El gobierno italiano afirmó que los detenidos en territorio albanés permanecerán bajo jurisdicción italiana, sin embargo, Amnistía Internacional expresó su preocupación en una declaración de que “el acuerdo se utilice para eludir las leyes nacionales, internacionales y de la UE”, lo que “podría tener consecuencias devastadoras para las personas que buscan asilo, que podrían ser objeto de detenciones prolongadas y otras violaciones, fuera del control de las autoridades judiciales italianas”.

Según esta declaración de Amnistía Internacional, la Comisión Europea ya dejó claro que la ley de asilo de la UE no se puede aplicar fuera del territorio del bloque.

También criticó la implementación de estos centros de acogida para inmigrantes el diputado Riccardo Magi, líder del partido liberal centrista italiano Más Europa, quien describió el plan como “alarmante” y dijo que los centros de acogida planeados serán como “un tipo de Guantánamo italiano”.

Magi agregó en su cuenta de X que el firmado entre Meloni y Rama “también es un acuerdo ilegítimo: Italia no puede enviar a personas rescatadas en el mar a un país fuera de la UE, como si fueran paquetes o mercancías”.

Por su parte, Belind Këlliçi, miembro del opositor Partido Democrático de Albania, condenó la decisión por ser una “traición contra Albania” y “la mayor deslealtad que Rama podría hacerle a nuestro país”. Këlliçi agregó: “El mayor antialbanés en la actualidad se llama Edi Rama, que cada año expulsa del país a cientos de miles de jóvenes para sustituirlos por inmigrantes ilegales”.

Como explicó Europa Press, la ONG Médicos sin Fronteras también criticó el acuerdo, comparándolo con casos como el traslado forzoso de inmigrantes ordenado por el gobierno australiano a la isla de Nauru y acusando el acuerdo de ser “un nuevo ataque al derecho de asilo”.

También estableció paralelismos con el plan del gobierno de Reino Unido de enviar inmigrantes a Ruanda, el cual fue declarado ilegal por el Tribunal de Apelaciones.

El gobierno británico todavía está esperando un fallo de la Corte Suprema con respecto a la legalidad de este plan.

En lo que va de este año más de 145.000 inmigrantes entraron a Italia, lo que representa 42.000 más que en el mismo período del año pasado.

En abril, el gobierno de coalición que lidera Meloni anunció un estado de emergencia, después de que se registraran 441 muertes de migrantes en el Mediterráneo central en los primeros tres meses de este año.