La portavoz de la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Refugiados (Acnur), la española Olga Sarrado, estimó que hasta 800.000 civiles podrían huir de Sudán en las próximas semanas si no finaliza el conflicto que enfrenta al Ejército con las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).

Desde que comenzaron los enfrentamientos en este país del norte africano, el pasado 15 de abril, más de 100.000 personas salieron hacia el exterior.

Una mayoría de quienes pueden huir en las próximas semanas son sudaneses, pero también se suman a ellos personas que se encontraban en el país como refugiadas y que ahora tendrían que encontrar un nuevo destino donde estar a salvo. Antes de que empezara este conflicto, Sudán albergaba, entre otros refugiados, unos 800.000 provenientes de Sudán del Sur, uno de los países más pobres del mundo cuya independencia fue reconocida internacionalmente en 2011.

El alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, el italiano Filippo Grandi, dijo que el organismo, “junto con gobiernos y socios”, se está preparando para eventuales cifras de ese tipo.

“Esperamos que no se llegue a eso, pero si la violencia no se detiene, veremos a más personas forzadas a huir de Sudán buscando un lugar seguro”, afirmó el funcionario de acuerdo a lo que consignó el portal Europa Press.

Según la Organización Internacional para las Migraciones, el conflicto ya dejó unos 330.000 desplazados internos. Para quienes dejan el país, Chad y Egipto son los destinos más frecuentes, pero los sudaneses también huyen hacia República Centroafricana, Etiopía y Sudán del Sur. Según informó la agencia Efe, todos esos países, con la excepción de Egipto, ya albergan cientos de miles de refugiados de la región.

Sarrado alertó además que faltan fondos para atender esta crisis y que “los países de asilo necesitarán apoyo adicional para dar protección y asistencia”. Señaló que “entre las necesidades urgentes están el agua, la comida, el cobijo, la atención sanitaria, material de socorro, servicios de respuesta y prevención contra la violencia de género y servicios de protección de la infancia”.

El comienzo de los actuales enfrentamientos en Sudán se originó por diferencias entre el vicepresidente del Consejo Soberano de Transición y líder de las FAR, Mohamed Hamdan Dagalo, conocido como Hemedti, y el presidente de ese consejo y líder del Ejército, Abdelfatá al Burhan, acerca de la integración de esas milicias a las Fuerzas Armadas en el marco de la creación de un nuevo gobierno de transición. Hemedti reclama que se integren, pero Al Burhan no está de acuerdo.

El Consejo Soberano de Transición que ambos integran surgió después de que Al Burhan encabezara en octubre, con ayuda de las FAR, un golpe de Estado que derrocó al primer ministro Abdalá Hamdok. También Hamdok había llegado al poder con un golpe de Estado, el que desplazó del gobierno a Omar Hasán al Bashir, que había permanecido al frente del país durante 30 años.

Los enfrentamientos entre el Ejército y las FAR han dejado hasta este martes 550 muertos y casi 5.000 heridos, según datos de la Organización Mundial de la Salud, que advierte que los números reales podrían ser sensiblemente mayores.

El martes los dos bandos enfrentados anunciaron una tregua de siete días, que comenzará el jueves, cuando finaliza otra tregua de 72 horas dispuesta el lunes. También acordaron el nombramiento de representantes de ambas partes para negociaciones indirectas de paz. Así lo anunció el Ministerio de Relaciones Exteriores de Sudán del Sur, que actúa como mediador en esta crisis. Señaló que Al Burhan y Hemedti aceptaron “un acuerdo de principio” para detener los combates. Otras treguas fueron rotas en días anteriores por las dos partes. Habían sido dispuestas para permitir las evacuaciones de extranjeros y de sudaneses que intentaban huir de la violencia.

Según informó Efe, el presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, que encabeza la mediación en nombre de los miembros de la Autoridad Intergubernamental sobre el Desarrollo –un bloque económico del este de África–, llamó a Al Burhan y Hemedti a que “propongan una fecha para comenzar las conversaciones lo antes posible” y a nombrar a sus representantes para llevarlas adelante donde “ellos propongan”.

El director regional del Comité Internacional de la Cruz Roja en África, Patrick Yussef, dio ayer la bienvenida a la tregua. “Es una buena noticia para familias que en Jartum [la capital del país] han pasado hasta ocho días sin poder salir de sus casas”, dijo. Yussef, además, pidió a los dos bandos que respeten a los civiles durante sus enfrentamientos.