El líder norcoreano, Kim Jong-un, que no suele viajar fuera de su país, tiene previsto visitar Rusia este mes para reunirse con el presidente Vladimir Putin, según informaron los diarios The New York Times y The Washington Post. De acuerdo con los periódicos estadounidenses, el motivo del viaje sería discutir sobre una posible entrega de armas a Moscú para su uso en la guerra en Ucrania, en particular artillería y misiles antitanques. A cambio, Corea del Norte aspira a conseguir tecnología para la fabricación de satélites y submarinos de propulsión nuclear, así como ayuda alimentaria.

El encuentro tendría lugar durante el Foro Económico Oriental que se celebrará del 12 al 15 de setiembre en la Universidad Federal del Lejano Oriente, en Vladivostok. Hasta allí, Kim se trasladaría en un tren blindado, informó The New York Times.

La información se conoció después de que la inteligencia estadounidense informara a CNN que Moscú y Pyongyang avanzan “activamente” en negociaciones sobre un posible acuerdo de armamento. A su vez, John Kirby, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, dio a conocer que Putin y Kim intercambiaron correspondencia en la que manifestaron su voluntad de “aumentar su cooperación bilateral”.

El encuentro, además, estaría precedido del viaje que el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigú, hizo en julio a Corea del Norte, en el que le transmitió a Kim una propuesta para realizar ejercicios militares conjuntos con China. El contenido de la reunión fue revelado esta semana por el director del Servicio Nacional de Inteligencia surcoreano, Kim Kyou-hyun, según informaron las agencias Europa Press y Efe. De acuerdo con el funcionario, Shoigú se reunió en privado dos veces con el líder norcoreano y asistió a un desfile militar en Pyongyang para celebrar el 70º aniversario del fin de la Guerra de Corea.

Ninguno de los dos países involucrados confirmó que la cumbre esté prevista, sin embargo, comenzaron a sentirse las reacciones internacionales ante el posible encuentro. Una de ellas fue la de Washington, que le advirtió a Corea del Norte que “pagará un precio” en su vínculo con otros países si le brinda a Rusia armamento destinado a la guerra en Ucrania. “Proporcionar armas a Rusia para usarlas en el campo de batalla contra silos de grano e infraestructura de calefacción de las principales ciudades mientras nos acercamos al invierno para tratar de conquistar territorio de otra nación soberana no va a dejar bien a Corea del Norte y pagará un precio por ello en la comunidad internacional”, dijo el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.

Otro funcionario, el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Vedant Patel, advirtió que Estados Unidos “ha sido increíblemente claro sobre las potenciales consecuencias de que cualquier país adopte medidas que apoyen a Rusia a avanzar en su ilegal e injusta guerra”.

Ya en diciembre de 2022, Estados Unidos afirmaba que Corea del Norte había brindado a Rusia cohetes y misiles de infantería, en aquel caso a través del grupo de mercenarios Wagner, informó Efe. Ahora, la Casa Blanca afirma que esos tratos pasaron a la esfera gubernamental.

También Corea del Sur reaccionó a la posibilidad de cooperación militar entre Pyongyang y Moscú. El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, dijo que “las tentativas para la cooperación militar con Corea del Norte, que minan la paz en el marco de la comunidad internacional, deben atajarse de inmediato”. Durante la cumbre de la Asociación de Países del Sudeste Asiático (Asean), que se celebró esta semana en Yakarta, Seúl emitió un comunicado en el que Yoon también estableció “la necesidad de que haya una respuesta firme y conjunta por parte de la comunidad internacional de cara a lograr la completa desnuclearización de Corea del Norte teniendo en cuenta lo serias que resultan sus amenazas valiéndose de misiles y armas nucleares”.

El gobierno de Japón también se manifestó alerta por estos contactos entre Rusia y Corea del Norte. “Estamos vigilando esta situación con preocupación ya que podría suponer un caso de violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que prohíben totalmente las exportaciones de armamento y materiales relacionados de Corea del Norte”, manifestó el portavoz del gobierno japonés, Hirokazu Matsuno. Agregó que su país está “analizando los movimientos de Corea del Norte, incluidos los militares”, y “seguirá cooperando estrechamente con la comunidad internacional con vistas a que el país cumpla las resoluciones de la ONU”.

Por su parte, Rusia evitó confirmar o negar que la cumbre entre Putin y Kim esté prevista. Consultado al respecto por periodistas, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, respondió que no tiene “nada que decir sobre ese tema”. “Tenemos buenas relaciones con Pionyang y las valoramos. Corea del Norte es nuestro vecino y vamos a desarrollar nuestros lazos sin importar lo que opinan otros países”, agregó el miércoles.

El último encuentro entre Putin y Kim tuvo lugar en abril de 2019, también en Vladivostok.