El jueves, los departamentos de emergencia de todos los hospitales más grandes de Corea del Sur, excepto uno, estaban en alerta roja debido a las protestas de los médicos jóvenes.

Los médicos en formación se han declarado en huelga y casi dos tercios de los doctores recientemente recibidos del país participaron en las protestas, en muchos casos acompañados de colegas experimentados, dejando a los hospitales sin otra opción que rechazar a pacientes y cancelar procedimientos, según informó Reuters.

Las protestas comenzaron esta semana y son el resultado de una disputa sobre una decisión del gobierno de aceptar a más estudiantes en las facultades de Medicina.

Algunos observadores dicen que los médicos se oponen a la perspectiva de una mayor competencia entre ellos: el profesor Kwon Soon-man, experto en salud pública de la Universidad Nacional de Seúl, dijo a la BBC: “Más médicos significa más competencia y menores ingresos para ellos, por eso están contra la propuesta”.

Por su parte, los profesionales que están protestando dicen que Corea del Sur ya tiene suficientes médicos y que el gobierno debe aumentar sus sueldos y mejorar sus condiciones de trabajo antes de admitir a más estudiantes.

La Asociación de Residentes e Internos de Corea exigió en una declaración que el gobierno “retire sus políticas equivocadas y ponga fin a su opresión antidemocrática”.

La declaración describió el plan del gobierno para aumentar el número de estudiantes aceptados en las facultades de Medicina en 2.000 como “un número ridículo”. Alegó también que el gobierno se negó a revelar “pruebas científicas” para justificar el objetivo que se había fijado “para ganar votos políticos”.

Desde la entidad también se afirmó: “Aumentar el número de facultades de Medicina conducirá a mayores gastos médicos para la gente, sin resolver los problemas fundamentales de la atención médica esencial”.

La asociación publicó una lista de demandas para el gobierno, entre ellas que cancele por completo el plan para aumentar el número de estudiantes de Medicina en 2.000, que establezca una organización para estimar científicamente la oferta y demanda de médicos y que mejore las condiciones de formación en las que trabajan 80 horas cada semana.

En una protesta en la provincia de Jeolla del Norte médicos expresaron su preocupación de que más admisiones podrían causar una disminución de la calidad de la educación médica. Según informó la agencia de noticias Yonhap, Um Chul, líder de la Asociación Médica de Jeonju, la capital de esta provincia, dijo: “Salimos a las calles porque nos preocupa que el sistema médico de Corea del Sur, que es el más envidiado del mundo, colapse”.

Según informó The Korea Herald, el segundo viceministro de Salud, Park Min-soo, dijo este jueves que 9.275 médicos de unos 13.000 habían presentado sus dimisiones y que 8.024 de ellos ya habían abandonado sus empleos. Al menos 6.038 médicos en formación han recibido órdenes de regresar al trabajo.

De acuerdo a lo que explicó Associated Press, el gobierno advirtió que emprendería acciones legales contra los médicos que se nieguen a cumplir las órdenes de regreso al trabajo y amenazó con detener a quienes encabezaron las huelgas.

La ley de Corea del Sur establece que si los trabajadores médicos se niegan a acatar las órdenes de regreso al trabajo, podrían enfrentarse hasta tres años de prisión o 22.480 dólares de multa, lo que también llevaría a la revocación de sus licencias médicas.

A pesar de las medidas de emergencia adoptadas por el gobierno, como la apertura al público de hospitales militares y la ampliación del horario de apertura de 97 centros médicos, a los pacientes se les han cancelado procedimientos como cesáreas y tratamiento del cáncer.