La inédita decisión de Estados Unidos de no vetar una resolución contra Israel en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, por la cual se pidió un alto al fuego inmediato en la Franja de Gaza, tensó aún más las relaciones entre el gobierno que preside Joe Biden y el de Benjamin Netanyahu, que rechazó de manera contundente el planteo de la entidad internacional.

Pese a ello, este martes se reunieron en Washington el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, con el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, en un encuentro en el que se trataron varios temas, pero que estuvo centrado en buscar alternativas a una invasión terrestre sobre Rafah, ciudad situada en el extremo sur de Gaza, junto a la frontera con Egipto, donde se encuentran hacinados más de un millón de palestinos.

Después de la reunión, durante una conferencia de prensa consignada por El País de Madrid, Austin dijo que las relaciones entre Estados Unidos e Israel pueden estar en un punto de inflexión, pero no de ruptura porque su carácter es “inquebrantable”.

La cuestión acerca de la eventual invasión a Rafah, que Netanyahu y el bloque más extremista de su gobierno está dispuesto a realizar de cualquier manera con la finalidad de terminar con la resistencia de Hamas, es un tema de preocupación internacional.

Sobre el tema se expresó este martes el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Matt Miller, quien dijo que, en caso de realizarse, esta operación también causaría daños a los civiles palestinos y al flujo de ayuda humanitaria hacia Gaza, la mayor parte de la cual llega a través de Rafah.

“Creemos que ese tipo de operación dañaría la seguridad nacional de Israel y dejará a Israel más aislado en el mundo”, dijo el funcionario de la Casa Blanca. “Separará a Israel de países que han sido socios desde hace mucho tiempo. Hemos dejado claro que este tipo de operación no redunda en interés de Israel, y mucho menos en interés del pueblo palestino”, agregó Miller.

Paralelamente, el gobierno israelí decidió este martes retirar a sus negociadores que estaban en Doha, la capital de Qatar, intentando llegar a un acuerdo sobre una posible tregua que implicaría el intercambio de rehenes israelíes que están en Gaza por presos que se encuentran en cárceles de Israel.

Fuentes diplomáticas israelíes consideraron que las conversaciones están “en un callejón sin salida” debido a las demandas de Hamas. La decisión generó protestas en Tel Aviv de parte de familiares de los rehenes y de otras personas, que terminaron con cuatro detenidos, de acuerdo a lo que informó The Times of Israel.

El gobierno de Netanyahu remarcó que el texto aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU “envalentonó” a Hamas, a quien acusa de plantear exigencias “ilusorias”.

Hamas, la organización que gobierna desde 2007 en el territorio de la Franja de Gaza, pide un alto el fuego permanente y la retirada israelí, mientras que Israel únicamente está dispuesto a hacer una tregua temporal, mientras asegura que seguirá su ofensiva hasta “erradicar” a Hamas.

Este martes, el líder de la rama política de la organización, Ismail Haniyeh, dijo durante una visita a Teherán, la capital iraní, que los palestinos vienen mostrando una “resistencia legendaria” durante la guerra en Gaza, en la que Israel no pudo conseguir sus objetivos militares.

Según informó la agencia de noticias iraní, IRNA, en una conferencia de prensa que dio junto al ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Hossein Amir-Abdollahian, Haniyeh dijo que el apoyo político a Israel ahora se está debilitando en todo el mundo, como lo demuestra la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que exige un alto el fuego.

Haniyeh, en su segunda visita a Irán desde que estalló la guerra de Gaza, también elogió a Irán por “estar a la vanguardia del apoyo a la causa y a la nación de Palestina”.

Volviendo a la situación interna de Israel, medios locales difundieron datos de una encuesta que marca que la mayoría de los israelíes cree que el desempeño de Netanyahu desde el comienzo de la guerra fue deficiente, una calificación significativamente más baja que la del Ministro de Defensa, Yoav Gallant, y otros altos funcionarios.

Según el trabajo realizado este mes con base en la opinión de 700 personas por el Instituto de Democracia de Israel, el 57% calificó la actuación de Netanyahu como “pobre o muy pobre”, mientras que sólo el 28,5% cree que ha sido “buena o excelente”, mientras que el 14% de los consultados evaluaron su desempeño como “regular”.