Semanas atrás, el presidente, Luis Lacalle Pou, junto al ministro de Relaciones Exteriores, Francisco Bustillo, recibió en la Torre Ejecutiva a la embajadora del Estado de Palestina, Nadya Rasheed, y a representantes de Qatar y Arabia Saudita. El gobierno no hizo declaraciones al término del encuentro. Los diplomáticos, muy pocas.

Una semana después, la Liga Árabe, asociación que agrupa a 22 países árabes, le envió un “mensaje de disconformidad” al embajador uruguayo en Naciones Unidas, Carlos Amorín, según informó El Observador. El planteo estuvo vinculado al posicionamiento de Uruguay en torno al conflicto israelí-palestino, que ha tenido algunos cambios a partir de la asunción del actual gobierno en 2020.

En diálogo con la diaria, Rasheed explicó que en la reunión que mantuvo en Torre Ejecutiva junto a los embajadores de los países árabes, y en representación de los 22 países de la Liga Árabe, se conversaron dos asuntos: las resoluciones sobre “la cuestión palestina” en las próximas sesiones de Naciones Unidas y la intención de Lacalle Pou de abrir una oficina comercial en la ciudad de Jerusalén.

Acerca de la recepción del Poder Ejecutivo a sus planteos, Rasheed dijo que “fue muy positiva” y destacó la “buena relación” entre Uruguay y Palestina. “Uruguay tiene voz y voto importantes porque siempre ha sido constante en su adhesión a los principios del derecho internacional, los derechos humanos y la autodeterminación”.

Sobre las próximas sesiones de Naciones Unidas, la embajadora manifestó su “esperanza” de que Uruguay, “como un fuerte defensor de los derechos humanos y el derecho internacional, sea parte de la mayoría de la comunidad internacional que apoya la aplicación de las leyes en la Palestina ocupada”.

“Para nosotros Uruguay es una voz importante”, subrayó. Por eso mismo dijo que está “tratando de acortar las brechas que existen”, que “no son grandes” porque “Uruguay siempre ha apoyado al pueblo de Palestina, eso es algo que valoramos”.

A principios de septiembre, Lacalle Pou recibió de parte de la Organización Sionista del Uruguay el Premio Jerusalén, edición 2022. “Este premio lo acepto con la tranquilidad de pertenecer a un país que nunca dudó en dónde tenía que estar y tomó el riesgo de ser pionero en la creación del Estado de Israel”, expresó el mandatario en el evento.

Y añadió: “Durante años, Uruguay ha tenido actitudes que condicen con la actitud primaria del reconocimiento de Israel. Particularmente nuestro gobierno ha enfrentado decisiones en Naciones Unidas, ha cambiado varias de ellas creyendo ser más justo en los temas de fondo que se tratan”.

Caggiani: “Hubo un cambio en la posición histórica de Uruguay”

Para Daniel Caggiani, senador del Frente Amplio e integrante de la Comisión de Asuntos Internacionales del Senado, desde que asumió el gobierno de coalición “hubo un cambio importante” en el posicionamiento uruguayo sobre “el conflicto en Medio Oriente”. En conversación con la diaria, señaló que anteriormente Uruguay “siempre había sido o copatrocinador en el conflicto en Medio Oriente o votaba a favor de denuncias sobre violaciones a los derechos humanos o sobre la ocupación de Cisjordania”.

Afirmó que en el último tiempo “no solamente no se acompañaron las resoluciones, sino que se votó en contra”. “Hubo un cambio en la posición histórica de Uruguay. Cuando se creó el Estado de Israel, la cancillería uruguaya tuvo como posición diplomática respetar los principios de los dos Estados”.

Según Caggiani, a causa de los cambios “se terminó generando la respuesta de la Liga Árabe”. La nueva postura, sostuvo, “deja en evidencia el tipo de relaciones carnales que tiene el presidente de la República con el gobierno anterior de Israel y con el actual embajador israelí en Uruguay, [Yoed Magen]”.

El día que recibió el premio anual de la Organización Sionista del Uruguay, Lacalle Pou le habló directamente a Magen y anunció: “antes de que termine el mandato vamos a estar instalando una oficina uruguaya de innovación y comercio en Jerusalén”, tal como “nos hemos comprometido”.

Consultada al respecto, Rasheed expresó que “cualquier país que abra una oficina o una embajada en Jerusalén, que es el lugar más sensible no solamente para Palestina e Israel sino para el mundo árabe, musulmán y cristiano, no va a contribuir en el camino hacia la paz”. Indicó que de acuerdo con las resoluciones de Naciones Unidas “son muy claras” las obligaciones de los países de “no reconocer la adquisición de territorios por la fuerza”. “Jerusalén es una ciudad ocupada. Israel no tiene la soberanía sobre Jerusalén. Le pedimos a Uruguay que nos apoye en lograr la paz y que no legitime las acciones ilegales de Israel”, agregó.

Para Caggiani, el anuncio de Lacalle Pou es “algo absolutamente descabellado, incluso hasta vetusto”. Mencionó que la decisión del expresidente estadounidense Donald Trump de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel “fue muy cuestionada a nivel internacional y casi no tuvo apoyo”. A su entender, la apertura de una oficina comercial uruguaya en Jerusalén “ahondaría un poco más la posición de Uruguay en ese conflicto”.

A mediados del año pasado, Naciones Unidas aprobó la creación de una comisión internacional para investigar las violaciones de los derechos humanos luego de que una escalada en el conflicto israelí-palestino terminase con 240 muertes, y Uruguay votó en contra de la resolución en el Consejo de Derechos Humanos.

Esto fue cuestionado públicamente por Rasheed, quien calificó la decisión como “desafortunada”. Bustillo, en tanto, dijo que las declaraciones de la embajadora de Palestina no fueron “felices para nada” y aseguró que la posición de Uruguay “no ha variado”, “seguimos siendo un país que abriga y pretende la paz en la región, y nos sentimos tan amigos de Israel como de Palestina”.

la diaria consultó a la cancillería para esta nota pero no tuvo respuesta.