“Israel sigue diciéndoles: ‘Pónganse en nuestros zapatos’, pero Israel no lleva zapatos, lleva botas militares”, dijo a los diputados de la Comisión de Asuntos Internacionales la embajadora del Estado de Palestina, Nadya Rasheed, en su comparecencia del viernes 28 de mayo. Rasheed asistió por iniciativa propia para transmitir la posición de Palestina en el conflicto entre la Franja de Gaza y Jerusalén, que tuvo una nueva escalada de violencia en mayo, y por el cual el presidente Luis Lacalle Pou se solidarizó con Israel.

El último estallido bélico llegó a su fin luego de que el gobierno de Israel y Hamas alcanzaron una tregua, el 20 de mayo, después de 11 días de violencia que dejaron cerca de 250 muertos en el territorio palestino y una docena en el israelí. Pero el conflicto, con raíces históricas, persiste, por lo que ahora comenzó una nueva etapa de negociación internacional para asegurar el mantenimiento de la paz.

En ese marco, el gobierno uruguayo adoptó una decisión que la propia Rasheed cuestionó en el Parlamento, y por la cual el Frente Amplio (FA) decidió convocar a las autoridades de la cancillería: el 27 de mayo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó la creación de una comisión internacional para investigar las violaciones de los derechos humanos antes y durante el último conflicto entre Israel y Palestina, la cual tuvo el voto en contra de nueve países, entre ellos Uruguay.

Esta resolución estuvo presente en la exposición de Rasheed, que no ocultó su malestar ante lo que calificó como una decisión “desafortunada”, en el entendido de que “el mensaje que envía es que las vidas de los palestinos son indignas, que el derecho internacional es inefectivo en nuestro caso y que, lejos de ser neutral, toma el lado del opresor”. Si bien comenzó su presentación agradeciendo a Uruguay “por la amistad y solidaridad brindadas al pueblo palestino” en su reconocimiento del Estado de Palestina, en 2001, y “en apoyo a su derecho a la autodeterminación, libertad e igualdad”, Rasheed consideró que “en este último tiempo” Uruguay “no fue muy neutral” al posicionarse a favor del “supuesto” derecho a la autodefensa de Israel.

La diplomática señaló que “varios países occidentales han enfatizado un supuesto derecho israelí a defenderse durante esta última guerra sobre Gaza”, lo cual “incluyó la posición oficial de Uruguay”, y consideró que estos posicionamientos han dado “luz verde” a Israel “para atacar al pueblo palestino, ignorando sus obligaciones en virtud del derecho internacional”. Para Rasheed, por el contrario, se debe “hacer hincapié en el derecho del pueblo palestino a resistir y defenderse para poner fin a la ocupación israelí”, y preguntó: “¿La violencia es considerada terrorismo cuando es cometida por palestinos, y es autodefensa cuando es cometida por Israel?”.

Rasheed consideró que Uruguay debe volver al “lado correcto de la historia”, en el que estaba cuando votó a favor de condenar los asentamientos judíos en Palestina, en 2016, “con el fin de salvar la solución de dos estados”. “Necesitamos que Uruguay continúe del lado correcto de la historia y también que nos ayude a alcanzar una solución justa y duradera entre Israel y Palestina”, sostuvo. “Sabemos que Uruguay apoya una solución de dos estados, pero decirlo no es suficiente; se requiere acción”, añadió Rasheed, y señaló que “el voto de Uruguay en las Naciones Unidas importa”.

Por otra parte, la embajadora reconoció que Uruguay “tiene una amistad con ambos pueblos”, el israelí y el palestino, pero afirmó que le “gustaría que un buen amigo nos dijera cuando algo está mal”. En ese sentido, opinó que “es mucho más fácil ser neutral, pero en este último tiempo Uruguay no fue muy neutral”. “Trabajé veinte años en las Naciones Unidas y también trabajé con diplomáticos uruguayos, a los que siempre se les escuchaba porque tomaban el lado de la justicia”, aseguró, y consideró que en este caso “no es tomar el lado de pro Palestina o pro Israel” sino “tomar el lado de los derechos humanos”.

Hamás y el “pecado original”

La embajadora palestina también hizo referencia a la actuación de la organización terrorista Hamas, en la que las autoridades israelíes han puesto el foco para justificar sus ataques. Incluso el embajador de Israel en Uruguay, Yoed Magen, en sus comparecencias en el Parlamento, aseguró que el conflicto “no es con el pueblo palestino” sino con Hamas, a quien adjudicó toda la culpa por los enfrentamientos. Al respecto, Rasheed dijo a los legisladores que “se intenta hacer creer al mundo que la guerra sólo está enfocada en los militantes de Hamas”, pese a que el problema “persiste”: “Antes de esta escalada, después de esta escalada, antes del cese del fuego, después del cese del fuego, antes de Hamas, [y] después de Hamas”. En ese sentido, recordó que Hamas surgió hace 33 años, mientras que “la ocupación [israelí] está en su 54° año”.

“Permítanme mostrarles a quién Israel considera Hamas”, dijo Rasheed antes de proyectar fotografías de niños en Gaza, según se señala en la versión taquigráfica. La diplomática aseguró que no niega la existencia de Hamas, que es “una realidad política”, y también reconoció que la organización “lanza cohetes en respuesta a las acciones de Israel”, lo cual “no está bien”, dijo, pero resaltó que “el problema” es “la negación” de los derechos del pueblo palestino, la “ocupación colonial” de su tierra y la “opresión” que sufren los palestinos, “y eso es lo que tiene que terminar, de lo contrario, nada de esta violencia y sufrimiento nacidos de ese pecado original terminará”.

Rasheed afirmó que Israel “desató toda su potencia militar sobre Gaza, poniendo en peligro a toda su población, siendo 60% menor de dieciocho años”, con un resultado de “260 palestinos asesinados; casi la mitad de ellos eran mujeres y niños”. “Imagínense, todo esto en medio de una pandemia, en la que sólo 1% de los palestinos está vacunado, porque Israel los dejó sin parte de su tan alabada campaña de vacunación”, agregó.

Por su parte, el diputado del FA Daniel Caggiani señaló que el voto negativo de Uruguay en la ONU va a ser motivo de convocatoria a las autoridades de la cancillería y al propio canciller, Francisco Bustillo, “para saber por qué Uruguay votó en contra de una resolución del Consejo de Derechos Humanos que básicamente tenía como inquietud la posibilidad de establecer una comisión de investigación de los últimos hechos, pero sobre todo también los hechos más estructurales que ustedes han señalado”. Según supo la diaria, la solicitud ya se envió, pero aún no hay una fecha definida para la comparecencia.