El Consejo del Mercado Común del Mercosur dio inicio este lunes a una nueva reunión ordinaria, esta vez en Puerto Iguazú, Argentina. De la instancia, que abrió el canciller argentino Santiago Cafiero, también participó el ministro de Relaciones Exteriores uruguayo, Francisco Bustillo. Tal como lo ha hecho en ocasiones anteriores, dedicó su discurso a marcar las diferencias que tiene Uruguay respecto al funcionamiento del bloque.

“Hemos sido siempre sinceros y francos respecto a la posición de nuestro país en la que hemos transmitido una visión crítica con relación al estado de situación del desarrollo del proceso de integración regional”, sostuvo Bustillo, y agregó: “Desde el primer día advertimos que al Mercosur le había ganado el inmovilismo”.

Según el canciller uruguayo, el Mercosur “no ha sido capaz de consolidar en su interior políticas que permitan incrementar de manera sustancial los lazos comerciales entre los socios y ha quedado, al mismo tiempo, al margen de importantes negociaciones comerciales que tienen lugar en la arena internacional”.

En este sentido remarcó que en lo que refiere al relacionamiento externo, “no tenemos acuerdos con ninguna de las diez principales potencias económicas y comerciales en el mundo, y no tenemos progresos tangibles con Asia, que es la región más dinámica en términos económicos”.

Recordó que el Mercosur tiene algunos posibles acuerdos con Singapur, la Asociación Europea de Libre Comercio y la Unión Europea. “Veamos el caso de Singapur. En julio de 2022, hace ya un año, anunciamos el final de los trabajos técnicos. Hoy, sin embargo, la negociación sigue sin concluirse y se encuentra bajo revisión de Brasil”. “Respecto a la Unión Europea, al terminar esta Presidencia, constatamos que no hemos tenido ningún avance en la negociación”, señaló en referencia al primer semestre de este año, que ocupó Argentina la presidencia pro témpore del bloque.

Bustillo le señaló a sus colegas cancilleres que “Uruguay ha avanzado y concretado un estudio de factibilidad conjunto con la República Popular China” y subrayó que tanto China como Uruguay esperan el estudio que pidió hacer el Mercosur sobre este posible acuerdo. “Los otros miembros hicieron conocer la inquietud de que les gustaría también llevar adelante un estudio en el mismo sentido. Pues bien, China aguarda, Uruguay aguarda”, dijo.

“Como hemos dicho reiteradamente, para el Uruguay es siempre mejor estar acompañado en cualquier mesa de negociación de Argentina, Brasil y Paraguay. Sin perjuicio de lo cual, lo único que no nos vamos a permitir es el inmovilismo”. “Debemos reconocernos y procurar no lo que quisiéramos, sino lo que podemos realmente ser: una zona de libre comercio”. enfatizó.

Nuevamente Bustillo señaló las “dificultades para asegurar un normal funcionamiento de los flujos comerciales intrabloque” y destacó la “fuerte presencia de barreras comerciales”. A su entender esto provoca “un escenario de incertidumbre y una falta de previsibilidad que afecta al trabajador, al empresario, al ciudadano”.

En particular el canciller hizo énfasis en las desigualdades que hay a la interna del bloque a nivel comercial. “Tenemos, desde hace más de diez años, un déficit comercial con los socios del Mercosur”, sostuvo y puntualizó: “Uruguay exporta al Mercosur alrededor de un 25% de su producción, mientras que Uruguay recibe del bloque más del 40% por concepto de importaciones”.

En este sentido remarcó que no existe “el arancel externo común” sino que cada país tiene “aranceles nacionales”. “Les recordamos que existen hoy tres aranceles nacionales, elemento que deja por fuera todo atisbo de mercado común y/o de unión aduanera. En una actividad, la nuestra, tan afecta a las siglas, quizás debiéramos hablar de Zocosur, más que Mercosur, esto es zona común del sur”, ironizó el canciller.

Bustillo aprovechó a reclamar al gobierno argentino: “Es un hecho de especial preocupación que mi país enfrenta en la actualidad duras restricciones para el acceso al mercado argentino, teniendo en cuenta las políticas implementadas en materia de aprobación de licencias no automáticas de importación. A la fecha, son más de 600 las solicitudes que se encuentran pendientes de autorización por parte de las autoridades argentinas”.