A pesar de que las consecuencias de la crisis climática, la contaminación del agua de la mayoría de las cuencas del país, la degradación y cambio de uso del suelo, el avance de la urbanización en la faja costera, la pérdida de biodiversidad, las dificultades para el suministro de agua potable de calidad y otras problemáticas ambientales son cada vez más palpables en la vida cotidiana de la población uruguaya, las propuestas programáticas en materia de ambiente no están, una vez más, entre las principales discusiones en la campaña electoral. Sin embargo, algunas existen.
En ese marco, la diaria consultó a los asesores en materia de ambiente de algunas de las figuras que se precandidatean a la Presidencia en las internas de distintos partidos políticos con relación a dos puntos fundamentales: la gestión de la cuenca del río Santa Lucía y el manejo de futuras sequías e inundaciones.
La cuenca del río Santa Lucía
La cuenca del río Santa Lucía es la principal fuente de abastecimiento de agua potable de más del 50% de la población de Uruguay. Las dificultades en su gestión, si bien vienen desde hace mucho tiempo, quedaron en evidencia durante la crisis hídrica, pero los problemas no terminaron con las lluvias. Son necesarias medidas para mitigar la contaminación de la cuenca, preservar sus ecosistemas y prevenir futuras crisis.
Leonardo Herou, director de Gestión Ambiental de la Intendencia de Canelones y asesor en el área del precandidato del Frente Amplio (FA) Yamandú Orsi, sostuvo que, a pesar del “contexto nacional desfavorable”, el gobierno canario logró concretar algunas medidas que son una “referencia para avanzar a una escala mayor”, como reconocer y declarar al río Santa Lucía patrimonio natural de Canelones, la aprobación de distintos planes de ordenamiento territorial –entre ellos, el Plan Ruralidades Canarias–, la creación y convocatoria del Gabinete por el Agua y la inclusión de la voz de la academia.
Herou contó que desde el equipo de Orsi se ha observado con “enorme preocupación la falta de recursos y la debilidad que caracterizaron estos años” al Ministerio de Ambiente (MA). Por eso, una de las propuestas del frenteamplista apunta a “generar un mejor diseño institucional” para “asignar mejor los recursos, profundizar los mecanismos de conservación, autorización, control y vigilancia ambiental” e involucrar en estos procesos a intendencias y municipios “por su gran cercanía con actores y problemas de cada territorio”.
Otras iniciativas de Orsi apuntan a “impulsar y concretar una potente estrategia basada en la actualización y fortalecimiento de los planes de cuenca, y en un renovado y sólido funcionamiento de las comisiones de cuenca”; la incorporación de tecnología en el monitoreo del estado del ambiente con sensores y drones, así como inteligencia artificial (IA) y modelos “que nos permitan entender y prever distintos eventos” e “insistir” en la articulación entre gobierno, academia y la comunidad.
Por su parte, el asesor de la precandidata del FA Carolina Cosse Guillermo Moncecchi, director de Desarrollo Ambiental de la Intendencia de Montevideo (IM), dijo que para el río Santa Lucía se proponen “implementar y profundizar las medidas” previstas en el decreto de diciembre de 2019 titulado “Plan de acción para la protección de la calidad ambiental de la cuenca del río Santa Lucía, medidas de segunda generación”, que, afirma, “se suspendieron parcialmente durante este gobierno”. En concreto, priorizarán tres aspectos: la “restauración ecosistémica en zonas riparias y planicies inundables, regenerando el campo natural y el bosque nativo”, “aprobar el plan de manejo del área protegida Humedales del Santa Lucía” previsto para 2019 y que no se puso en marcha, y, por último, “extender las zonas de amortiguación a todos los cursos de agua de la cuenca”.
En el caso del Partido Nacional, la diaria consultó al coordinador del grupo de Ambiente del precandidato Álvaro Delgado, el subsecretario del MA, Gerardo Amarilla, y al coordinador general de propuestas de Laura Raffo, Francisco Faig.
Amarilla sostuvo que en el río Santa Lucía “ya hay un trabajo que se viene haciendo y la idea es continuar para mejorar la gestión de lo que tiene que ver con el entorno de la cuenca”, principalmente con relación a tres ejes de “fuerte impacto”. El primero está vinculado a “la presión de las actividades productivas” e involucra el monitoreo y generación de “planes y protocolos de gestión de diferentes tipos de residuos tanto sólidos como líquidos para impedir que terminen afectando la calidad de agua”, además de “coordinar con los diferentes actores que están en la cuenca espacios de amortiguación”.
El segundo eje hace referencia a los monitoreos y el control que se realiza sobre la actividad industrial. Aunque consideró que este aspecto “está bastante controlado por el MA”, Amarilla apuntó que se debe profundizar en esta área con la implementación de “monitoreos online para tener en tiempo real los datos de cualquier vertido que pueda llegar a afectar la calidad del agua de la cuenca”.
El tercer punto tiene que ver con el impacto sobre el Santa Lucía de la “vida urbana de las diferentes localidades que están en la cuenca”. Al respecto, el asesor de Delgado dijo que se debe trabajar en “la gestión de residuos de las diferentes localidades, continuar con el plan de cierre de vertederos a cielo abierto, la construcción de plantas de transferencia, la evaluación de impacto de los residuos de las grandes ciudades y la mejora de la gestión de la limpieza urbana”, así como en “la extensión de todas las redes de saneamiento y la mejora en las plantas de tratamiento de aguas residuales”.
Por su parte, Faig sostuvo que la propuesta de Raffo es seguir “desarrollando el plan previsto por este gobierno en inversiones, de manera de asegurar una fuente prácticamente infinita y segura de agua potable para la región más poblada del país”.
Dentro de las filas coloradas, el equipo de Ambiente del precandidato Robert Silva transmitió a la diaria que la propuesta es “continuar fortaleciendo” las “herramientas” y “buenas prácticas” del Plan de Cuenca del Santa Lucía aprobado durante este gobierno, que incluye “medidas para el desarrollo sustentable del agua, el suministro para uso humano, la gestión de riesgos asociados al agua, mejoras en diseño y gestión de obras hidráulicas, sistemas de información y desarrollo de modelos de monitoreo, fortalecimiento institucional, educación sobre el agua, comunicación e investigación”.
Entre las iniciativas del equipo de Silva está el fortalecimiento de la Dirección Nacional de Hidrología del MA “con tecnología mejorada y manejo de información” y reforzar “la medición de caudales y la aplicación de modelos de predicción”. Además, plantean “la protección del monte nativo en toda el área de influencia de la cuenca, un plan de uso de agua para riego, y planes de acción para reducir el impacto de las emisiones líquidas de vertimientos industriales y tambos”.
Asimismo, el equipo de Silva analizará la construcción de la represa Casupá, “ya que estamos convencidos de que respecto al proyecto Arazatí, que representa una nueva toma de agua, no es excluyente su ejecución”.
En tanto, desde la coordinación del programa del abogado y precandidato del Partido Colorado (PC) Andrés Ojeda proponen “avanzar en algunos desafíos pendientes” del Plan de Acción del Río Santa Lucía, de 2013 y actualizado en 2018, como contemplar más las inundaciones, “apuntando a la ubicación de los vertidos”, “nuevas delimitaciones para los cultivos en la cuenca del río Santa Lucía”, y “una mayor coordinación en tiempo real con los productores sobre los momentos de utilización de los fertilizantes”.
Por su parte, Rafael Menéndez, asesor en materia de ambiente del candidato único de Cabildo Abierto (CA), Guido Manini Ríos, reconoció a la diaria que aún no han avanzado en la definición de las propuestas por el tiempo que insumió la junta de firmas para promover el plebiscito “por una deuda justa”. De todas formas, planteó que lo “primero” que se necesita con relación al río Santa Lucía “es concientización para que la producción se haga de una manera más sustentable y sostenible”.
Para cumplir ese objetivo, el diputado cabildante dijo que es necesario articular la actividad de los ministerios de Ganadería, Agricultura y Pesca, Ambiente y Economía y Finanzas para que “las actividades productivas adopten sistemas de tratamiento de efluentes, y además estimular lo que son las zonas buffer para cultivo; eso es fundamental porque la utilización de los agroquímicos es clave”.
Sequías e inundaciones
La pasada crisis hídrica, seguida por inundaciones, fueron los eventos climáticos extremos más visibles y vivenciados por la población el último año. Ambos escenarios están contemplados en las propuestas de quienes se precandidatean, en particular, las inundaciones, debido a sus impactos en viviendas e infraestructura urbana.
Herou, asesor de Orsi, dijo que el ordenamiento territorial es una herramienta imprescindible para este tema, y que hay que trabajar en la “consolidación de mapas de riesgo, desarrollando acciones que fortalezcan las capacidades y resiliencia de nuestras comunidades, e impulsando niveles crecientes de organización local y sistemas de alerta temprana para enfrentar estos eventos climáticos extremos”.
Con relación a las inundaciones, una de las iniciativas centrales del plan de Orsi es destinar “los recursos necesarios” para reubicar a las familias asentadas en zonas inundables y recuperar esos espacios como “parques naturales donde los desbordes de los cursos de agua no generen consecuencias para vecinas y vecinos”. A su vez, Herou apuntó que es necesario el trabajo en “sistemas de drenaje” que “incorporen soluciones novedosas que permitan espacios de laminación e infiltración al terreno de pluviales, aportando a la gestión de riesgo de inundaciones”.
Por otra parte, con relación a las sequías, el equipo de Orsi propone “impulsar una estrategia de gestión integrada y sostenible de aguas superficiales y subterráneas”. Para eso, el coordinador de ambiente sostuvo que es necesario invertir en “la generación de conocimiento sobre calidad y cantidad, y en programas de monitoreo periódicos”. Asimismo, subrayó que “controlar el uso y extracción de agua superficial y subterránea debe ser una prioridad”, así como las “acciones de educación y sensibilización para cuidar y almacenar agua”.
Con relación a estos fenómenos, el asesor de Cosse, Moncecchi, señaló que el Plan País contiene medidas concretas en línea con el programa del FA. En el caso de las inundaciones, mencionó que el punto 14 sostiene que “se intervendrán los cauces de cañadas y arroyos para bajar los niveles de agua durante estos eventos”. “Estas acciones implican un modelado hidrodinámico de cada curso de agua para determinar acciones como limpieza y ensanchamiento del cauce, o el cambio de alcantarillas por otras de mayor tamaño”. Además, se proponen trabajar “en las 15 ciudades con los mayores problemas de inundación y drenaje vinculados a arroyos y cañadas”. “Estas acciones bajan los niveles de inundaciones pero no eliminan completamente sus efectos para las personas que viven muy cerca de los cursos de agua, por lo que se complementará con intervenciones en viviendas”, apuntó.
Por otra parte, el equipo de Cosse propone “convocar a un gran diálogo por el agua, involucrando a la sociedad civil, actores relacionados con el agua y el Estado, con una mirada puesta en el largo plazo, tanto por objetivos de consumo humano como productivos, incluyendo la cobertura de saneamiento en el interior y la recategorización de las cuencas que sean de prioridad para consumo humano”. Asimismo, Moncecchi apuntó que “por supuesto” se priorizará “la construcción del Proyecto Casupá para asegurar realmente el abastecimiento de agua, así como proyectos complementarios que se identifiquen”.
En tanto, el asesor de Delgado, Amarilla, apuntó que ya existe el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, “algo que se ha trabajado en algunas ciudades que dan el río a la cuenca del río Uruguay”. La propuesta del equipo es “continuar esos planes de adaptación de las ciudades”, así como desarrollar obras en la faja costera tanto del Río de la Plata como del océano Atlántico para “contener” zonas que se ven afectadas por “eventos climáticos intensos”.
Amarilla también sostuvo la necesidad de trabajar en el realojo de las viviendas en zonas inundables, “no solamente precarias, sino algunas zonas urbanas que han sido en su momento autorizadas, ya que las cotas claramente han cambiado”.
Respecto a las sequías, el asesor de Delgado marcó la necesidad de trabajar en “la identificación de fuentes de agua” y profundizar en el conocimiento sobre la dinámica de las aguas subterráneas para “tener esa reserva resguardada y usarla eficientemente en casos de extrema sequía”; continuar el desarrollo de un plan nacional de riego, así como seguir con “un proyecto de la recircularidad del agua y tratar de que tanto las aguas residuales del uso urbano como de uso industrial puedan tener proyectos de fertirriego que permitan el reúso de aguas tratadas, sobre todo en la agricultura”.
Por su parte, el equipo de Raffo promoverá el desarrollo de “riego multipredial” para mitigar los impactos de futuras sequías, sostuvo Faig. “Se procurará un sistema donde aquellos predios que formen parte de un sistema de riego participen activamente en su buen funcionamiento”, dijo. También agregó que “con el objetivo de abaratar la inversión por hectárea o de mejorar la eficiencia energética, operativa y de uso del agua”, buscan organizar “un sistema nacional de pruebas y desarrollo de tecnologías de riego alternativas” a través de un acuerdo con UTE, “empresas proveedoras de gas” y “con proveedores de energías renovables a fin de abaratar el costo de la energía para riego, silos, tanques y cámaras”.
En cuanto a las inundaciones, Faig sostuvo que se propone trabajar en coordinación con los ministerios de Transporte y Obras Públicas y de Vivienda y Ordenamiento Territorial para “realizar obras de infraestructura, en los casos en que sea posible, para lograr soluciones definitivas a las zonas inundables de todo el país”. Como los demás asesores, también planteó el realojo de las familias que “ocupen terrenos inundables de manera prioritaria” dentro de un plan de vivienda. Para estos realojos, “se detectarán terrenos públicos a través del Programa de Racionalización de Uso de Bienes Inmuebles del Estado de la Dirección Nacional de Catastro”, y en el espacio liberado se generará “una zona de espacio público” para “resignificar el uso de dichos espacios, evitando el asentamiento de nuevas viviendas”, planteó Faig.
En el caso del precandidato colorado Silva, el equipo sostiene que el MA ya desarrolló un “protocolo de actuación frente a sequías” y un sistema de alerta temprana “para eventos hidrológicos extremos, como inundaciones y sequías, a través de la instalación de la sala de situación”, que genera información crucial para la toma de medidas desde el Sistema Nacional de Emergencias. En ese contexto, proponen “optimizar la colaboración entre diferentes entidades” con el objetivo de “evitar que se dupliquen esfuerzos y garantizar la eficiencia en la generación de información hidrometeorológica”.
En esta área, el equipo que asesora a Ojeda plantea mejorar las “capacidades predictivas” de sequías e inundaciones para una “mejor planificación” frente a estos eventos, “reduciendo el impacto y dando mayores tiempos de respuesta”. Asimismo, apunta que una mejor planificación de la mitigación del impacto de sequías e inundaciones “generaría una mayor claridad a los productores sobre los productos a cultivar y sus medios de implementación”.
Por su parte, el asesor de Manini Ríos, Menéndez, sostuvo que “cualquier programa de gobierno en Uruguay tiene que contemplar, fundamentalmente, que ningún uruguayo viva en zonas que son inundables”, y destacó el trabajo realizado por el Centro Coordinador de Emergencias Departamentales en varios departamentos. Con relación a las sequías, planteó que “lo primero” que debe asegurarse “es la protección de las aguas subterráneas”. “Me gustaría declarar protegida todo lo que es la red acuífera subterránea de Uruguay y que sea únicamente para consumo humano”, expresó.