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Hinchas y jugadores de Huracán de Paso de la Arena al final del encuentro.

Foto: Victoria Rodríguez

Paso de la Arena está de moda

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Huracán llegó embalado y ganó 2-0 la final del Apertura de Segunda B Amateur.

Sin discusión posible, a pesar de la paridad del primer tiempo y de las arremetidas finales de un Uruguay Montevideo ya con más ganas que fuerza, el tricolor del Paso de la Arena, el querido Huracán del Bossio que algún día estuvo por subir a Primera, se dio el gusto y ganó con autoridad la mitad del Campeonato Uruguayo 2009-2010. Ayer aseguró un paso importante hacia un posible ascenso a la Segunda Profesional, en tanto ese único premio se le dará al ganador del choque entre los vencedores del Apertura y del Clausura. Ahora los otros once clubes de la tercera divisional del fútbol uruguayo tendrán el segundo torneo corto, que según dice el longevo presidente don Cléver Larán comenzaría el primer fin de semana de abril, cuando partiendo de cero tratarán de ser los que acepten el reto que abrió este Huracán arriesgado y querendón.

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El equipo de Herrera contó con el aliento constante de su gente y festejó, copa en ristre, con buen motivo, al hacer suyo el choque de equipos del oeste montevideano.

Un remolino de emoción

La guinda gira y gira en el medio de la licuadora. Todo quema. Por el pasto verde, en el murmullo y la gritería. Entre las banderas sin plancha y el mormaso abombante del calor nadie imaginó el 0 a 0 del primer tiempo. La Bombonera es una olla, una palangana maldita. Un sueño casi perdido atrás de unos rascacielos grises.

Finales son finales. Falta el aire, el agobio enlentece todo. Los minutos pasan en un ritmo de candombe trasnochado. Están 0 a 0. Todos meten corazón y esperanza, pasión de fútbol y sueños de año nuevo. Todos corren, trancan, muerden. Le meten fretacho, lija gruesa, serrucho y escofina.

En la tribuna suenan las cumbias villeras, espantosas, en celulares a toda orquesta. Tengo un zumbido raro, una especie de malambo en el mate.

Hay mucho gorro, muchos tatuajes. Los popeyes miran todo de reojo. Hablan a los gritos. Le dan a la espinaca. En el campo baldío de al lado ladran los perros.

Huracán del Paso de la Arena y Uruguay Montevideo de Pueblo Victoria se juegan todo. Atrás de esas camisetas hay barrios laburantes. El orgullo deportivo de representar una porción de la población montevideana. Con goles de Daniel Antelo y Andrés Martínez, Huracán le ganó bien al equipo celeste y cantó tranquilo el título del Torneo Apertura de la Segunda Divisional Amateur.

El tobogán de la vieja y aguerrida divisional C a la B es terrible. Un repecho infernal, hermano, seco, de canchas duras y abrojales, de gritos pelados sudando la gota fría. Ahí se quema todo, la adrenalina, las ganas, la vida. ¡Arriba Huracán!. MT

Huracán fue mejor en las primeras partes de los dos tiempos y marcó predominio. Hubo una diferencia: en el período de clausura las conversiones estuvieron presentes en forma de golazos, el de Andrés Martínez por la jugada colectiva previa y el de Daniel Antelo por su contundencia.

Quien haya visto una buena cantidad de partidos de las Segundas Profesional y Amateur sabe que no hay diferencias radicales en sus niveles de juego. Vaya este gran elogio para quienes juegan en esta divisional que remunera muy poco y donde abundan jugadores a punto de dar el gran salto, acompañados por otros, como el golero Carlos Aires, de larga carrera, que resultan fundamentales por el aporte de experiencia y solvencia para asegurar partidos y puntos.

Ayer dio tranquilidad mientras el Pata Sanguinetti liquidaba todos los ataques desde la boca del área, los pelados Bacheta e Iraola parecían la fotocopia de Egidio Arévalo Ríos metiendo y metiendo, y Frisone y Antelo ponían calidad técnica para que inquietaran mucho el Porteño Oviedo y Andrés Martínez.

Los celestes de Pueblo Victoria perdieron el primer partido de la temporada después de dejarse alcanzar teniendo una gran cantidad de puntos a favor cuando llegó a las dos últimas fechas en las que tenía la fecha libre y el partido contra Basáñez que se había retirado del torneo en su primer tercio. Y lo alcanzó el equipo del Paso que también aprovechó que su rival de ayer salió malherido de una trifulca excepcional e infame que sus dirigentes al menos no supieron impedir.

El Cara Cardozo, muy buen futbolista y criterioso técnico, hizo una buena tarea sin final feliz. Ahora está, otra vez, igual que los restantes diez, Torque, Coraceros, Villa Teresa, Alto Perú, Colón, Platense, Mar de Fondo, Terremoto, Parque del Plata y Albion.

¡Huracán de fútbol se mandaron Herrera y sus aplicados jugadores en la apacible tarde de la Bombonera y -contrariamente a la vieja leyenda- ubicando las luchas aficionadas, lejos de los líos y la violencia y muy cerca del deporte auténtico!.

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