En las últimas semanas Peñarol ha estado presente en las noticias por sucesos vinculados a la violencia en el deporte. Primero por los disturbios sucedidos durante el partido entre Peñarol y Colón de Santa Fe ocasionados por hinchas del conjunto mirasol que fueron habilitados a trasladarse desde la tribuna Cataldi hasta la Güelfi, pasando por la Damiani, lo que ocasionó que el Ministerio del Interior, la AUF y la Secretaría Nacional del Deporte le exigiera al conjunto mirasol adoptar medidas drásticas. Peñarol, además, sufrió una costosa multa de Conmebol que, aunque todavía no se confirmó, será de una cifra alta teniendo en cuenta que a Colón, por los disturbios sucedidos en la ida de Peñarol, fue de $ 98.000 dólares.

El club se puso a la orden de la Justicia y todos los hinchas identificados irán a la lista negra. Además trabaja en conjunto con el Ministerio del Interior para colocar más cámaras en el Campeón del Siglo que filmaran todos los pasajes de las tribunas.

Con la naranja también

Los hechos de violencia del fútbol se trasladaron al básquet. El lunes, durante la final de Peñarol y Biguá, un parcial aurinegro arrojó una botella de vidrio a la cancha que cayó cerca de los jugadores. Los jueces alertaron de que el partido sería suspendido si continuaban las agresiones.

Este miércoles el presidente de básquetbol de Peñarol, Evaristo González, fue citado como testigo por el fiscal Fernando Romano, quien explicó que la persona que tiró el proyectil cometió un delito de “violencia privada”.

No será la primera sanción para el aurinegro. Peñarol ya tiene sanciones para cumplir en la próxima Liga Uruguaya de Básquetbol por incidentes durante un cotejo contra Malvín, en el quinto juego de los cuartos de final. Los carboneros recibieron una pena de cierre de seis fechas para su cancha y una quita de dos puntos.

Otro hecho violento fue el que sucedió durante el primer partido de semifinal con Aguada, cuando hinchas entraron al Antel Arena saltándose los controles de seguridad, misma ocasión en la que asaltaron un puesto de comidas y utilizaron una manguera de bomberos para mojar a sus propios hinchas. Además, entonaron canciones aludiendo a las dos muertes de hinchas rojiverdes asesinados en 2009. Por esos sucesos le dieron al club tres cierres más de cancha.

Ahora, Peñarol aguarda la decisión del Tribunal de Penas de la FUBB por lo ocurrido el cotejo ante Biguá. Como si esto fuera poco, dos jugadores del club fueron denunciados por acosar sexualmente a dos trabajadoras en un salón de fiesta.