A los homenajeados también se los distinguía fácilmente por su ubicación y por la felicidad que transmitían sus caras. Si bien algunos reconocieron que tener el título no les va a cambiar la vida, sí es un reconocimiento al esfuerzo realizado en cuatro años o más de estudio. Además el diploma es una herramienta que les abrirá nuevas puertas, tal como explicó a la diaria Betiana, egresada de Biología: “El título siempre ayuda, en esta asignatura teniendo el título es más fácil conseguir trabajo. En Biología somos muchos y pocos los cargos”.
Ernesto, titulado en Educación Cívica, Sociología y Derecho, dijo que si bien considera que la ceremonia es protocolar, “los docentes lo tienen merecido”. Además se trata de una instancia para dejar contentos a los familiares.
El inicio de la ceremonia estuvo marcado por las palabras de autoridades del IPA y del Consejo Directivo Central (Codicen), que recordaron a los recién egresados algunas de las responsabilidades que implica la profesión y las prioridades establecidas. Trabajar para evitar el “desvinculamiento estudiantil” fue una de las tareas asignadas por José Carlos Seoane, presidente del Codicen, quien aclaró que prefirió hablar de “desvinculación” en vez de utilizar el término referido frecuentemente “deserción”, porque involucra a diversos actores no sólo a los estudiantes.
Mundo adulto
Otra responsabilidad que deberán plantearse los profesores que ejerzan docencia en el ámbito público es su vínculo con el gremio de profesores de Secundaria. Ayer pocos docentes se manifestaron interiorizados en las acciones y el funcionamiento de la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria Uruguay (Fenapes). Muchos optaron por excusarse y no hablar con la diaria por estar “por fuera del tema”.
Ernesto, sin embargo, demostró su interiorización en el asunto y se expresó en acuerdo con el reclamo presupuestal del 6% del Producto Interno Bruto para la educación pública. “Yo formo parte del gremio. Me siento representado, no sólo formo parte sino que estoy de acuerdo con lo que dicen, cosa importante”, comentó.
Reconoció que el gremio quedó medio solo en el reclamo efectuado, para él fue por un tema de “corporativismo”. Aseguró que los pedidos no son exorbitantes sino que son justos e históricos: “Ahora parecería que nos subimos a los pedales y que queremos toda la plata, y lo único que queremos son aulas decentes, grupos chicos donde se pueda educar; no estamos pidiendo comprar una 4 x 4”.
Recordó que para poder enseñar se necesitan buenos sueldos, al tiempo que buenas condiciones de trabajo. Hizo referencia además al estrés que sufren los docentes al “andar viajando de aquí para allá, de un liceo a otro, sin saber si llegan a dar clase, y al mismo tiempo tenés 50 gurises todos amontonados en salones chicos, baños que no son los mejores y falta de funcionarios”.
Laura, egresada de Biología, dijo estar afín en la lucha presupuestal y con las acciones del gremio pero desde otro ámbito. “Más bien por un tema político que docente. Estoy interiorizada en la lucha del presupuesto y me informo pero no porque esté trabajando en el gremio, ni para el gremio”. Contó con honestidad que su no vinculación es por “boludez”, no por acuerdo o desacuerdo con la lucha.
Ana Laura, también docente de Ciencias Biológicas, quien se encontraba sentada al lado de Laura, expresó: “En realidad, no tengo información del gremio pero como que no estoy de acuerdo en ciertos puntos. Me parece que hay planteos por los que se está queriendo luchar que no corresponden, no son concretos”. Desde su punto de vista hay prioridades que los reclamos del sindicato no contempla como por ejemplo mejorar lo que tiene que ver con la elección de horas para los recién egresados y la falta de garantías de cargos al finalizar el año.
En cuanto al funcionamiento del gremio Laura manifestó que éste quedó “bastante solo” en la lucha por el presupuesto y “eso es señal de que algo no está funcionando porque hay muchos desacuerdos, muchas contradicciones”. A pesar de su visión crítica no supo responder cómo se modifica la realidad del gremio.
Betiana contó a la diaria que se tomará el tiempo necesario para estudiar si afiliarse o no al sindicato. “No estoy afiliada, porque me quiero tomar un tiempo para estabilizarme más en la carrera y ahí decidir bien con fundamentos por qué me afilio o por qué no. Prefiero tomar la decisión con una buena base”. Juan, docente de la misma asignatura, comentó que cuando comience a dar clases seguramente se afilie “porque siempre es conveniente estar afiliado al sindicato porque las reivindicaciones se hacen a través del gremio y por cualquier problema laboral que haya”.