Ayer fue apenas el segundo día de entrenamientos en Kimberley, ambos en el GWK Stadium, pero parece que la ansiedad mundialista viene comiendo la cabeza del entorno próximo que rodea a la selección. Entonces, tras la no-lesión de Forlán, la angustia de ayer era por saber el equipo, los 11 y la forma de jugar ante los franceses y si es posible saber cómo jugarán los galos también.
Es lógico que ninguno de esos datos pudo ser precisado, primero porque el principal responsable de poder brindarlos, el maestro Óscar Washington Tabárez, naturalmente se los reserva para no entregar datos al rival, y segundo, porque aunque casi haya confirmado que ya tiene una idea de equipo en la cabeza, la definición final en cuanto a los 11 nombres y la estrategia de juego será develada recién cuando estemos bien cerquita de nuestro partido inaugural -que será arbitrado por el japonés Yuichi Nishimura- y cuando se pueda conocer o proyectar el esquema táctico que usarán los galos, que últimamente han variado. Del repetido 4-2-3-1 de Domenech, el entrenador francés parece estar evaluando, probando o hasta implementando un sorpresivo para algunos 4-3-3.
En ambos entrenamientos, para los que se usaron los dos excelentes campos de juego que presenta el GWK, el principal en la tarde y el lujoso auxiliar por la mañana, sólo se pudo apreciar los 15 minutos que la FIFA exige para que los medios de prensa puedan hacer sus imágenes.
Naturalmente que nada se pudo apreciar, por lo que nada mejor que tomar las palabras de Tabárez para dar precisión sobre lo que pasó. “En la mañana los objetivos siguieron siendo la puesta a punto de la parte física del plantel y en la tarde puntualizamos algunas situaciones tácticas de cosas que vimos de los partidos que ha jugado Francia, como parte de la planificación que seguiremos llevando día a día hasta que viajemos a Ciudad del Cabo, donde va a terminar la preparación”.
La práctica matinal, de la que se pudo ver bastante más de 15 minutos, mostró un plantel con muchas ganas. En la de la tarde -atrasada más de una hora por la charla brindada por el ex árbitro Horacio Elizondo, que cumpliendo funciones para la FIFA se trasladó hasta el hotel Protea Kimberley, sitio de concentración de los celestes, para hacer una presentación sobre aplicación de las reglas de juego y algunas nuevas instrucciones e interpretaciones a ser ejecutadas en el Mundial- no se pudo ver más que parte de la charla que el entrenador brindó a sus jugadores, en una parte lo suficientemente alejada de donde podía estar la prensa.
Ya al caer la noche en Kimberley y de vuelta al hotel de los celestes, Tabárez dijo que el equipo casi casi lo tiene definido, pero que sigue haciendo el ejercicio de cuestionarse ciertas cosas para encontrar los fundamentos que lo lleven a la decisión que más le convence.
“Mi obligación es presentarle el equipo al árbitro, así que no tengo plazo”, respondió ante la inquisitoria de hasta cuándo se daba margen para definir los once jugadores.
En la conferencia de prensa el entrenador celeste no sólo se explayó acerca de cómo va procesando la oncena hacia su interior. Además reveló que en la interacción del flujo de datos sobre un equipo y el otro es importante saber cómo y con qué estrategia jugará nuestro rival inicial el viernes a las 15.30 (hora uruguaya) en Cape Town.
“Respecto a Francia tenemos mucha incertidumbre respecto a lo que va a hacer y cómo va a jugar. La información, ésa, tiene su valor. No anticipar el equipo es simplemente no dar algo que puede ser una ventaja. Si nosotros definimos un equipo estamos dando pistas de cómo vamos a jugar, porque las dos cosas están muy relacionadas. No es que el equipo no se pueda saber, ni que develar ese dato signifique que lo haga ganar o perder el partido, pero no me voy a apresurar por lo menos”, señaló Tabárez.
La cosa pasa entonces por saber si se juega con tres zagueros en el fondo y los dos volantes de largo recorrido por fuera, Scotti, Lugano y Godín atrás, apoyados por Maxi Pereira por derecha y Palito por izquierda, o si se establece una línea de cuatro, en la que seguramente se incorporaría Martín Cáceres, lo que también modificaría la posición de los futbolistas de mitad de cancha.
Pasada la tormenta con matracas, armada a partir de un golpe que recibiera el domingo Forlán, el entrenador aclaró que “en lo físico no hay ningún tipo de problemas, más allá de las cosas absolutamente circunstanciales -ayer Victorino se torció un poco el tobillo-, pero no hay ningún jugador que no esté en condiciones de empezar un partido”.
A ganar
Está claro que el trabajo no es sólo en la cancha, en el doble turno, y que hay mucho del sedimento de todo el proceso pensado y accionado,pero además con un martilleo permanente sobre este momento.
“En una eliminatoria hay muchísimo para perder, en un Mundial hay todo para ganar. Obviamente que el título lo va a ganar sólo uno, pero la ilusión la pueden compartir todos, y el hecho de estar jugando partidos en un Mundial y de poder ganarlos ya es un incentivo grandísimo, y en este caso en este plantel que tenemos son sólo dos los futbolistas que ya pasaron por esta experiencia, entonces creo que al plantel hay que ayudarlo mucho o por lo menos darle reflexiones sobre lo que siente cualquier persona responsable cuando se aproxima una instancia importante en su vida, y eso no es sólo en el fútbol, puede pasar en el trabajo, en el estudio, así que no es sólo una circunstancia, son muchísimas, y creo que está relacionado con la condición humana, por tanto le puede pasar a cualquiera”, explicó Tabárez. “Entonces hay que tranquilizar y hacer ver que esto es jugar al fútbol y que la idea que ya he precisado, de que hay que disfrutar de este Mundial, hay que llevarla a cabo. Hay que aprovechar la oportunidad, intentar jugar bien, y creo que vamos a crecer mucho si lo logramos”, remató el técnico.
Hoy los celestes compactarán su actividad en la mañana con trabajos de gimnasio y una nueva pasada, ya cerca del mediodía local, por el estadio, donde seguramente habrá alguna sesión de fútbol.