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Se hizo fuerte de local

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Con hermosos goles, Liverpool doblegó a Peñarol.

El equipo negriazul se plantó firme en la linda tarde sabatina del Centenario, donde hizo de locatario, superó a los aurinegros con un amplio 3-0 y entreveró las cosas en lo más alto del Apertura, al que le quedan sólo cuatro fechas. Las situaciones de los equipos eran diferentes y como hacía 20 días que no jugaban, bien vale la pena repasar. Liverpool tenía en su haber tres victorias en diez partidos y se ubicaba en la mitad de la tabla. Peñarol venía invicto, con sólo cuatro goles recibidos, y en la punta. A pesar de los contrastes, en la cancha la historia fue distinta.

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Julio César Antúnez puso en la cancha un 4-3-1-2, con Elías Figueroa como enlace y la dupla Nicolás Royón-Emiliano Alfaro más arriba. Gregorio Pérez hizo algunas variantes en relación a equipos anteriores y un esquema 4-3-3, con Maxi Pérez, João Pedro y Marcelo Zalayeta en el ataque.

Los primeros minutos fueron para el equipo de Belvedere. De arranque, el olimareño Alfaro tuvo un ingreso al área que terminó con un remate desviado. Iban menos de dos vueltas de reloj. Después siguieron algunos avances del local (por lo menos en términos administrativos hay que decirlo así, aunque sabemos que no es la realidad), pero sin mucho peligro. Recién cuando había transcurrido un cuarto de hora tuvo lugar el primer avance mirasol. Marcelo Zalayeta mostró, como lo hace habitualmente, su clase y con una linda jugada individual hizo esforzar al canario Matías Fidel Castro. El arquero comenzaba a comandar desde su valla la revolución de su equipo, que a la larga iba a conseguir la transformación del pasado reciente en el partido. Zalayeta tuvo un par de llegadas más, que Fidel contuvo, aumentando de a poco su puntaje en el encuentro.

También hubo lugar para las polémicas. El brasileño Pedro, que no tuvo un buen partido, seguramente sintiendo el cambio de posición, se desparramó en el área y el árbitro entendió que simuló: amarilla. Lo mismo pasó del otro lado: Alfaro cayó y recibió amarilla.

A los 40 minutos hubo una buena combinación de la ofensiva de la Cuchilla. Alfaro se la dio a Royón, que enganchó de gran forma y remató de pierna izquierda: pelota al ángulo izquierdo de Fabián Carini, golazo y el 1-0. Descanso.

Gano pero no me quedo

En el inicio de la segunda parte, Peñarol tuvo varios acercamientos que hicieron lucir nuevamente al golero Fidel Castro. La mayoría de esas jugadas fueron remates desde lejos. El paraguayo Edison Torres intentó un par de veces, Zalayeta tuvo otra menos peligrosa y otra Sebastián Rossano, que se mandó al ataque, tal vez en la más difícil que tuvo el arquero liverpoolense. Gregorio puso a un hombre más de ataque: entró Jorge Zambrana por el Zurdo López, pero no tuvo los resultados esperados por el DT.

A los 14 minutos, una de las curiosidades que va a tener el torneo. Ingresó Hernán Figueredo, en menos de diez segundos la pelota le llegó a sus pies y remató finamente con su pierna izquierda: pelota al palo izquierdo de Carini y 2-0. Liverpool se cerraba bien atrás con una zaga muy firme, con Juan Álvez destacado, como en la mayoría de los partidos, y le hacía las cosas muy complicadas a su rival, que a pesar de los hombres que sumaba arriba no podía introducirse en las profundidades del área.

A pesar de la ventaja, los de Belvedere no se metían atrás y buscaban manejar el balón con tranquilidad, aprovechando la inquietud del rival, que no quería perder el invicto. A los 32 minutos del segundo tiempo, en una de las arremetidas de Peñarol, Álvez volvió a restar el esférico y sacó la contra. Figueredo la tomó en la mitad del campo y eran tres con dos. Por la izquierda corrió Alfaro y para él fue el balón. Esperó la salida de Carini y definió cruzado al palo izquierdo. 3-0 y la historia se cerraba.

Poco pudieron hacer los aurinegros en el desenlace, y los tres puntos fueron para el equipo de Antúnez, que tuvo un gran papel en el verde césped del Centenario y no le temió al puntero.

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