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Pedro Cardoso, de Lavalleja de Rocha, Pablo Malinovski y Bruno Fiordelmondo, de Ferro Carril de Salto, ayer en el estadio El Tenis, en Rocha.

Foto: Victoria Rodríguez

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Con un gol de Gonzalo González, de 17 años, Lavalleja ganó la primera final del Interior.

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Un partido vibrante, digno de una final de clubes de la Organización de Fútbol del Interior (OFI), fue lo que se vivió en el estadio El Tenis de la ciudad de Rocha. Por primera vez en su historia, el humilde equipo de Lavalleja llegó a definir un campeonato a nivel nacional frente a los salteños de Ferro Carril, un equipo mas experiente y curtido en estas instancias que, de hecho, un par de temporadas atrás casi con esta misma oncena, alzó la orejona del Interior por primera vez. El estadio, barrial y lleno de magia vecinal, presentó un color espectacular con globos, y la nueva moda uruguaya: la cara pintada de los colores amados. Con un gol del más botija de todos, Gonzalo González, de sólo 17 años, el Lava ganó 1 a 0 y virtualmente tiene media copa.

El primer tiempo fue bastante trancado y desprolijo, pero muy disputado. El terreno de juego no ayudaba a tocar la bola por el piso, pero de todas formas, algunos jugadores se la ingeniaron para generar peligro. En Ferro Carril, Nicolas Ferreira obligó a toda la defensa local durante gran parte del juego, siendo habilitado muchas veces por el artiguense Carlos el Mago Vera, de gran partido. Por ahí estuvieron las armas en ofensiva del equipo de Salto.

En Lavalleja, el que movía los hilos del equipo era Sebastián Pereira, un enganche un tanto anchito de vientre, por no poner barrigón, que metía puñaladas en formato pase. El hijo de uno de los técnicos rochenses, Enrique, justificaba esa especie de nepotismo con fútbol y ganas. El hijo del otro técnico (Pato Nelson González), Matías, ya lleva años en Rocha justificando por qué juega. Mas arriba, Lavalleja tuvo al goleador del campeonato, Santiago Tato Barboza, que lleva 18 pinos -en una tarde muy buena.

El primer tiempo se fue con una constante del fútbol del interior: una disputa casi desmedida en cada balón dividido, con lealtad y sin reproches por parte de los futbolistas. Es raro y está bueno, esos gauchos tienen incorporado el uso del físico a fondo , sin maldad , sin más objetivo que ganarle a ley de juego la cuereada al rival ocasional.

Dame un minuto

El segundo tiempo empezó movidito. A los 10 minutos del complemento, Juan Viera, el zaguero de Ferro, dejó la patita unos segundos en el aire, luego de restar la pelota, e impacto a un jugador albiverde. Como la página para mirar fútbol por internet: roja directa, decretó el arbitro en esos dos minutos, mientras atendían al jugador rochense. Pero la jugada no estaba tan lejos de esa fuerza, de esos choques. Juancito, que ayer había dejado el lateral, le pegó duro a la bocha como para sacarla del estadio , pero su pierna derecha siguió de largo y afeitó a Enzo Decuadra. Ferro hizo dos variantes para recomponer la linea de tres hombres con la cual defendía, pensando en cuidar un empate valioso quizás.

Pero resulta que era ese minuto letal que se da de tanto en tanto en los partidos. Ese minuto que ahorra a los comentaristas elaborar algún tipo de análisis. Ese minuto que cambia todo. Luego de la falta que generó la expulsión, centro, dos cabezazos en el área y gol . El razonamiento lógico no falla. Dos cabezazos en el área es condición suficiente para marcar un gol. Gonzalo González, un pibe de sólo 17 años, marcaba el 1 a 0 a los 11 minutos del segundo tiempo.

Ferro, que había hecho variantes pensando en aguantar el empate, tuvo que cambiar el libreto y salir a buscar el partido, ya que la diferencia de goles no cuenta en este ida y vuelta. Si hay igualdad de puntos habrá tercer partido en cancha neutral cual Libertadores de otrora.

En seguida la dupla técnica rochense manda a la cancha a Pedro. El Pedrito Cardozo que jugó en Rocha FC y Peñarol estaba en la cancha para tratar de rematar el partido para Lavalleja. Y tuvo varias ocasiones. En dos oportunidades casi cierra en el segundo palo centros envenenados, pero la más clara fue una pelota que le quedó picando en la media luna, que no pudo agarrar limpia y el remate no hizo la parábola ideal, permitiendo al arquero Burgos quedarse con la guinda.

El que seguía insoportable de contra golpe era el Tato Barboza. El endiablado delantero tuvo un mano a mano con el arquero de Ferro que pudo ser el 2 a 0 final, pero Burgos lo tapó de manera notable, luego de que Barboza trasladara desde la media cancha una garroneada al zaguero con un golpe de cabeza. 21 años nada más para este delantero, Santiago Tato Barboza... ¿Londres 2012 te suena?

Ferro Carril, los carboneros de Salto, intentaron con el mismo corazón que habían remontado 4 goles en 6 minutos hacía una semana. Sí, leíste bien, perdían 5 a 0 a los 40 minutos del segundo tiempo y se pusieron 5 a 4 y llegaron a la final. ¿Qué decir de un equipo que debe estar en el podio de las remontadas increíbles del fútbol? Esa actitud la ves en cada jugador del equipo albinegro de Salto. Sin mucha claridad, Ferro Carril buscó hasta el final, pero apenas tuvo alguna jugada peligrosa metiendo centros frontales y largos.

Imposible saber qué pasará dentro de una semana en el Estadio Dickinson de Salto. Si el equipo de Ferro Carril no gana, habrá nuevo campeón en la historia de la Copa Nacional de Clubes de OFI y será Lavalleja de Rocha. Por las dudas, me voy reservando pasaje y alojamiento en las termas para vivir semejante fiesta.

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